TLALNEPANTLA, Estado de México (La Silla Rota).- Afuera de los juzgados de control junto al penal de Barrientos en Tlalnepantla, unas 50 personas pidieron a gritos justicia y mostraron cartulinas con mensajes y fotos de Lupita... la amiga, la familiar, la vecina, o simplemente la conocida.
A Verónica Guadalupe Benítez Vega, a quien los habitantes de San José El Vidrio, en el municipio de Nicolás Romero simplemente llamaban “Lupita”, la distinguía su buen humor, humanismo, amor a su familia y sencillez, además de que hace 3 meses se convirtió en madre por primera vez, características que recordar hoy sólo causan añoranza, profunda tristeza, coraje e impotencia en familiares y amigos.
La luz que irradiaba la joven de 21 años, quien estudiaba Ingeniería Química en la FES Cuautitlán, se apagó para siempre el 6 de julio pasado. Ella fue brutalmente asesinada entre las 10 y 11 de la mañana a manos de su esposo y de su suegra, según testigos y familiares.
Esa mañana, la hermana mayor de Lupita, Juana Isabel, recibió una llamada anónima que le alertó de una tragedia con su hermana por lo que corrió a su domicilio, pero antes de llegar la halló tirada en la calle, con una roca ensangrentada a un costado, cubierta con una sábana y con su suegra a un lado, quien solo le dijo que su hijo y el bebé estaban en el kínder dónde él trabajaba en la cooperativa.
A los pocos minutos, el agresor apareció con la ropa ensangrentada, acompañado por un directivo de la escuela.
Hace cuatro años Lupita comenzó una relación sentimental con Luis Ángel Reyes Jiménez, quien llegó a ese pueblo con sus padres y dos hermanos, pero Luis Ángel y su madre, Gabriela Jiménez, pronto protagonizaron discusiones, altercados violentos y amenazas, aseguran vecinos de la comunidad.
“Nadie los quiere en el pueblo, ese es un pueblo tranquilo en el que todos nos conocemos, ellos no son de ahí. La señora era muy violenta, ella atacó a una mujer embarazada con una roca, a un niño también, la gente de ahí le tiene miedo, por eso no quieren venir a declarar, porque es muy agresiva, ya tiene antecedentes”, afirmó Paola, vecina.
El miércoles 12 de julio fue la audiencia de control en la que Reyes Jiménez fue vinculado a proceso gracias a las declaraciones de dos testigos de la discusión en vía pública, quienes refirieron que vieron a la madre de Luis Ángel jaloneando a Lupita, quizás con intención de arrebatarle a su bebé, mientras el imputado la golpeaba. Ellos tenían 7 meses de casados, únicamente por la iglesia.
“Se dictó auto de vinculación a proceso, hay testigos que vieron discusión antes del homicidio y que la mamá intervino, pero aún no está acreditado eso, el efecto es conceder el delito por el cual se va a seguir el procedimiento, hay un plazo de 4 meses para que se siga investigando, aportando datos de prueba, prácticas de dictámenes periciales en materia de genética, a la occisa se le encontraron cabellos y piel en las manos que podrían ser de uno de los dos atacantes, evidentemente ella se defendió de la agresión.
“Mientras, hay prisión preventiva oficiosa para el imputado, el delito es feminicidio, la penalidad llega hasta 70 años de cárcel, nosotros vamos a pedir la pena máxima porque fue algo con mucha saña, con mucho dolo, el cuerpo quedó completamente destrozado, dudan los familiares que haya sido una sola persona pero esto no es un juicio, es una vinculación porque se presume que él lo cometió”, informó el abogado Federico Arciniega Solórzano.
El abogado mencionó que los testigos no intervinieron por considerar se trataba de una discusión marital, desconocían que terminaría en tragedia.
Tras los hechos, el presunto feminicida dio declaraciones diferentes, primero dijo que ambos fueron asaltados, luego que se trataba de un intento de secuestro del bebé, luego que una camioneta le pasó encima a Lupita y le destrozó la cara, pero nada de eso fue creíble, pues corrió ensangrentado al kínder donde trabajaba y -según testigos- los niños lo vieron entrar al baño y lavarse las manos.
“No sabemos dónde inició el ataque, no sabemos si primero fue apuñalada y luego le tiró el block (tabique de construcción) él era violento con ella, desde que se casaron ella cambió un poco ya no iba a fiestas, no bailaba, no iba a casa porque el tipo de enojaba, yo varias veces le pregunté qué tenía, uno como hermano tiene intuición, yo no la veía feliz, si este desgraciado le hizo esta bajeza pienso que era violento y la tenía amenazada, pero ella no decía nada, yo viví muchas cosas con ella y algo me decía que mi hermana no estaba bien”, recordó su hermano mayor, Iván de Jesús.
La familia pide se aclaren inconsistencias como que la ropa con la que fue hallada la víctima estaba intacta aunque su cuerpo apuñalado, además la ropa ensangrentada de Luis Ángel, desapareció.
“Si hay leyes que protegen animales, ¿por qué no hay leyes efectivas que protejan a las mujeres?, esto no le debió pasar a mi hermana, exigimos toda la justicia”, reclamó Juana Isabel Benítez.
El sábado 8 de julio fue enterrada Lupita, al panteón la acompañaron poco más de 600 personas de la comunidad en un acto que, según ellos mismos, nunca se había visto. El lunes pasado, pobladores bloquearon avenidas de Nicolás Romero para exigir justicia.
“Ella siempre fue linda, muy humana, noble, alegre, a todo mundo le hablaba por eso todo el pueblo salió a protestar, el pueblo está indignado, para las personas de la tercera edad ella era su nieta postiza porque era una niña linda, hermosa, no tengo palabras para describir a mi hermana, solo era hermosa, se apasionaba con nuestros sueños, nos apoyaba, a mí me duele tanto esta situación”, lamentó el hermano mayor.
La familia asegura que el agresor ya había amenazado a Lupita con dañar a sus tres sobrinos, hijos de sus hermanos, pues previamente hubo mensajes anónimos vía teléfono celular que llegaban solo a la familia con amenazas a los menores y a la misma Lupita, eso fue denunciado.
“Ella nunca quiso decir nada, estoy seguro que estaba amenazada con hacerle daño a sus sobrinos que ella adoraba, decían cosas como que los iban a destazar, así, una mente enferma”, recordó Iván.
El bebé está con sus abuelos maternos, la defensa reclamará guardia y custodia en favor de ellos y la pérdida de la patria potestad para la abuela paterna.
"Somos más los buenos, tenemos que unirnos, si quienes vieron se hubieran involucrado, a mi hija no la habrían matado", dijo entre lágrimas don Jesús Benítez.
fmma