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Sin trabajo, Rogelio busca pagar la tumba de su esposa

“La pena tiene cara de hambre”, afirma el albañil que quedó viudo y sin empleo por la pandemia, pero tiene que pagar el entierro de su mujer

Escrito en ESTADOS el

XALAPA, VER.- Viudo, con deudas y sin empleo, a sus 61 años Rogelio Sánchez pide un "apoyo pequeño" afuera de la sede del Congreso de Veracruz. En una cartulina blanca escribió que no tiene "ni para comer".

"A mí me da pena, pero ahora sí que la pena tiene cara de hambre (...), la verdad", expresa el albañil avecindando en la colonia Progreso Macuiltépetl de Xalapa, pero sin trabajo desde quince días a la fecha.

Una descolorida gorra protege a Rogelio del sol del mediodía y pese a la indiferencia de peatones, porta la cartulina escrita a mano con una petición dirigida al presidente de la "Cámara de Diputados".

"Señor Presidente de la Cámara de Diputados. Presente. Señores diputados vengo a pedir apoyo económico, (...) No cuento ni para comer. Disculpen, (...) no tengo trabajo"

Busca pagar tumba

Aparte de la pena, Rogelio carga con el dolor de perder el pasado 28 de julio a su esposa por más de cuarenta años, Francisca Ortiz, víctima de una cardiopatía, padecimiento por el cual el estado de Veracruz ocupa el octavo lugar en México, conforme a las cifras de la Asociación Xalapeña de Cardiología.

"No me veo cansado, no me veo agotado, no se murió de la pandemia, sino que murió de tres infartos que le dieron a ella, y a raíz de eso, el poquito de recurso que tenía lo gasté en ella"

La baja en la actividad de la industria de la construcción en Veracruz afectó directamente a Rogelio Sánchez.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la entidad había perdido hasta el mes de julio de 2020 un 0.3 por ciento de la producción que generan las empresas constructoras en el país; luego de que en junio de este año había aportado 5.3 por ciento de la producción total y al mes siguiente, un 5.0 por ciento; es decir, la producción en la industria de la construcción retrocedió tres décimas de punto.

Dada la falta de trabajo Rogelio igual ofrece desde labores de fontanería y arreglos de jardinería y pone a disposición un teléfono, el 2281-773648, para localizarle en caso de un servicio.

Rogelio narra que durante dos meses cuidó a su mujer, pero el fallecimiento de Francisca obligó al albañil a endeudarse para pagar el lote donde sepultarla en el Panteón Xalapeño.

"La cuidé hasta el último minuto que ella tuvo de vida; estuve cuarenta y dos años con ella y desgraciadamente estoy padeciendo esto del trabajo"

Sus dos hijos le apoyaron con unos gastos, en tanto que una persona le dio la facilidad de pagar los 30 mil pesos del terreno en el cementerio a plazos. 

El albañil colecta peso en peso para cubrir el monto pendiente.

"La verdad me ayudaron mis hijos y la gente me echaron la mano, me ayudaron con la caja, con el panteón, me prestaron y estoy endrogado con el terreno y son 30 mil pesos los que tengo de deuda con el señor del panteón. Él me dijo ‘te voy a echar la mano hasta cuando tú puedas, si pasa un mes, mes y medio, yo te espero para que tú me pagues’ pero sigo juntando".

Pese al descenso en la industria de la construcción, el INEGI advierte en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE 8-20) una leve recuperación de dos puntos porcentuales en la tasa de ocupación, a razón de 97.8 en agosto de 2020 contra 95.9 en agosto de 2019.

Quincena sin trabajo

Sin embargo, en la práctica, Rogelio acumula una quincena sin trabajar y por consiguiente, sin ingresos. Un día solo colectó 80 pesos, pero gastó 10 en tortillas y ahorró 70 para el terreno donde sepultó a su mujer. El hombre subsiste igualmente gracias a una despensa que le brinda su hija.

"La verdad es que no hay trabajo, no hay empleo, yo soy albañil, y a raíz de eso, la verdad estoy sufriendo económicamente de los alimentos, y eso me hace falta ahorita, (...) no cuento con mis familiares, solo cuento con mi hija pero vive en Temascal, Oaxaca, mi hijo de Xalapa me ayudó con la caja y yo me endrogué con el terreno"

Rogelio ofrece su teléfono para conseguir trabajo, no espera que la ayuda le llegue del cielo.

"Aquí vengo y les doy mi número de teléfono a los señores, voy a las dependencias, les doy mi número y a veces me solicitan y voy a podar un jardín; una llave que se rompió, voy y la instalo; y eso lo voy guardando poco a poco para lo del terreno, no lo voy gastando porque no me hace satisfacer el gastar más de lo que estoy ganando"

En vísperas de la Sesión Ordinaria de la Diputación Permanente de este miércoles 8 de octubre, por primera vez don Rogelio acudió a las afueras del Congreso del Estado para colectar apoyos, pero apenas consigue entre 10 a 20 pesos por donativo, según confiesa.

"No les pido más, no les pido mucho, más un apoyo pequeño, no les pido mucho a nadie"

ygr