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La crisis migratoria que vive el continente americano

Aunque Estados Unidos enfoca su atención en los migrantes que buscan cruzar su frontera, los mayores flujos migratorios ocurren al sur del continente

Escrito en MUNDO el

En los últimos años, la atención de Estados Unidos en el tema migratorio se ha centrado principalmente en las grandes cifras de centroamericanos que buscan cruzar la frontera sur del país.

Sin embargo, los mayores flujos de migración en el continente se producen más al sur, según explica el presidente del Instituto de Política Migratoria, Andrew Selee, por medio del diario The New York Times.


LA CRISIS ACTUAL Y LO QUE SIGNIFICA

El experto asegura que la crisis fronteriza, actualmente protagonizada por solicitantes de asilo de origen haitiano, es un ejemplo de cómo Estados Unidos comenzará a ver muchos más migrantes de países no pertenecientes al Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador).

Sin embargo, los migrantes haitianos no solamente están llegando a Estados Unidos. Más de 300 mil de ellos se trasladaron a Brasil y a Chile tras el terrmoto que golpeó la isla caribeña en 2010.

Este no es el único caso. Casi cinco millones de venezolanos migraron a otros países del continente desde el 2015. También se sabe que más de medio millón de nicaragüenses han llegado a Costa Rica desde los conflictos del 2018, y que lo mismo sucede con los cubanos.

Sin embargo, la pandemia agravó la situación, ya que ha golpeado con fuerza a los países de Sudamérica.

Selee asegura que, con el aumento de la migración en el continente, la política fronteriza no es suficiente para controlar la crisis. Afirma que Estados Unidos debe conseguir que otros países de América “se conviertan en socios” para “evitar las recurrentes crisis políticas y humanitarias que obligan a la gente a huir de sus países”.

Sin embargo, señala que el gobierno estadounidense ya ha comenzado a pensar en este proceso. El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo en un discurso la semana pasada: "el reto migratorio al que nos enfrentamos en nuestro hemisferio no es el problema de un solo país, es nuestro problema compartido, y no puede ser resuelto por un solo país".


LAS MEDIDAS A TOMAR

Selee recuerda que la cooperación alrededor de la disuasión es difícil, ya que los países tienen distintas capacidades de acogida, además de diferentes preocupaciones sobre el tema.

Un ejemplo de esto fue el Reglamento de Dublín que Europa estableció en 2013, que dice que los migrantes deben solicitar asilo en el primer país al que llegan, y que se derrumbó en 2015 con la crisis de refugiados.

A esto se le suma que los países americanos “no tienen un historial de cooperación en materia de migración”, por lo que difícilmente podrían lograr “lo que Europa no pudo”. Por ello, un acuerdo en el continente sería más probable en forma de principios generales en vez de acuerdos específicos.

Algo que sí podría funcionar, indica Selee, sería promover alternativas legales para la migración. Menciona que México, Estados Unidos y Canadá han trabajado para ampliar las visas de trabajo para los centroamericanos.

Otra posibilidad sería que, en las deportaciones, Estados Unidos considerara regresar a los migrantes a los países en los que llevan varios años viviendo, en vez de enviarlos de regreso a sus países de origen.

El experto también asegura que los políticos estadounidenses pueden hacer más para alivianar la situación, comenzando por donar vacunas contra la covid-19 y ayudar a la economía de estos países.


ACV