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Sin recursos, ni conectividad, Iván aspira a ser ingeniero químico

Ahora aspira a entrar a la UV; tiene tres hermanos en edad escolar, en su casa no tienen internet ni computadora para iniciar el ciclo 2020-2021

Escrito en VERACRUZ el


Xalapa, Ver.- A solo 20 minutos del centro de la ciudad, en la colonia Niños Héroes -catalogada como zona urbana de la capital del Estado-, algunas familias no cuentan con servicio de internet o una computadora para retomar el ciclo escolar 2020-2021. Iván y sus tres hermanos, confían que una recarga de 50 o 100 pesos a su celular, les permitirá dar continuidad a sus estudios.

El joven, de oficio pintor, está ansioso por su posible ingreso a la Universidad Veracruzana (UV). Con gran esfuerzo, apoyado en todo momento por su madre, dice, sacó ficha para continuar su formación profesional; está determinado a estudiar la carrera de Ingeniería Química

Con apenas 18 años, cuenta que la mayor parte de su vida ha trabajado para poder financiar sus estudios. En marzo, cuando autoridades de salud determinaron concluir el ciclo escolar a distancia por el virus Sars CoV-2, las recargas de datos a su teléfono celular le permitió dar seguimiento a las tareas.

En ocasiones, un amigo le prestaba su computadora y le permitía el acceso a internet en su casa para poder realizar los trabajos que le permitieron concluir su educación de nivel medio superior y superior en el bachillerato Unidad y Trabajo, escuela ubicada en la colonia Revolución, a más de media hora de distancia de su hogar. Ahora su meta es ingresar a las filas de la UV.

El 03 de agosto el Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán anunció que el próximo lunes 24 de agosto inicia el ciclo escolar, la pandemia por el virus Sars CoV-2 obliga a que las opciones de educación para los niños sean en línea y en televisión abierta. Televisoras como Televisa, TV Azteca, Imagen Televisión y Multimedios ofrecerán contenido para 30 millones de alumnos de 16 grados escolares.

En el caso de la Universidad Veracruzana (UV) se planteó un modelo mixto que permitirá a los jóvenes tomar clases en línea y sólo cuando el semáforo epidemiológico pase a verde se podrá regresar a las aulas.

Iván, no tiene claro cómo será el proceso de educación en la Universidad, sin embargo, piensa que con el pago semanal para recargar datos a su teléfono podrá estudiar su carrera, aunque -confiesa- que la mayor parte del tiempo se traba o pierde la señal.

Las condiciones de pobreza y rezago social en algunas colonias de la ciudad limitan la formación educativa y profesional de niños y jóvenes, sin embargo, Iván afirma que todos sus hermanos, dos estudiantes del bachillerato y otro más que entró a primaria, trabajan y estudian.

La pequeña casa de láminas en la que viven sólo cuenta con un televisor de bulbos que recibe la señal de algunos canales, pero no fueron útiles en el pasado ciclo escolar. Los hermanos más grandes tienen un celular que les permite cumplir con las tareas y recibir clases a través de aplicaciones móviles, aunque para tener acceso deben recargar datos.

La realidad el resto de la familia

Iván tiene tres hermanos en edad escolar, dos de ellas estudian el bachillerato, están en primero y cuarto semestre. El menor, de siete años, entrará a primer año de primaria. Otro más es mayor de edad y dejó de estudiar hace un tiempo, “se quedó en la secundaria”.

“Mis hermanas tienen celular, por ahí estudian. Recargan saldo a la semana o al mes, 50 o 100. Nos dura una semana o 10 días nada más, después ya solo sirven para el WhatsApp, ya después ya no pueden investigar”.

Ximena y Caro, comenta, tomaron clases virtuales y hasta presentaron examen con el celular; para pagar sus estudios también trabajan en una zapatería. “Una tiene 16, y otra 17”.

El más pequeño de la familia es Giovani, él recibió el certificado de Jardín de Niños, pero no logró seguir las clases en línea, no tienen computadorala televisión de casa no recibía la señal de la RTV, donde se difundieron algunas actividades escolares, “estuvo buscando el programa, pero no lo encontró y no lo vio”.

Iván, Ximena, Caro y Giovani viven con su mamá, ella trabaja como empleada doméstica para sufragar los gastos en su vivienda.

La pobreza en números

 

La medición de pobreza de 2018 muestra que el 49.6% de los niños y adolescentes en México viven en pobreza, es decir, casi la mitad de la población de este grupo, según datos del Informe de Pobreza y Evaluación 2020 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). 

El informe detalla que en Veracruz el porcentaje de menores de edad en pobreza fue 19.0 puntos porcentuales mayor que el porcentaje nacional en el mismo año. En 2018, la entidad ocupó el lugar 4 respecto a las demás entidades federativas por su porcentaje de menores de edad en pobreza, con aproximadamente un millón 779 mil 500 menores.

Al igual que en el resto del país, las niñas, niños y adolescentes de Veracruz tienen mayor probabilidad de ver comprometido el ejercicio de sus derechos sociales básicos y con ello su sano desarrollo y construcción de capacidades que permitan su integración al mercado laboral en el futuro.

A nivel nacional, la deserción y el bajo aprovechamiento escolar, junto con el trabajo infantil, son retos por enfrentar para terminar con la transmisión intergeneracional de la pobreza. Vivir en situación de pobreza durante la infancia y la adolescencia limita la posibilidad de las personas de desarrollar su potencial en el futuro.

ygr