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Sin trabajo por covid-19, taxistas ahora compiten con UberEats

El principal ingreso de los ruleteros ahora es la entrega de alimentos, llevándolos de restaurantes hasta los hogares de quienes están en cuarentena

Escrito en VERACRUZ el

Xalapa, Ver. - Román tiene 62 años y desde hace 10 es taxista. En toda su vida no le había tocado vivir una crisis tan severa como la que inició hace un mes. De pronto, no pudo sacar la cuenta del día, que para entonces era de 300 pesos diarios, más gasolina.

Cuando la pandemia del coronavirus covid-19 golpeó a Veracruz y los primeros casos positivos se daban a conocer, Román minimizó lo que estaba por pasar.

Pero rápidamente el flujo de personas por las calles empezó a disminuir y pasó de llevar a su casa 200 pesos diarios a no contar ni siquiera con 50 pesos al día.

Él como taxista de centrales vivió la disminución de hasta el 50 por ciento en la demanda de sus servicios y estuvo a punto de perder su trabajo cuando el concesionario le dijo que pararían porque "ya no es negocio".

Ahora Román pasó de ser taxista a "UberEats", por así decirlo. Dejó de transportar clientes y ahora mayoritariamente lleva comida, verduras, frutas, medicinas y hasta cervezas a las viviendas de ciudadanos que se han aislado para evitar contagios.

Como él, centrales de taxis como GL, Elite, Radio Taxi y Taxi Amigo, tuvieron que migrar del transporte de personas, trabajadores de hoteles, supermercados y demás empresas, para transportar alimentos y demás productos básicos, como una forma de mantener su trabajo y sustento.

Román realiza diariamente hasta 15 viajes para la entrega de comida. Lleva alimentos preparados o guisados y productos agrícolas. Todos los días limpia su unidad y entre cada cliente realiza un aseo general por su propio bien.

Él usa un cubrebocas sencillo de color azul, tratando de seguir las recomendaciones para no infectarse.

Los taxistas ahora compiten con los motociclistas, que en este periodo han tenido más trabajo y no se dan abasto para la entrega de pedidos.

"Esto nos cayó bien a todos, me ayudó a tener cómo llevar comida a mi casa, a mi esposa y mis nietos que viven con nosotros", cuenta, mientras baja las bolsas de verduras de la cajuela del taxi en una de sus entregas de este fin de semana.

Dice que ahora la gente también es “más dadivosa”, porque hay quien regala parte de los productos que entrega y algunos otros le da 20, 30 o 50 pesos de propina, que se suma a lo que gana por corrida.

DAN TERMINALES BANCARIAS A RULETEROS 

Las centrales de taxi incluso han dotado a sus conductores con terminales bancarias contactadas mediante Wifi para a facilitar el pago a quienes no tienen efectivo.

Algunos otros taxistas están dedicados a la entrega de productos del supermercado. Ellos fueron capacitados de manera extraordinaria, pues pasaron de ser conductores a "cajeros".

Alejandro, un conductor de 45 años usa toallitas desinfectantes para limpiar las bolsas antes de entregarlas a sus propietarios.

Los perecederos son enviados en hieleras o envases térmicos y cada producto es entregado y revisado en el ticket que se le entrega al cliente.

En caso de que algunos productos no hayan estado disponibles la tienda hace el reembolso directo a la cuenta.

"Nosotros tocamos lo menos posible el producto y la tienda nos ha dicho que debemos estar lejos de los clientes, dar tiempo a que revisen sus mercancías y pedirles que nos firmen de recibido"

Agradece que se haya abierto esa oportunidad porque de otra manera no tendría forma de seguir trabajando durante la contingencia.

Dice que ahora no hay tiempo ni de descanso, porque tiene que ir constantemente a recoger pedidos, revisar que manden lo que dice la lista, meterlo al automóvil y que, por ello a veces "adelantan" los envíos del siguiente día, con el aval de las tiendas.

"Estamos trabajando muy bien, gracias a Dios, ahora tenemos que checar los productos y hasta las marcas para que no haya confusión. Ahora somos cajero motorizados, pero está bien porque así tenemos para comer"

Las jornadas son más largas y arduas ya que, a pesar de que dejan de entregar pasadas las nueve de la noche, aún deben entregar los tickets firmados, luego limpiar su unidad y al otro día salir desde temprano, antes de las ocho de la mañana, para comenzar de nuevo.

NO HAY TRÁFICO EN XALAPA

Otros conductores son enviados por comida preparada y el cuidado es mayor. Intentan que nada se riegue y que los pedidos lleguen calientes.

Los ruleteros "UberEats" avanzan por una ciudad con menos tráfico para poder entregar alimentos, algunos han sido sorprendidos con iniciativas de redes sociales en las que piden el doble y al llegar al sitio de entrega les regalan la mitad de lo pedido, aunque son pocos quienes lo hacen.

Y es que en la capital del Estado la iniciativa de “Consume lo Nuestro” llevó a los taxistas y motociclistas a hacer un frente común y convertirse en repartidores.

El representante de Servicio a Domicilio en Motos, Óscar Lindo, explicó que esta es una forma de apoyar a que la ciudadanía se quede en casa y también como una forma de mantener el sustento para sus familias.

“Si ustedes pueden quédense en casa y nosotros les llevamos todo a su casa, su despensa, hacemos cobros con tarjeta, transferencia y pago en efectivo”

Dijo que actualmente trabajan de manera coordinada con los taxistas porque la respuesta de la gente ha sido buena y han visto un aumento en su demanda.

“Gracias a Dios y a la gente hemos tenido muy buena respuesta, por eso nos ayudamos con los taxistas, yo tengo 11 repartidores, telefonistas y personal administrativo; nos ayudamos con taxis para hacer las entregas”

Otros como los Servicios de Taxis de Xalapa Elite han disminuido sus tarifas para eliminar la idea de que el radio taxi es más caro, de manera que la gente se anime a pedir, contó la representante de estos servicios, Mara Avilés.

“Tenemos actualmente 50 unidades y lo que más nos piden es comida. Antes de que nos uniéramos no salía nada, pero con esto nos ha estado ayudando”

Actualmente son más de 100 los ruleteros de centrales quienes se han unido a estos servicios, más otros que han entregado sus tarjetas de persona a persona para sortear la crisis económica que se vive por la pandemia.

ygr