Main logo

Ana Alondra, el feminicidio que indignó y despertó a Colorines, en el Edomex

Este domingo, en Colorines, las mujeres salieron a protestar por todas las que sufren en silencio el embate de la violencia de género

Escrito en METRÓPOLI el

Ana Alondra tenía 17 años, llegó a Toluca a estudiar Criminología, jugaba softball en su natal Colorines. Vivía en Santa Ana Tlapaltitlán y por ello el domingo 3 de octubre llegó a la Terminal de Autobuses de la capital mexiquense, tenía que ir a la escuela al día siguiente. Tomó un taxi y desapareció.

TAMBIÉN LEE: Guadalupe trabajaba como chofer de combis en Edomex; murió estrangulada 

Al día siguiente, su cuerpo fue encontrado en San Diego de los Padres, tenía huellas de violencia y estaba semidesnuda. De la deportista que había dejado Colorines, Valle de Bravo, de donde era originaria, poco quedó.

Por ello, este domingo en Colorines las mujeres salieron, con Ana Alondra que hoy ya no puede gritar su nombre, a protestar por todas las que sufren en silencio el embate de la violencia de género.

“Mujer escucha, ¡ésta es tu lucha”, gritaron más de 50 mujeres por las calles de Colorines, quienes en medio del calor de la tarde y la novedad de las marchas feministas, gritaron desde el hartazgo y el miedo.

Caminaron desde la escuela primaria “5 de Mayo” hacia el centro de la delegación, en donde guardaron un minuto de silencio por todas las víctimas, entre ellas Ana Alondra.

Avanzaron hacia el campo de béisbol donde la joven estudiante jugaba cada fin de semana cuando regresaba a visitar a su familia. A un costado del diamante donde Ana Alondras no volverá a pararse, gritaron y exigieron justicia.

Las feministas de Valle de Bravo les pidieron a las mujeres que asistieron que no volvieran a bajar la voz, pues por las injusticias se grita, se grita fuerte y claro, que parar la violencia machista se necesitan mujeres que la encaren.

Del feminicida de Alondra aún no se sabe nada, pero este domingo las mujeres de Colorines, comunidad ubicada a un hora y 40 minutos de Toluca, se prometieron no dejar de hacer ruido por las que ya no están, hasta que la justicia se haga costumbre.

 

 

rst