Una casa marcada con el número 98 del fraccionamiento Floresta, entre las calles Níspero y Nanche, alberga las oficinas de la Asociación Residentes Unidos del Fraccionamiento Floresta (Rufac), la cual hace 17 años intenta resolver numerosos problemas que aquejan a los habitantes de la zona.
Dentro de la casa cuatro mujeres, todas habitantes del fraccionamiento, trabajan todos los días atendiendo quejas y problemas que se presentan en la zona, que van desde inseguridad hasta detalles en tomas de drenajes pluviales.
María Teresa Aguilar Alvarado, presidenta de la asociación, lleva viviendo dentro del fraccionamiento desde hace 30 años; a ella le tocó vivir distintos acontecimientos que marcaron la historia del lugar y de sus habitantes, como las inundaciones de 2005 y 2010 por los huracanes Stan y Karl.
El fraccionamiento es habitado por 2 mil 500 personas, la mayoría, como María Teresa, son personas jubiladas, adultos mayores que se han unido para exigir diversos apoyos para mejorar la zona donde viven y que aportan sus conocimientos para mejorar las condiciones su hogar.
Muchos de los integrantes de la asociación son personas expertas en hidráulica y arquitectos con distintas profesiones. Eso les permitió realizar un estudio de toda la zona y ver la problemática de las inundaciones e inseguridad.
“La asociación siempre trabaja. Ahorita mis compañeros varones andan viendo los canales, los colectores, qué hace falta. Estamos muy organizados; otros están viendo las cuestiones del bacheo, los jardines, áreas verdes, aquí estamos siempre trabajando”, dijo.
Huracanes consolidaron la asociación
Hace 17 años se unieron para ayudar a las personas afectadas por el huracán Stan, que azotó las costas veracruzanas en el año 2005.
Debido a este fenómeno meteorológico cinco estados del país fueron afectados y declarados como zona de desastre: Chiapas, Hidalgo, Oaxaca, Puebla y Veracruz.
De acuerdo a la Secretaría de Gobierno (Segob) la entidad veracruzana fue la según que más daños registró. El 71 por ciento de los daños totales fueron concentrados en Chiapas, seguido por Veracruz con 12 y Oaxaca con ocho.
“El huracán Stan nos pegó muy fuerte, algunos vecinos nos dimos cuenta que la zona del Floresta se divide en una zona baja y un alta. Los que estábamos en la zona alta pues estábamos disfrutando de días libres, pero vimos como los vecinos de la parte baja pasaban con todas sus cosas mojadas y no nos gustó, por lo que empezamos a trabajar en pro de esos vecinos”, dijo María Teresa Aguilar Alvarado.
En el 2010 otro huracán volvió a causar daños dentro del fraccionamiento, esta vez peores, pues de acuerdo a Aguilar Alvarado las casas que se encontraban en la zona sur se inundaron por completo.
El agua llegó hasta el techo, lo que provocó que muchos habitantes perdieran su patrimonio, por lo que decidieron organizarse para exigir apoyo de las autoridades.
“Tenemos dos años que ya no nos inundamos, hemos trabajado mucho en el mantenimiento preventivo para que vivamos más tranquilos. Hemos hecho muchas gestiones a diferentes niveles de gobierno: federal, estatal y municipal, los hemos llevado a que cada uno de ellos haga la función que les corresponde”, declaró.
Lograron que el gobierno federal limpie todos los canales que les corresponde, el gobierno estatal les donó una bomba para que no se tapen los drenajes, pero antes de eso fueron los vecinos quienes tuvieron que realizar estudios de la zona para poder exigir los apoyos.
“Trabajamos con PowerPoint, con niveles, medidas, por ejemplo, este plano de aquí es de niveles, con nuestro esfuerzo se hizo una nivelación para demostrarle a las autoridades que el fraccionamiento no está bajo del nivel del mar como decían, le demostramos que no es así y que el Floresta tiene solución”.
Pese a que las autoridades desahuciaron al fraccionamiento, pues incluso el exgobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, había propuesto comprar las casas de la zona para demolerlas y construir una laguna, los habitantes demostraron que el problema de las inundaciones tenía solución.
María Teresa aseguró que, si ellos no se hubieran unido para exigir apoyos y programas, el fraccionamiento seguiría peor de lo que estaba hace 12 años.
Por problemas de inseguridad crean alarmas vecinales
Después de lograr las gestiones para que el fraccionamiento no se inundara, la asociación vecinal detectó el problema de la inseguridad en la zona.
Robos a casa habitación y a transeúntes comenzaron a repuntar, aseguró María Teresa. “La inseguridad se viene manejando desde hace como ocho años, a veces se intensifica, a veces disminuye con los trabajos que hacemos aquí. Hemos hecho mucho trabajo, tenemos alarmas vecinales”, contó.
Aunque aseguró que cuentan con rondines que la policía municipal hace en el fraccionamiento, esto a veces no es suficiente.
Los vecinos realizaron un estudio de inseguridad para detectar los puntos donde más se cometían asaltos en el fraccionamiento, a través de mapeos de la zona los resultados arrojaron que los sitios donde había pocas luminarias eran los lugares más peligrosos para las personas.
Los habitantes del Floresta crearon sus alarmas vecinales para combatir el problema de inseguridad, las cuales funcionan desde sus celulares marcando distintos códigos dependiendo la situación de peligro en la que se encuentren.
“Tienen tres funciones: una es para la cuestión de prevención del delito, otras para médicos y también para las cuestiones de incendio o inundaciones, son las tres funciones que tienen la alarmas”, explicó María Teresa.
Con estas estrategias aseguró que los delitos de robos dentro de la zona disminuyeron.
Para pagar estas alarmas vecinales y otras herramientas o maquinaria extra que necesiten, la asociación recauda fondos por medio de quermeses o bingos que realizan.
También sobreviven gracias a la aportación voluntaria que hacen los vecinos y las donaciones de herramientas.
Antes de la pandemia de la covid-19 tenían reuniones de prevención al delito con policía naval y Fuerza Civil, sin embargo, se suspendieron, aunque planean retomarlas, aseguró María Teresa.
El equipo de la Silla Rota Veracruz intentó contactar a la alcaldesa de municipio de Veracruz para saber si han tenido acercamiento con los vecinos de esta zona o de alguna otra para entablar alguna estrategia de seguridad, sin embargo, no pudo atender la entrevista.
Disminuyen delitos de robo en Veracruz
De acuerdo a datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), del 2018 a enero de 2022 en el estado de Veracruz se registraron 11 mil 157 denuncias por robo a casa habitación y 8 mil 523 a transeúntes.
El año donde más robos a casas hubo fue en 2019 con 3 mil 208 y a los transeúntes fue el 2021 con 2 mil 799.
El secretario Seguridad Pública del Estado de Veracruz, Hugo Gutiérrez Maldonado, indicó que los delitos por robos disminuyeron en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.
“El que más ha bajado es el robo a casa habitación, a negocios. Hay mucha gente que ya se empezó a inscribir al botón empresarial y eso nos ha dado para detener a las personas”, dijo Hugo Gutiérrez Maldonado.
De acuerdo con el secretario la dependencia se encuentra trabajando en conjunto con autoridades municipales para incrementar el número de policías municipales.
Gutiérrez Maldonado señaló que el puerto de Veracruz debe de tener al menos 400 policías para cubrir la demanda de delitos que hay en la zona, actualmente la Policía Municipal cuenta con 135 elementos.
En el caso de los habitantes del Floresta, se mantienen unidos para mantener seguro su fraccionamiento y exigir a las autoridades mayor vigilancia en la zona.
“Esa cultura estamos sembrándola en los muchachos jóvenes porque nosotros vamos en bajada, esto de estar jubilados nos ha permitido que nuestro conocimiento sea abonado a una problemática común”, puntualizó María Teresa.
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