Es oficial: la tercera oleada de covid es la más potente registrada hasta el momento, en la que día con día se reportan cientos de contagios nuevos en Veracruz, sin una tendencia a la baja en el futuro cercano.
Asimismo, tras la crisis económica ocasionada por varios meses de paro en negocios y servicios, volver a cerrar la actividad comercial se convierte en una opción menos viable, por lo que empleados y clientes se exponen aún más al virus en espacios cerrados.
Gel desinfectante, mascarillas, caretas y tapetes son el kit infaltable en cada local y negocio que pretenda reabrir y mantenerse durante la emergencia, sin embargo, muchos la ventilación de espacios es una de las medidas más efectivas de las que poco se habla.
Inicio de la confusión
En los primeros meses de la pandemia las autoridades de salud e investigadores del mundo desconocían mucho sobre el virus nuevo, en especial su forma de transmisión.
Al inicio, se manejó que el SARS CoV-2 saltaba de persona a persona por medio de las superficies, en donde las personas infectadas dejaban rastros del virus, y la gente sana tocaba dichas superficies y al llevarse las manos ala boca o nariz, contraían la enfermedad.
También, se desestimó que la transmisión por el aire fuera importante, a pesar que el nuevo coronavirus comparte su estructura con los virus de la gripe e influenza.
Meses después, cuando investigadores de varios países confirmaron que el virus viajaba mejor por el aire que por las superficies, se recomendó el uso de cubrebocas, la sana distancia y la apertura de espacios cerrados.
Espacios ventilados vs cerrados
Sin embargo, luego de año y medio del inicio de la emergencia en México, el papel de la ventilación en espacios públicos sigue siendo relegado, mientras medidas inútiles como los tapetes sanitizantes siguen vigentes.
Lugares de alta concentración y paso de personas, como centros comerciales y cajeros automáticos operan en su mayoría con sistemas de aire acondicionado, los cuales recirculan el aire una y otra vez dentro del espacio.
Este sistema de refrigeración permite que con el paso del día, se acumulen gotas y aerosoles de respiración con partículas de covid-19, los cuales por el movimiento del aire pueden expandirse por todo el espacio.
En autobuses de pasaje y turismo con aire acondicionad la situación es peor, debido a que el reducido tamaño acerca aún más las personas, que en caso de ser contagiosos de covid aumentan el riesgo de transmitir la enfermedad a otros viajeros.
Además, los autobuses nuevos de empresas como ADO y AU no cuentan con ventanas abatibles y el espacio interior se encuentra sellado herméticamente.
Empresas de pasajes promocionan su servicio como seguro, por contar con “todas las medidas de salud”, pero en muchas ocasiones no cuentan con la segunda más importante hasta el momento: ventilar el espacio.
Como se analizó en los primeros meses de la pandemia, un caso específico en Estados Unidos, una pasajera en un autobús de turismo contagió a al menos una decena de pasajeros, debido a que el aire acondicionado transmitió las partículas con covid en la cabina.
De igual forma, la continuidad de los viajes en las centrales de autobuses de Veracruz con todos los asientos ocupados, pasajeros que incumplen el uso de cubrebocas, y el aire contaminado dentro de la cabina son un factor importante en el crecimiento de la tercera ola.
Soluciones
En lugares como salones de clases, centros comerciales, plazas y bancos, la solución es simple: con abrir la puerta o ventanas, y permitir la circulación de aire desde el exterior, disminuye la capacidad de transmisión de covid, ya que la corriente de aire fresco limpia constantemente el espacio.
En autobuses se complica la situación, debido a la imposibilidad de abrir ventanas.
En este caso, los sistemas de aire acondicionado deben modificarse para tener tomas de aire exterior, así como salidas para expulsar la atmosfera contenida en la cabina del autobús.
Por su parte, los aviones comerciales cuentan con sistemas de filtrado de partículas en el aire acondicionado, que cada cierto tiempo limpia el aire de la cabina atrapando las posibles partículas de covid en filtros HEPA con capacidad incluso superior a cubrebocas N95.
Negocios y autoridades deben hacer énfasis en la utilidad de la ventilación de espacios, ya que sin esta, ni el cubrebocas más caro, ni la higiene de manos y de zapatos podrá contener brotes masivos de contagios en espacios cerrados.