Aunque hoy en día la sexualidad está en todas las grandes historias, la libertad de hablar de esto los libros no siempre fue así, en muchas ocasiones los autores tuvieron que enfrentarse a la censura y el desprestigio. 

La sexualidad es algo normal y natural en la vida de todas y todos, pero por muchos años se buscó estigmatizarla. Es por eso que algunos libros y autores fueron transgresores y pioneros en su época. Aquí queremos contarte sobre algunos: 

El amante de Lady Chatterley (1928), de D. H. Lawrence

Este libro estuvo prohibido durante más de 30 años. En algunas partes del  mundo solo circulaba una versión censurada y reducida, que poco tiene que ver con el texto original. Fue considerada inmoral y pornográfica debido a las escenas donde se describen sin tapujos relaciones sexuales. Pero contenía algo aún más perturbador para las clases acomodadas y las mentes mojigatas: un trasfondo de crítica social. 

Se trata de una novela sobre una aristócrata que comete adulterio con un obrero, el guardabosques de sus tierras. Además de las escenas explícitas de sexo, Lawrence muestra la sexualidad y el deseo femenino desde un punto de vista demasiado natural y desinhibido, reivindica la libertad femenina y retrata con acritud un mundo dominado por el dinero y los tabúes sociales.

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Orlando (1928) de Virginia Woolf

La crítica consideró esta novela como una obra maestra, porque fue una obra totalmente transgresora en cuanto a forma y temática. En ella se tratan temas considerados tabúes en su época como la homosexualidad y la sexualidad femenina. Woolf cuestiona el rol de la mujer dentro de la sociedad y defiende su posición como creadora literaria. 

La obra se presenta como una biografía, pero en realidad es una parodia de ese género, Woolf narra las peripecias de un joven aristócrata inglés, apuesto, rico, seductor y cultivado, figura inspirada en Vita Sackville, escritora y amante de Woolf desde 1922. 

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El almuerzo desnudo (1959) de William Burroughs

Toda la obra  de Burroughs es una crítica corrosiva a los conservadores y paranoicos Estados Unidos de la posguerra, una crónica sobre la caída en el infierno de la droga, un retrato de ambientes sórdidos y sexualidad reprimida, una denuncia horrorizada y sardónica, onírica y alucinatoria de una sociedad sin esperanza ni futuro. 

El almuerzo desnudo es la secuela de Yonqui, con el mismo protagonista, William Lee (alter ego del autor), pero escrita de modo mucho menos convencional, mediante episodios no ordenados cronológicamente que pueden leerse de manera independiente, pero que, como el engranaje de un reloj, se complementan formando y dando ritmo a la historia, que no es otra que las peripecias de Lee buscando la próxima dosis.

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