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Pese a temer al covid, Mario sobrevive como artista urbano

Por medio del circo Mario trata de enseñarles a los niños que viven en las calles a tener un oficio con el cual puedan vivir y alejarse de la delincuencia

Escrito en VERACRUZ el

Con dos claves de malabares, un balón fútbol y una pelota de goma, Mario entretiene a los conductores que circulan por la avenida Miguel Alemán, en el municipio de Veracruz. Esa actividad le sirve para ganarse unos cuantos pesos y así continuar su viaje por todo el país y mostrar su espectáculo circense.

Hace seis años, Mario Joel Gutiérrez decidió dejar su trabajo y gran parte de su vida para recorrer todo el país, dice que ya perdió la cuenta de cuantos estados visitó, pero aún le faltan algunos.

Originario de la Ciudad de México, incursionó en las artes circenses casi a la par de emprender su viaje, el principal motivo era obtener dinero para pagar insumos de comida, hospedaje y transporte.

Aunque desde pequeño fue amante del circo y ya tenía experiencia en este ámbito por algunas clases esporádicas que había tomado, a estas alturas ya es parte de su trabajo diario.

“En un principio me resultaba un tanto difícil porque tampoco era que ganara mucho con lo del malabar, en ese momento tenía tres pelotas y un Golo y me tocó dormir en la intemperie”, comentó.

El hombre de barba tupida y sonrisa amigable asegura que conforme pasó el tiempo se fue adaptando a ese nuevo estilo de vida, en el cual conoció a otras personas con su misma pasión y el amor por este oficio.

Con ellos conformó un grupo de personas que viajan de forma separada pero que, en cada lugar al que llegan, tratan de ayudar a niños que viven en las calles a incursionar en el arte urbano.

Comenta que por medio del circo realizan varios proyectos de incursión social para diferentes sectores de la población con menos oportunidades, para que así puedan tener un oficio y sacarlos de la delincuencia.

“A los niños pequeños también se les enseña, cuando los vemos en situación de calle a hacer circo y se les enseña que no solamente se trabaja en los semáforos, sino que hay incluso universidades que dan la licenciatura de circo, entonces se les brinda como un camino de vida”, dijo.

De igual manera, aseguró que trabajó en algunos comedores comunitarios y albergues donde también enseñan a las personas que el arte urbano es una buena alternativa para poder sobrevivir.

Pandemia del covid detuvo por un mes sus viajes

Cuando recién iniciaba la pandemia del covid, Mario se encontraba en Michoacán, debido a la magnitud de la situación que provocó este virus tuvo que parar por un mes sus viajes, ya que la emergencia sanitaria hizo que gran parte de la población se resguardara en casa, por lo que en los semáforos no ganaba la misma cantidad de dinero.

Por este motivo, tuvo que regresar a la Ciudad de México, por fortuna admite que los ahorros que tenía lo ayudaron a sobrevivir por algunos días, también la disminución de algunas corridas de transportes públicos lo obligaron a estar varado por un mes.

“Cuando recién comenzó (la pandemia) hubo muchas complicaciones. A las personas que estábamos en situación de la informalidad nos pidieron que nos retiráramos de las calles”, aseveró.

A pesar de estar viajando por muchos lugares y creer en la letalidad del virus, asegura no teme contagiarse, ya que se considera una persona sana y trata de tomar las medidas necesarias para evitar el contagio puesto que considera que está expuesto por andar en las calles.

También considera que en algunas ciudades como Veracruz ya han relajado las medidas de sanidad a comparación de otras, donde hubo un repunte de casos.

Hace ya medio año que se encuentra en el estado, estuvo un par de meses trabajando en la ciudad de Xalapa y decidió trasladarse al puerto, pero los recientes eventos de norte que provocaron los frentes fríos hicieron que de nueva cuenta se ausentara de las calles. Debido a esto tuvo que implementar otro espectáculo como traga fuego.

Por ahora está reuniendo dinero para pagar su próximo traslado a Tampico, donde algunos de sus compañeros de oficio lo esperan para realizar un evento en aquella ciudad, por lo que todos los días sale a trabajar en las principales avenidas de la zona conurbada.

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