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Yunes Linares compró equipo oncológico deficiente que puso en riesgo a pacientes

El titular de la secretaria de Salud, Roberto Ramos Alor reconoció que el equipo no era el adecuado desde que fue adquirido por la administración de Yunes

Escrito en VERACRUZ el

La Secretaría de Salud de Veracruz, adquirió durante el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares cinco campanas de flujo laminar vertical que fueron reportadas como deficientes y que dejó sin quimioterapias –y en riesgo de recaer en el cáncer– a más de 50 menores del Hospital Infantil de Veracruz.

La Silla Rota Veracruz obtuvo copias de contratos y documentos oficiales que reflejan la compra del equipo oncológico que tuvo un costo de más de 300 mil pesos y que fueron reportados por fallas en el proceso de entrega recepción de los gobiernos encabezados por Yunes Linares y Cuitláhuac García Jiménez.

El contrato de compra 135/2017 consta que el pasado 21 de julio de 2018 la empresa Thirf Comercializadora de Capital Variable S.A. de C.V. entregó 5 Campanas de Flujo Laminar Vertical, cada una con un costo de 63 mil 793 pesos; en total la empresa recibió un monto de 52 millones 111 mil 786 pesos por material médico.

Para febrero de 2019, la Secretaria de Salud del estado -ahora a cargo de Roberto Ramos Alor-recibió una “Lista de bienes con problemas” en la que se detalla que los cinco equipos adquiridos 7 meses atrás presentan deficiencias.

“Una de las campanas de flujo laminar no estaba pensada en el área en dónde se fuera a ubicar, una de las campanas se encuentra en el área de quimioterapias pediátrica, por lo que la campana de flujo laminar debe ser isotóxica, lo que comenta el proveedor es que él cumple con la licitación” detalla el documento.

El equipo mencionado, se utiliza para llevar a cabo los compuestos de medicamentos -que pueden ser dos o más dependiendo el caso- en un ambiente estéril, libre de bacterias o microorganismos que puedan derivar de la mezcla y que dañen la solución que los menores con cáncer reciben para combatirlo.

Tal como hiciera con otros problemas de salud pública en el estado, Ramos Alor se negó en un primer momento a dar declaraciones respecto al reiterado desabasto de medicamentos oncológicos e infraestructura para aplicación; “ese tema si no” dijo mientas huía a medios de comunicación el pasado 3 de octubre.

Tras dos días de bloqueos en las calles aledañas al Hospital Infantil, y una demanda colectiva de amparo en el Poder Judicial de la Federación padres de familia de niños con cáncer lograron que se iniciara la aplicación de tratamientos de quimioterapia.

Fue hasta entonces que el titular de la secretaria de Salud reconoció que el equipo no era el adecuado desde que fue adquirido por la administración anterior, por lo que los tratamientos oncológicos serían preparados en la clínica regional del ISSSTE, y aplicados en la Torre Pediátrica, de acuerdo con declaraciones de los padres.

No obstante, hasta el pasado martes 9 de octubre tan solo 15 formularios se habían repartido a padres de menores con este diagnóstico de un total de 40 pacientes.

Para el oncólogo clínico Juan Carlos Rodríguez Tejeda, el buen funcionamiento del equipo dependen, en gran medida, de cómo sea conectado y el área en el que se encuentre, ya que además de las quimioterapias, pueden ser usados para el llenado de soluciones parentenaless, y preparación de medicamentos específicos.

Por lo que incluso la instalación de las campanas pudo haberse llevado a cabo de manera errónea, ya que, a decir del especialista, estas pudieron “ser de calidad” pero si la infraestructura complementaria no era la adecuada las fallas surgen.

Cabe mencionar que el Hospital Infantil de Veracruz, mejor conocido como Torre Pediátrica ha sido objeto de polémicas luego de que se evidenciaran las deficiencias en su construcción y en obras de remodelación durante los gobiernos de Javier Duarte de Ochoa y Yunes Lianres.

En documento de recepción los funcionarios de salud especificaron que “una de las campanas de flujo laminar no estaba pensada en el área en dónde se fuera a ubicar”, información que fue omitida durante más de siete meses.

Rodríguez Tejeda indicó que la empresa proveedora debió incluir en la venta de los equipos el mantenimiento, el cual se debió llevar a cabo a los 12 meses de la adquisición. Por lo que, en su opinión, esta no fue llevada a cabo y derivó en la suspensión de tratamientos.

“Es como comprar un auto, la empresa te debe indicar el momento en el que necesitan mantenimiento” dijo.

PACIENTES PEDIÁTRICOS, LOS MÁS AFECTADOS

Más de 50 menores suspendieron su tratamiento tras el fallo de la campana, situación que podría afectar su ya delicada condición, el oncólogo especialista explicó para E-Consulta que dependiendo la fase en la que se encuentre el paciente afectará en mayor medida la suspensión del mismo.

“Si un paciente está en una etapa intensiva del tratamiento, forzosamente debe recibir la quimioterapia en tiempo y forma, porque si no el objetivo no va a cumplir y el problema se agrava.

Indicó que los pacientes en recaída o en recuperación pueden pasar algún tiempo sin el medicamento intravenoso, sin embargo, si genera un retraso.

Además de los fallos en equipo, los familiares de niños con cáncer deben realizar incluso redes de personas para comprar medicamentos necesarios para el tratamiento que escasearon desde hace varios meses en los nosocomios del estado.

ygr