En Altamirano, Guerrero, hay un nicho para el reclutamiento de sicarios, los cuales son traídos a la Ciudad de México para cometer asesinatos.
Esto se descubrió a raíz de la captura de Geovanni L., señalado por matar a una custodio del Reclusorio Oriente en febrero pasado y a una mujer que acababa de visitar a un preso en dicha cárcel, cuatro meses más tarde.
De acuerdo con los dichos de Geovanni, revelados en entrevista con Policía de Investigación, le pagaron 30 mil pesos por cada uno de los dos homicidios que presuntamente perpetró, y que otros muchachos como él, de Altamirano, aceptaron propuestas similares para viajar a CDMX por encargo de Luis Eusebio “El Duke”, jefe de una organización criminal dedicada al trasiego de drogas y a actividades ilícitas dentro de penales capitalinos.
Todo, según Geovanni, se hizo a través de un exmilitar apodado “El Chito” o “El Guacho”, quien es el encargado de hacer los reclutamientos para “El Duke”.
Las pesquisas de la Procuraduría capitalina (PGJ) apuntan a que los pistoleros de Altamirano podrían estar relacionados no solo con el asesinato de la custodio del Reclusorio Oriente, María del Carmen Hernández González, el 4 de febrero pasado, y de la visitante de esta prisión baleada dentro de un camión en junio, sino con al menos otros dos casos.
En los cuatro eventos delictivos se usó un arma calibre .9mm.
Se sospecha están detrás de la muerte de María Minerva Franco Aguilar, de 62 años de edad, ultimada cinco días después que María del Carmen.
Consta en el expediente FIZP/IZP-9/UI-2S/D/583/02-2018, que ella era supervisora de aduana en el Reclusorio Oriente y había recibido amenazas días antes.
Fue interceptada por dos pistoleros a bordo de una motocicleta, uno de los cuales le disparó en el rostro.
Junto a ella se encontró un casquillo percutido calibre .9mm, cuyo análisis podría vincular una misma arma con las agresiones a María del Carmen y la mujer acorralada en el camión.
Trabajo de Inteligencia de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y los agentes de Investigación de Iztapalapa revelaron que los sicarios reclutados de Altamirano tienen entre 18 y 20 años de edad, la mayoría sin antecedentes penales como adultos.
Se cree que “El Duke” es originario de esta región de Tierra Caliente, donde compañías como Coca Cola y Pepsi cerraron sus plantas de distribución debido al asedio del crimen organizado.
En Ciudad Altamirano, de apenas 132 kilómetros cuadrados de territorio, luchan por el control de sus rutas Guerreros Unidosy la Familia Michoacana.
Con base en el testimonio de Geovanni, el exmilitar que les ofrece cometer asesinatos en CDMX se mueve entre Guerrero, Michoacán y el municipio de Tlatlaya, Estado de México, donde el 30 de junio de 2014 tuvo lugar la matanza de 15 personas a manos del Ejército.
En agosto pasado, un juez federal ordenó a la Procuraduría General de la República (PGR) reabrir ese caso.
Acorde con las indagatorias de la PGJ capitalina, tras el arresto de Geovanni, “El Chito” o “El Guacho” también ha reclutado delincuentes para la organización de “El Duke” en la Central de Abastos, en Iztapalapa y es él quien los dota de armas de fuego, principalmente pistolas calibre .9mm.
Mientras tanto, Geovanni fue vinculado a proceso por homicidio calificado e internado en el Reclusorio Oriente.
Agentes de Iztapalapa lo ubicaron en una cárcel de Querétaro, donde el joven de 19 años de edad estaba preso por lesiones por disparo de arma de fuego.
Fuentes de la PGJ informaron que los policías de Investigación tuvieron que pagar su libertad condicional con tal de traerlo a CDMX y presentarlo ante la Fiscalía de Homicidios, y así se pudiera ejercitar acción penal contra él gracias a una orden de aprehensión.
AJ