Main logo

Xóchitl quedó ciega tras ser atropellada; no se rindió y egresó de UV

A pesar de que vive sin ver tras ser atropellada frente a PH, Xóchitl asegura que buscar justicia en Veracruz es lo más difícil

Escrito en VERACRUZ el

Xóchilt quiere subir un post a su Instagram, “en esa ¿Cómo me veo? ¿Te gusta a ti? Yo confío en tus ojos, ahorita te digo que le vamos a escribir”, le dice a quien sostiene su teléfono y le describe las fotos que fueron capturadas el día de su graduación, afuera de la Universidad Veracruzana (UV).

Ella no era ciega, perdió la vista tras ser atropellada afuera de PH, un popular antro de la zona conurbada en 2017.

Hace algunos días se hizo viral en Twitter un post con su fotografía afuera de la Faculta de Educación Física de la Universidad Veracruzana:


CONCLUÍ MI CARRERA! Saqué 10 en mi tesis <3 comencé en el 2015 y en el 2017 me atropellaron regresando en silla de ruedas y ciega, pensé ¿cómo podré dar clases así? fue un reto pero hoy puedo decir soy licenciada en educación física.


Más allá de recibir comentarios alentadores o ser felicitada ella buscaba ser vista para recordarle a todos que quien intentó matarla está prófugo y que en su caso no hay ningún avance, pues ha solicitado información sobre la carpeta de investigación 2856/2017, sin recibir respuesta por parte de la Fiscalía Regional de Veracruz.

La joven fue arrollada afuera de uno de los antros más concurridos de Boca del Río por Javier Ch. L., hijo de un Piloto Naval de Veracruz con el mismo nombre, quien al percatarse de que la atropelló retrocedió para “rematarla”, dice Xóchitl Romero Muro. 

Su melena se atoró en la parte trasera de la camioneta y fue arrastrada por lo menos 10 metros, enormes llagas se formaron en su cuerpo con múltiples fracturas: fémur, pelvis y tobillo. 

“Sabía que muerta le salía más barata”, dice la joven.

Sin embargo, ella no recibió ninguna reparación de daño de parte del responsable. Al otro día del accidente la casa del joven estaba vacía, él con ayuda de sus padres se fugó de Veracruz, dice la joven. Como Marlon Botas este 2021. 

La madre Xóchitl Muro Acosta considera que la investigación no ha avanzado porque el padre de Javier es alto funcionario de la Primera Región Naval. Los videos del hecho no fueron proporcionados porque el joven involucrado amenazó a los testigos.

Javier vive “como si nada hubiera pasado” en La Paz, Baja California, según la información recabada de las redes sociales por la familia de Xóchitl.

“Solo quería morirme, ciega y sin caminar yo ¿A qué me quedaba?”, pensó Xóchitl el día que le dijeron que perdería la vista y que posiblemente le amputarían la pierna pues una bacteria devoraba su fémur velozmente.

Su vida era el deporte. Desde pequeña dedicó su vida al voleibol, remataba con acierto en Olimpiadas Nacionales, encestaba “a la primera” jugando basquetbol y era veloz en handball. Todos la conocían porque que bailar le apasionaba. Estar en movimiento le hacía feliz. 

Ahora se desplaza lento con apoyo de una andadera, pero eso no le impide moverse por todo el Puerto sola. 



Recordaba cómo era su vida en los pocos momentos lúcidos que tenía en el hospital, entre sus largas siestas sedada con morfina. Era lo único que calmaba su dolor. Sufrió dos infartos internada “cuando te va a dar tu cuerpo pica, arde”. 


¿CÓMO FUE QUE XÓCHITL RESISTIÓ TANTO?

Ella dice que lo que “le salvó la vida” fue el deporte: haber ejercitado su cuerpo tantos años le permitió tener una masa ósea y muscular muy fuerte. Especialistas que la atendieron le contaron que fue difícil operarla por lo resistente de sus músculos.

En ello basó su tesis, a la que nombró “Beneficios de antecedentes deportivos del joven adulto ante un accidente traumatológico”; ella fue la primera estudiante ciega de FEFUV.

Recibió mucho apoyo, recuerda el mes en el que redactó su tesis: toda la tarde se reunía con amigos que le ayudaban a redactar lo que ella buscaba plantear en su tesis, investigaba y se apoyaban de audio libros y les dictaba a quien ese día escribía en el documento de Drive que varios de sus compañeros la editaron. “Porque más vale tener amigos que dinero”.

Xóchitl contó que “reaprendió a aprender”, inició la carrera con todas sus capacidades, continúo con ceguera y culminó en línea, por la pandemia.

Las clases que imparte también son a través de zoom, les pide a los papás de los niños corroborar que sus hijos estén realizando bien los movimientos. 

-¿Qué es lo que más extrañas ver? 

-Mis ojos, me encantaban mis ojos y mi cara. Mi vista es lo que más me dolió perder. Me entristece un poco saber que no podré ver como envejecen mis papás. 

-Sin tus ojos ¿Cómo logras maquillarte? 

-Conozco mi cara a la perfección, antes era maquillista y empecé poniéndome un poco de rímel y tal, después fui capaz de maquillarme completamente. Incluso hago tutoriales de maquillaje para las personas con discapacidad visual. 

-Tener tu vista y luego perderla, ¿Te hizo notar que no existe sensibilidad e inclusión para personas con ceguera?

-Sí, así como hay quienes te apoyan otras muestran rechazo, sin embargo, en lugar de ver ese rechazo yo veo una oportunidad de enseñarle a las personas a ser inclusivas. Es cierto también que hay que luchar por la inclusión, aportar algo a la sociedad y esforzarse, no por ser una persona con discapacidad deben darte todo. La inclusión también se gana. 

En 2020 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) contabilizó que de los 8 millones 62 mil 653 personas que viven en Veracruz al menos 1 millón 542 mil 272 viven con algún tipo de discapacidad, cifra que supera los 12 millones 800 mil a nivel nacional, de los cuales el 61% es invidente, como Xochitil. 

Ella ya se encontraba cursando la universidad cuando perdió la vista, sin embargo, el panorama es distinto para muchas otras personas con discapacidad. Solo el 28% logran tener acceso a la educación superior de acuerdo con datos del Instituto Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) publicado en el 2018. 

Este mismo estudio reveló que solo el 25 por ciento de las personas que presentan alguna discapacidad y realización una actividad económica tiene contrato y sólo 27% cuenta con prestaciones médicas.

“No me conozcas por mi discapacidad, conóceme por mis capacidades” es una de las frases favoritas de Xochitl, a quién le encanta hablar y por ello decidió hacer videoblogs dónde muestra como imparte sus clases de educación física, da tutoriales de maquillaje y cuenta cómo sobrevivió a un intento de homicidio. 

“Yo no pude defenderme, yo tenía que salvar mi vida, pero ahora buscaré justicia”, culminó.


am