Main logo

Ocuparán visitantes distinguidos mansión histórica

Mandatarios y personalidades distinguidas que visiten nuestro país, podrán alojarse en la casa del ex presidente Manuel Ávila Camacho donde murió en el año 1955

Escrito en METRÓPOLI el

HUIXQUILUCAN.- Mandatarios, embajadores, integrantes de la realeza mundial, y personalidades distinguidas que visiten nuestro país de manera oficial, podrán alojarse en una histórica mansión con al menos 71 años de edad, ubicada en el fraccionamiento La Herradura, en Huixquilucan, Estado de México.

El 18 de julio pasado, el Diario Oficial de la Federación (DOF) publicó el acuerdo por el que se destina a la Presidencia de la República el predio de 51 mil 336.10 metros cuadrados ubicado en la calle Bosque de Antequera 60, en ese fraccionamiento.

Se trata de un inmueble que fue propiedad del ex presidente Manuel Ávila Camacho y de su esposa Soledad Orozco, hasta 1996, y que desde entonces era del dominio público de la Federación en cuyas escrituras públicas -de 1989 y de 1996- se consigna la donación con reserva de usufructo y el acreditamiento de extinción de usufructo vitalicio y en consecuente consolidación de propiedad en favor del Gobierno Federal, según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a través del Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin).

De acuerdo con el DOF, en marzo pasado la Presidencia de la República pidió el inmueble para usarlo como “residencia ocasional de mandatarios extranjeros en visita oficial a nuestro país, así como para funciones propias de la Presidencia de la República”, asimismo se establece que la mansión no está considerada Monumento Histórico, ni Artístico, y que cuenta con uso de suelo habitacional unifamiliar por parte del gobierno municipal.

En caso de que la Presidencia de la República diera otro uso a ese inmueble sin previa autorización de la SHCP, o la dejare de usar o necesitar, el Indaabin pasará a administrarlo, y en caso de que se proyecten obras de construcción, modificación, reparación, etc. la Presidencia de la República deberá solicitar los permisos correspondientes ante las autoridades locales y federales, señala el acuerdo que aclara que el Indaabin deberá vigilar su cumplimiento.

La casa de un ex presidente… y su viuda

Según la historia, lo que hoy es el fraccionamiento La Herradura, era antiguamente el Rancho de la Herradura, -llamado así por su forma de herradura- con más de 147 hectáreas que fueron del ex presidente Manuel Ávila Camacho desde 1931, cuando el entonces mandatario Pascual Ortiz Rubio se las regaló luego de que el primero hiciera algunas gestiones en esa propiedad.

Ya como ex presidente, al término de su gestión en 1946, Ávila Camacho construyó la “Casa Grande” para su esposa, Soledad Orozco, en el Rancho La Herradura.

La mansión diseñada por el arquitecto Manuel Giraud Esteva, tiene más de 2 mil 500 metros cuadrados de construcción y está al centro de un terreno de más 51 mil metros cuadrados, tiene cuatro grandes pilares estilo griego que enmarcan un imponente recibidor.

Cuentan que la “Casa Grande” fue visitada por personalidades como Dolores del Río, Carlos Pellicer, Juan Rulfo, José Clemente Orozco, Orson Welles, Eleanor Roosevelt, los duques de Windsor, Fulgencio Batista, Rita Hayworth, los príncipes Felipe de Edimburgo y Bernardo de Holanda, Harry S. Truman, entre otras.

Manuel Ávila Camacho murió en esa casa en octubre de 1955, su viuda mandó a hacer una capilla colonial como mausoleo para su esposo, que estaría lista 2 años después bajo el diseño arquitectónico de Juan Sordo Madaleno, aunque la urna del ex presidente estuvo ahí, fue trasladada posteriormente al Panteón Francés, en San Joaquín, donde se edificó una cripta para el matrimonio.

Años más tarde, en 1962, doña Soledad ordenó la moderna y vanguardista urbanización, y posterior venta del “Fraccionamiento Campestre La Herradura” en lo que fuera parte del rancho y que se incorporó al municipio de Huixquilucan, por lo que la propiedad quedó identificada con el número 60 de la calle Bosque de Antequera.

Antes de morir, doña Soledad Orozco destinó el inmueble como casa de visitas de altos dignatarios extranjeros, que el gobierno sólo podría tomar hasta su propia muerte, ordenó que junto con el predio y las construcciones anexas como la capilla y mausoleo, se entregara la biblioteca con cientos de libros, el mobiliario, lámparas, cuadros, estatuas, enseres y máquinas, en el estado en que hasta entonces, se encontraran.

El 28 de agosto de 1996 murió Soledad Orozco viuda de Ávila Camacho y para enero de 1997, el gobierno federal tomó posesión de la propiedad.