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Entre carencias, Geraldine abre su casa a quienes esperan vacuna covid

Carencias y necesidades no fueron obstáculo para que Geraldine hiciera más amena la espera de los adultos mayores que esperan la vacuna covid durante horas

Escrito en VERACRUZ el

"Humildemente se les presta el baño, aunque no sea mucho pueden pasar al baño gratis", dice un cartel que está pegado en una casa construida por láminas frente al Centro de Salud Granjas del Río Medio, donde una fila de adultos mayores está formada para recibir la vacuna contra el covid-19.

En aquella propiedad habita Geraldine y otras tres familias conformadas por sus suegros y sus dos cuñados, todos ellos en diferentes cuartos que fabricaron a base de madera, laminas y cartón, la mayoría de estos materiales recuperados de la basura.

Ellos se dedican al oficio de la pepena, por el cual obtiene de ingresos entre 100 y 200 pesos al día, comenta Geraldine. La mayoría de las veces ese dinero no les alcanza, para tener una entrada extra crían cerdos.

Pese a las carencias con las que al diario se enfrentan, Geraldine decidió hacer una buena acción después de ver la necesidad de las personas, quienes al estar largas horas guardando turno a sus familiares requerían usar el baño.

 

“Surgió la idea, porque a mí me ha tocado que vamos a un lugar y a veces nos gana la necesidad de ir a hacer pipí o lavarse las manos y hay gente que a veces nos niega ese favor”, contó.

Desde el primer día que comenzó la aplicación de la vacuna covid en esta zona, Geraldine notó que muchos tenían que pagar por este servicio, cosa que algunas personas no podían.

“Aquí se forman desde las cuatro de la tarde para apartar su cupo para el otro día, toda la noche están aquí”, afirmó.

Pandemia pospuso su operación

Antes de dedicarse a la recolección de basura, Geraldine tenía su puesto de antojitos con el cual ayudaba a su esposo a mantener a sus cuatro hijos, más tarde tuvo que cerrarlo debido a que sufrió de dolores en el estómago.

Hace un año y medio Geraldine fue intervenida quirúrgicamente por vesícula inflamada. Los médicos le dijeron que sería necesario una segunda intervención para que pudieran concluir con el retiro de los demás cálculos biliares que aún permanecen dentro.

Por causa de la emergencia sanitaria por el virus SARS-CoV2 la operación no logró efectuarse, hasta el momento no tiene fecha para volver a ser internada, motivo por el que no puede trabajar como antes.

“Mis hijos estudian, tengo uno que va al bachillerato, de mí dependen, entonces pues si me afectó, vi el balance fuerte”, dijo.

Admite que con el dinero que ganan no les alcanza para que puedan costear una segunda operación, aunado a eso tienen que pagar los gastos que sus hijos necesiten para la escuela.

Sigue en espera de que haya un espacio en el Hospital Regional de Alta Especialidad de Veracruz para concluir su tratamiento y así pueda retomar su puesto de comida.

Necesidad no es impedimento para ayudar: Geraldine

Desde hace 19 años Geraldine habita en la colonia Las Granjas, en la zona norte del municipio de Veracruz, proveniente de Ciudad del Carmen, Campeche, su mamá la trajo al puerto de Veracruz buscando mejores oportunidades de trabajo.

Apenada muestra el cartel que hizo en la puerta del baño: “Con lo que guste cooperar, es para el papel del baño y el desinfectante que utilizamos, cada que salen, gracias por su ayuda”.

Mientras señala el plato desechable donde está escrito aquel mensaje, comenta que ella no tuvo oportunidad de ir a la escuela, debido a que las carencias y la falta de oportunidades la hizo trabajar desde muy pequeña junto a su madre y sus hermanas.

Esas mismas carencias la llevaron a tener la convicción de querer ayudar a los demás, siempre y cuando sus posibilidades se lo permitan, esto también hace que su familia valore cada cosa y objeto que adquieren o que algunas personas le regalan.

Procuran darles una segunda vida útil a los desechos de otras personas, una fiel muestra es su principal herramienta de trabajo con la cual transportan el papel, cartón y botellas de plástico, el triciclo con el que trabajan está formado de distintos objetos que se encontraron en la basura.

“Los desechos de otras personas a nosotros nos puede beneficiar, a veces hasta uno, aquí en lo poquito que tenemos vienen algunas personas y me dicen: “me lo llevo”, si te sirve, adelante llévatelo”, comentó.

La mujer afirma que las necesidades y carencias no son pretextos para evitar ayudar a las demás personas.

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