Sonia Magallanes fue una de las tantas policías que resguardaron Palacio Nacional el pasado domingo en la marcha por el Día Internacional de las Mujeres y quien recibió un abrazo por parte de una manifestante por su labor de protección.
Ella ya había soportado el estallido de tres bombas molotov y seguía resistiendo cuando la joven se le acercó llorando a agradecerle su trabajo.
"La señorita (una manifestante) se acerca con lágrimas en los ojos y me dice: ''muchas gracias, por aguantar todo esto, por apoyarnos, por protegernos''.
"En ese momento dejé todo atrás, le respondí que estábamos para servirle, agarré fuerzas, y el abrazo me dio aliento y motivación a ser mejor", contó a Reforma.
La mujer policía aseguró que recibió memos y comunicados de que quienes quisieran parar lo podían hacer.
“Pero aquí estamos, con el cuerpo lleno de moretones, no por obligación sino porque creemos que, como policías, no debemos parar
“Yo a algunas que estaban violentas sí les pregunté que por qué se enojaban con nosotras, si yo también soy mujer. No te voy a mentir, sentí mucho miedo”, reconoció.
Afirmó que su madre, luego de ver la fotografía donde aparece recibiendo el abrazo de una manifestante, le dijo que estaba orgullosa de ella, aunque también sintió angustia.
"Cuando mi familia vio la foto de la muchacha abrazándome, me dijo: ''si algo te pasara a ti, yo también lo destruiría todo y quemaría todo''", dijo, entre lágrimas.
(Mauricio Oblea)