El futuro, y el presente, se sienten cada vez más femeninos. Este 2019 que vive sus últimos días, fue irrumpido por las mujeres, nuestras voces se escucharon fuerte desde distintos ámbitos. 

Este año conocimos a Yalitza Aparicio, protagonista de la película Roma, nominada al Oscar como mejor actriz, su éxito le valió una campaña de ataques clasistas y racistas, incluso de sus mismos compañeros del gremio, sin embargo, también recibió el reconocimiento de figuras de talla internacional, y por supuesto, del público.

Megan Rapinoe, la capitana de la selección femenil de Estados Unidos, quien no solo consiguió llevar a su equipo a la victoria del Mundial, también destacó por sus apasionados discursos exigiendo salarios y tratos equitativos para las jugadoras de futbol soccer, por confrontar al presidente Donald Trump e inspirar a las niñas y jóvenes que deseen triunfar en el mundo deportivo.

Greta Thunberg, sin duda uno de los personajes más polémicos de este año, con tan solo 16 años, síndrome de Asperger y una determinación fuera de serie, es la activista que ha alzado fuerte la voz para alertar sobre el peligro que representa el cambio climático para la humanidad. Si bien ha recibido el apoyo, sobre todo de miles de jóvenes en el mundo, ha sido una de las mujeres más atacadas por sus adversarios, entre quienes se encuentran los presidentes Donald Trump y Jair Bolsonaro, de Brasil, quien incluso la llamó despectivamente “mocosa”. 

Greta fue incluida en la lista Forbes de las 100 mujeres más poderosas del mundo y nombrada la persona del año por la revista Time, justo porque tiene una poderosa voz que ha sido escuchada.

Frida Guerrera es otra de las mujeres que desde hace muchos años se ha convertido en la contención y apoyo de cientos de familias que han tenido la desgracia de perder una hija, una madre o una hermana a causa de los feminicidios. Su ayuda ha sido fundamental para la captura de varios feminicidas. La lucha de Frida es para buscar justicia y no dejar en la invisibilidad la memoria de estas mujeres asesinadas.

María Salguero, la creadora del Mapa Nacional de los feminicidios en México, es otra de las voces indispensable para entender la problemática de este doloroso tema, hasta octubre de este año llevaba contabilizados 3142 feminicidios en nuestro país, 10 mujeres asesinadas al día.

Y justo los feminicidios, las violaciones y la violencia contra la mujer dieron como resultado la protesta masiva, comenzando en el mes de marzo con el #Metoo, versión México, un polémico movimiento que inició con la denuncia de diversos tipos de acoso en varios gremios: académicos, escritores, actores, periodistas y músicos. 

Meses después, el 12 de agosto, nos sorprendió la primera manifestación contundente de mujeres y colectivos que se pronunciaron a las afueras de la procuraduría capitalina exigiendo justicia por las denuncias de violaciones a menores de edad por parte de policías. Fue tal el encono, que las reclamantes rompieron la puerta del edificio y una de ellas, aventó un puño de diamantina rosa al entonces secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta. Esa diamantina se convertiría en un emblema de la lucha femenina mexicana.

La segunda manifestación se llevó a cabo una semana después, en un mitin que inició en la Glorieta de Insurgentes, donde colectivos volvieron a alzar la voz, con más fuerza y con más furia. Incendiaron una estación del Metrobús y dejaron el monumento del Ángel de la Independencia con grafitis que expresaban el hartazgo, el coraje y el dolor que han dejado años de impunidad e indolencia en nuestro país.

Estos hechos dejaron ver la nula empatía por una gran parte de la sociedad, comenzando por los medios de comunicación, la mayoría les dio más fuerza a los actos vandálicos que a las causas que los provocaron, medios extranjeros fueron los que señalaron los altos índices de feminicidios en nuestro país.

En redes sociales la condena contra las manifestantes fue brutal, los insultos y descalificaciones eran proporcionales a la devoción que de pronto surgió por los monumentos históricos, pese a que arquitectos y restauradores de prestigio señalaban que no era grave, que el hecho de vandalizar esos espacios, al fin, los hacía útiles.

Fueron días de platicar mucho, con distintos tipos de personas, de leer diversas opiniones, de tratarnos de explicar lo que estaba pasando, de entender de una vez por todas que estaba naciendo o, mejor dicho, renaciendo algo y no habría quién lo pudiera detener.

Llegó el 25 de noviembre, Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una nueva marcha, más pintas a los monumentos, ahora le tocó al Hemiciclo a Juárez, las mismas descalificaciones, hasta el canciller Ebrard hizo un desafortunado comentario del cual se tuvo que retractar. La jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, declaró la alerta de género y anunció una serie de medidas que pretenden erradicar la violencia contra la mujer en la capital mexicana.

Y de Chile para el mundo, llegaron Las Tesis, un colectivo feminista que creo el tema “Un violador en tu camino” para denunciar los abusos sexuales a mujeres por parte de la policía chilena durante las protestas que se llevan a cabo contra el gobierno de Sebastián Piñera.

La canción, con un claro contenido feminista, se ha convertido un himno en el mundo, ha sido una de las expresiones más emotivas de sororidad, sin importar el idioma, la jerarquía, el estatus social, miles de mujeres han levantado la voz a través de este tema, se han convencido de que hay que luchar contra ese estado opresor, macho y violador.

2019 ha sido sin duda un año que ha despertado el feminismo, hay mucho por entender en este tema, por leer, por dialogar, por reflexionar, por luchar desde diferentes trincheras, pero aquí estamos, nosotras, de la mano y dispuestas en este presente y futuro femenino.