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Vecinos buscan darle un entierro digno a Emiliano

Piden recuperar su cuerpo del el Semefo, para darle un sepelio digno a quien, en vida, fue un buen vecino y amigo de ellos

Escrito en VERACRUZ el

Emiliano Martínez Jacinta era un hombre sin hogar que murió la madrugada del 25 de julio en calles de la Colonia Venustiano Carranza de la ciudad de Boca del Río, solo, acostado sobre un remolque que estaba estacionado al costado de la banqueta.

Su cuerpo se encuentra desde entonces en el Servicio Médico Forense (Semefo), de donde será trasladado a una fosa común si en los siguientes 15 días ningún familiar lo reclama.

Los vecinos que por seis años convivieron con él, se niegan a dejar que el cuerpo del hombre tenga ese destino, en su lugar están dispuestos a hacerse responsables de cubrir los gastos funerarios.

Sin embargo, la Fiscalía General del Estado (FGE) negó la posibilidad de entregar el cuerpo, ya que no cuentan con ningún documento oficial que acredite que el hombre fue asentado en el Registro Civil.

Elba Quero, una de las vecinas de Emiliano, pide la intervención de autoridades municipales y estatales para facilitar los trámites que permitan hacerse cargo del sepelio de Emiliano.

“Nosotros lo que queremos es darle cristina sepultura, esta persona vivía en la calle, siempre nos barría la calle y los vecinos siempre fueron agradecidos dándole un taquito para que comiera, dándole unos pesos, y nosotros ahora no queremos que quede en una fosa común”, declaró.

Hombre sin hogar

La esquina entre las calles Excélsior y Sol Veracruzano es el sitio en el que murió Emiliano Martínez Jacinta el jueves 25 de julio.

Dos veladoras apagadas al frente de un florero que sostiene una fotografía suya es el sitio en donde los vecinos lo encontraron.

Durante seis años durmió en un viejo sillón blanco al pie de un almendro frente al lugar donde falleció.

Su compañera era una perrita criolla a la que llamó Estrella y que ahora fue adoptada por una vecina.

Como la de otras personas que no tienen hogar en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, Emiliano era apoyado por sus vecinos, quienes le daban comida y en ocasiones dinero por barrer el frente de sus casas.

Por las largas conversaciones que tenía con algunos de los vecinos se sabía que era originario de Temascal, en el estado de Oaxaca, que nunca tuvo hijos y que hasta hacía unos años vivió con una mujer que era su pareja.

Una enfermedad derivada de su alcoholismo y la neumonía que padecía desde hacía varios meses fue lo que finalmente le causó la muerte.

Su salud fue acabando poco a poco, según el testimonio de sus vecinos, quienes al final de sus días pidieron ayuda a la Cruz Roja para trasladarlo a un centro hospitalario, ayuda que él no aceptó.

“Nunca nos faltó al respeto, no era grosero, siempre nos mantenía la calle limpia y estamos sufriendo que se le quiera echar en una fosa común cuando nosotros estamos dispuestos a cubrir los gastos de su funeral”, afirmó una vecina que lo conoció.