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Reabren paulatinamente negocios en el Centro y abundan las ofertas

Todavía se desconoce el número de los negocios que sí estuvieron en posibilidad de retomar sus actividades

Escrito en METRÓPOLI el

Este 30 de junio, la mitad de los 21 mil negocios que permanecieron cerrados en el Centro Histórico durante tres meses ya estaban autorizados a abrir sus puertas. Todavía se desconoce el número de los que sí estuvieron en posibilidad de retomar sus actividades y los que sí lo hicieron fue de manera  gradual y lentamente a lo largo del día.

 La otra mitad de los comercios lo hará la próxima semana basados en un esquema en el que los predios de número par abrirán lunes, miércoles y viernes, y los nones lo harán martes, jueves y sábado.

Fue un regreso en el que Madero, la calle más emblemática de la zona por su cantidad de comercios de marcas conocidas, lució vacía y con accesos restringidos. Para entrar tenía que hacerse por Palma, Motolinia, Isabel la Católica, Bolívar o Gante. Pero el acceso  por Eje Central o Plaza de la Constitución -donde antes de la pandemia ingresaban miles de personas al día- estaba impedido por policías.

Al mediodía, algunas tiendas apenas comenzaban sus actividades de limpieza.

Para atraer a los compradores, algunos comercios recurrieron a las ofertas. Donde sí hubo calles atestadas de transeúntes fue en 16 de Septiembre o Correo Mayor.  

La idea de dividir el arroyo vehicular de algunas calles para que una parte la ocuparan los transeúntes y así preserven la sana distancia, fue ignorada y ese espacio fue aprovechado por ciclistas.

Algunos personajes que regresaron a sus actividades, como el bolero Javier Méndez, expresó que no le había ido bien en el lugar que ha ocupado en 5 de Mayo desde hace 30 años. En cuatro horas no había tenido ni un solo cliente. Situación que le planteó el dilema de si valía la pena continuar ahí o no.

OFERTAS Y MENSAJES DE ALIENTO

En Madero, la calle de las tiendas más famosas y donde más turistas se veían en el Centro Histórico antes de la pandemia, varios locales permanecieron cerrados, y otros tenían las cortinas a medio abrir, porque estaban en pleno proceso de limpieza.

En el recorrido hecho por La Silla Rota se observó que ese fue el caso del Miniso, de Eje Central y Madero; el Liz Minelli, de 16 de septiembre o el conocido restaurante de La Corte, a una calle de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. A pesar de que esta semana pueden abrir, algunos dependientes dijeron que lo harán hasta la otra semana. 

De acuerdo con un policía de crucero, el único negocio que permaneció abierto antes de este 30 de junio era el de los Bisquets Obregón.

Para atraer a la clientela algunos establecimientos recurrieron a las promociones, como hacen para vender después de la época navideña. En las puertas había carteles de ofertas de 20, 30, 50 y hasta 70 por ciento de descuento, principalmente en tiendas de ropa y zapatos.

Una cadena de cafeterías que se hizo famosa porque apenas empezó la covid-19 anunció el recorte de sus empleados, puso mensajes de aliento a sus clientes. “Bienvenidos, estamos muy felices de verte”, se leía en una de sus franquicias. En otra, el mensaje era “hacen falta días malos para darte cuenta de lo buenos que son el resto”. 

TERMÓMETRO A LA MANO

Otros negocios que abrieron sus puertas, de manera cumplida tenían a un encargado o encargada de ponerle gel antibacterial y tomarle la temperatura a quienes ingresaban.

Algunos establecimientos tenían colocados en su entrada carteles con las reglas para ingresar, como son la sana distancia, el uso de cubrebocas y el gel antibacterial, además de que se avisaba que sólo se permitía el ingreso de un 30 por ciento del aforo del local.

Tampoco faltaban los tapetes sanitizadores y en algunos establecimientos, de manera celosa, los encargados pedían a los curiosos no tomar fotos.

EL LADO OSCURO

En el primer día de reapertura de la mitad de los locales, ya que la otra mitad abrirá alternadamente tres días a la semana, hubo desconocimiento de las medidas para preservar la Sana distancia en las calles como 5 de Mayo, 5 de Febrero, Palma o Correo Mayor.

En el recorrido hecho por La Silla Rota, se observó que aunque el arroyo vehicular fue dividido en dos para que una parte fuera ocupada por peatones y así evitar que los transeúntes caminaran cerca entre sí, como no lo usaron ese espacio terminó siendo aprovechada por ciclistas, motociclistas y algunos automovilistas que le vieron forma de estacionamiento. 

En algunas esquinas la cantidad de transeúntes era similar a las que se veía entre semana en la época precovid, pero con una sucesión de rostros cubiertos con tapabocas, aunque no faltaron los que no lo portaban. 

Las sucursales bancarias y los centros de atención de compañías telefónicas tenían afuera filas de personas que esperaban ser atendidas y que no mostraban ser un ejemplo del cumplimiento de la sana distancia. Apenas estaban separados por un metro o menos. 

En 5 de Febrero casi esquina con Uruguay, en un local famoso por vender tacos de canasta, sin lugar para sentarse, la clientela comía sus tacos y bebía sus refrescos de cola en la acera, sin importar que la pandemia continúe. 

En Correo Mayor se observó que había ambulantes, no sobre toda la acera, pero los que estaban instalados no se colocaron en un puesto de rejas ni guardaban dos metros de distancia entre ellos, como indican las disposiciones para el Semáforo Naranja. Eran de los llamados Toreros, listos para recoger sus cosas en un tris, apenas apareciera la policía. 

LOS TESTIMONIOS

Javier Méndez es bolero y llegó este 30 de junio desde las 8 am a la calle de 5 de Mayo, en el Centro Histórico, para la reapertura de actividades económicas. 

Pero era mediodía y hasta ese momento no llevaba ningún cliente que hubiera solicitado su servicios. Después de tres meses de ausencia obligada en los que aprovechó para regresar a su pueblo, volvió a su trabajo pero ante la falta de ingresos, está en el dilema de continuar o no.

“Me recupero o me voy”

No tiene un plazo establecido para tomar la decisión, pero le preocupa porque mantiene a su esposa, que mandó a Oaxaca. Aunque tiene el apoyo de su hijo que desde Estados Unidos le envía remesas, prefiere tener ingresos propios.

Cuestionado sobre si recibió apoyos del gobierno capitalino para enfrentar la falta de actividades e ingresos, se quejó de que no. 

Con 30 años de trabajar en 5 de Mayo, el único momento similar que recuerda es el posterior al sismo del 19 de septiembre de 2017. 

“Está de la chingada”

En la calle de Uruguay un hombre encargado de tomar la temperatura a los clientes que entran a una peletería, explicó que los días de cierre han sido difíciles. Aunque hay gente que ha entrado al establecimiento, las ventas han sido escasas y previó que será hasta el fin de semana que comiencen a incrementarse, por ahí del sábado.

Otro vendedor que se pone en una esquina de 16 de septiembre pero del lado de Correo Mayor, aseguró que él salió a vender sus plásticos para proteger credenciales desde antes de la apertura anunciada para este 30 d junio.

La razón es que ya necesitaba dinero y aunque les prometieron apoyo del gobierno capitalino, sólo le tomaron los datos pero ya no lo llamaron.

fmma