En una sociedad en donde cada vez más se privilegia la información, dado al acceso que tenemos a los medios de comunicación y el avance de la tecnología, el debate de las ideas en diferentes aspectos de la vida se ve favorecido. El acceso a internet y a las distintas redes sociales, son un recurso para que se expresen las ideas; esta situación por supuesto tiene su lado positivo, ya que estimula al diálogo pero otro efecto es la confrontación entre las personas que opinan, incluso hoy en día toma tintes violentos. Algo muy actual es el debate en torno a considerar la defensa de los derechos de las mujeres como algo que se opone a los derechos de los varones, como si al defender los derechos de las primeras se desestimen a los hombres, cosa que en realidad no es así. Esto queda de manifiesto a partir de las marchas en contra de la violencia hacia las mujeres que tuvo lugar en la CDMX y en muchas partes del mundo el pasado 25 de noviembre, en donde una de las formas de protestar por parte de las participantes fue manifestando su enojo de diferentes maneras, algunos colectivos de mujeres expresaron su hartazgo ante la situación de violencia a la que están expuestas en la sociedad.

Esto fue considerado como algo reprobable por algunos sectores de la sociedad, en particular de línea conservadora, pues rompe con los estereotipos de feminidad, en donde tradicionalmente las mujeres son calladas, bien portadas, poco participan en la vida social y mucho menos se atreven a gritar y mostrar molestia; a diferencia de los varones, en donde generalmente desde pequeños se les anima a hacer uso de la violencia para dirimir sus desacuerdos. 

La prohibición al derecho a decidir

Otro de las manifestaciones de debate se da a partir de que diferentes grupos conservadores se oponen a la validación de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, en particular a la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) o aborto que actualmente se discute en los congresos locales de muchos Estados de la República, desde su postura lo consideran un asesinato, atentado hacia la vida humana. También muestran oposición a que la comunidad LGBTI+ acceda a derechos, les incomoda que este sector de la sociedad pueda casarse, adoptar a menores de edad y tener las mismas garantías legales y de protección que una pareja heterosexual, dado que consideran a las relaciones entre personas del sexo y a las identidades de género diversas como algo no natural, debido a que desde su perspectiva la naturaleza o Dios solo creo dos sexos (hombre y mujer), entonces la posibilidad de relacionarse afectivamente para la procreación de otro ser humano solo es posible en una relación entre un hombre y una mujer. 

Hoy en día las personas cuestionan cada vez más las creencias que históricamente se establecieron como verdades inamovibles, interpelan los decretos culturalmente asentados posibilitando la discusión entre las creencias y los argumentos de corte científico que se hacen presentes en muchos aspectos de la vida, como vía para acceder al conocimiento. 

Vencer al patriarcado, no a los hombres

En los temas de género, se encuentran confrontados los argumentos científicos y aquello que se ha denominado como ideología de género. La perspectiva de género como herramienta conceptual, ha podido visibilizar cómo el enemigo a vencer es el sistema patriarcal y no a los varones. El patriarcalismo, como un esquema culturalmente establecido que engrandece aquello identificado con una identidad masculina y las características atribuidas a lo masculino, como es la virilidad, la fuerza, valentía, entre otras. Lo femenino, en cambio, se ha desvalorizado, lo que favorece a las actitudes violentas y de desprecio que lo masculino ha demostrado a lo femenino.

Esta manera de entender al sistema cultural patriarcal es un gran aporte que han tenido los estudios de género y su posible mirada transversal en muchas áreas de la vida social, que puede quedar desacreditado al catalogarle como ideología.

Pero ¿cuál es el propósito de algunos grupos conservadores de llamarle ideología de género? Al hablar de ideología se demeritan los aportes desde diferentes perspectivas científicas para el avance y validación de los derechos de las mujeres y de las identidades de género y sexuales diversas. Este debate es perene, y lo que se necesita como sociedad que aspira a la reivindicación de los derechos de las personas es que se utilicen argumentos sistemáticos y despojarnos de creencias personales o de grupo.

Tania Lizbeth Meléndez Elizalde                                                      

Twitter: @MelendezTania20

Socióloga, Maestra y Candidata a Doctora en Ciencias Políticas y Sociales por la UNAM. Docente en la carrera de Sociología en la FES Aragón UNAM. Líneas de investigación: Sociología de la Familia, Sociología de la Religión, Perspectiva de Género, Cambio social y cultura.