Tres personas perdieron la vida en la carretera Taxco-Iguala, dos de ellas eran sacerdotes y un maestro, mientras que otras dos personas resultaron lesionadas, de acuerdo con información del vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Herida.
El funcionario informó que las personas regresaban del poblado de Juliantla en una camioneta, cunado un comando armado cerró el paso al vehículo y varios sujetos empezaron a disparar con sus armas.
En el lugar perdieron la vida los sacerdotes Rogelio “N”, de 49 años, originario de Mezcala, municipio de Eduardo Neri; y Germán “N” de 39 años de edad, originario del municipio de Mártir de Cuilapan; además del profesor Iván “N”, de 37 años originario de Acapulco.
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Los dos lesionados son Arveli “N” de 25 años, quien perdió el dedo índice de la mano derecha, originaria del municipio de Mártir de Cuilapan; así como el pescador Oscar “N”, oriundo del municipio de San Marcos, quien resultó con un rozón en la mano derecha.
Ante este acto de violencia, la arquidiócesis de Acapulco pidió a las autoridades que una vez conocida la verdad sobre el ataque en el que murieron dos sacerdotes en Taxco se haga justicia.
En un comunicado, la iglesia informó sobre el fallecimiento del párroco de Las Vigas, San Marcos y del párroco de Mezcala.
“Estamos consternados ante este trágico suceso que enluta a toda la Comunidad Arquidiocesana y a la Comunidad de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa. Pedimos a las autoridades que una vez conocida la verdad, se actué en justicia”, agregó.
La arquidiócesis que encabeza el arzobispo Leopoldo González González pidió orar por el descanso de ambos sacerdotes y la recuperación de las personas heridas en el ataque ocurrido esta madrugada.
Agresiones contra sacerdotes
Durante 2017, México fue el país con el mayor número de sacerdotes asesinados, con un total de cuatro, de acuerdo con el reporte anual de Fides, la agencia de prensa de la Santa Sede, cuya sede está en el Palacio de Propaganda Fide en la Ciudad del Vaticano. Fides es parte de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
El primer sacerdote que fue asesinado fue Joaquín Hernández Sifuentes, quien desaparecido el 3 de enero. El cuerpo del párroco, de la diócesis de Saltillo, Coahuila, fue hallado algunos días después por las autoridades mexicanas, junto con otros dos cadáveres.
Otro caso es el del sacerdote Felipe Carrillo Altamirano, quien fue asesinado el 26 de marzo en la localidad de El Nayar, en el estado del Nayarit, durante una agresión por robo.
El sacerdote diocesano Luis Lopez Villa, de 71 años de edad, fue asesinado por unos delincuentes que irrumpieron en la Parroquia San Isidro Labrador, en el municipio mexiquense de Los Reyes.
El 3 de agosto falleció en el hospital el sacerdote José Miguel Machorro, de 55 años. El 15 de mayo fue víctima de un ataque de arma blanca por parte de un individuo casi al final de la misa que celebraba en la Catedral de la Ciudad de México.
Fue atacado en el altar por un hombre de unos 30 años que le procuró al menos tres puñaladas. Algunos fieles pidieron ayuda de inmediato, mientras que otros detuvieron al atacante y lo sostuvieron hasta que llegaron las fuerzas de seguridad.
Al parecer el agresor sufría un trastorno psicótico por el cual no fue capaz de distinguir entre fantasía y realidad. Desde el momento de la agresión, las condiciones del sacerdote se agravaron cada vez más hasta que el murió.
Con información de La Jornada y Río Doce
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