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Riñas, ruido e inmundicia, saldo del Carnaval de Veracruz

La Silla Rota Veracruz hace un recuento de las situaciones y problemas que estas festividades causan

Escrito en VERACRUZ el

A pesar de que falte un día para que terminen los desfiles en el bulevar Ávila Camacho, los estragos que dejará el Carnaval “más alegre del mundo”, se padecerán por semanas.

La Silla Rota Veracruz hace un recuento de las situaciones y problemas que estas festividades causan, en especial para vecinos de la zona donde se realizan los desfiles, quienes en su mayoría huyen de la ciudad cada año, en un éxodo por evitar los inconvenientes.

RUIDO

En las colonias que se encuentran a pocas calles del bulevar Ávila Camacho, la música estridente y los gritos de los asistentes en las gradas, se cuelan por puertas y ventanas, invadiendo los espacios de cientos de familias. Algunas no son asiduas a las fiestas carnestolendas, por lo que provoca molestias.

Desde el carnaval de 2019, la Procuraduría del Medio Ambienteinstruyó a los alcaldes de Veracruz y Boca del Río que se moderase el uso del sonido durante los desfiles.

RIÑAS DURANTE EVENTOS Y DESFILES

Las peleas dentro y fuera de los desfiles, o en los eventos masivos son cosa común, debido a la gran cantidad de alcohol que se consume, el calor, las aglomeraciones y el encuentro con personas de diferentes colonias, las cuales en ocasiones mantienen rencillas por diversos motivos.

Las gradas se vuelven escenario de peleas, en donde más de una vez han salido heridos por arma blanca, o en caso del primer desfile del 2020, en donde se registró una batalla campal en el área frente a Villa del Mar.

ORINES Y BASURA

El hedor que impregna calles, paredes y banquetas durante varios días más allá del miércoles de ceniza -capítulo final del Carnaval- se siente al caminar. Asistentes locales y turistas del carnaval, al verse lejanos a los baños móviles, llenos de cerveza, deciden dejar salir los orines en la calle donde se encuentren, debajo de las gradas, o de camino a sus casas.

Habitantes de la ciudad saben que el inicio del carnaval indica el inicio de la inmundicia frente a sus casas, por lo que algunos han optado incluso por usar pintura repelente a líquidos en sus fachadas.

CIERRE TEMPORAL DE NEGOCIOS CERCANOS

A pesar que se maneja el Carnaval como un repunte en los comercios de la ciudad, algunos que se quedan dentro del área de desfiles y se ven obligados a tapizar puertas y ventanas, y dejar de laborar los días de desfile.

Lo hacen ya que en algunas zonas por los brotes de violencia que luego sucede, o por los asistente que defecan u orinan frente a establecimientos.

OBSTRUCCIÓN DEL BULEVAR A DEPORTISTAS

Por la instalación de las gradas y tarimas, la banqueta turística del bulevar Ávila Camacho, pierde varios kilómetros de longitud, desde el entronque del bulevar Ruíz Cortínez hasta prácticamente la Macroplaza del malecón.

Esta área es usada comúnmente por deportistas y turistas que caminan, corren o pedalean sobre el bulevar, sin embargo, durante estas fiestas, los asiduos visitantes deben moverse hasta el área de Boca del Río para realizar sus actividades.

TRÁFICO

El problema más importante es la pérdida de una de las vías de circulación más importantes de la conurbación, y una cantidad de entronques que quedan sin salida.

Conductores y autobuses regulares del bulevar, son redirigidos por calles alternas, invadiendo otras rutas y causando tráfico pesado entre calles que comúnmente son tranquilas o vacías.

Asimismo, los eventos masivos en el malecón obligan a varias rutas de autobuses a desviarse, causando confusión en los pasajeros que tienen que caminar varias cuadras hasta llegar a una esquina donde puedan tomar el autobús.