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Personal penitenciario de Veracruz, reprobado en control y confianza

34 por ciento del personal de la Dirección General de Prevención y Reinserción Social no aprobó los filtros a los que son sometidos

Escrito en VERACRUZ el

El estado de Veracruz fue el tercero a nivel nacional con el mayor porcentaje de elementos reprobados en el ámbito de prevención y reinserción social, de acuerdo con los resultados de la Evaluación de Control de Confianza al personal del servicio profesional de carrera de las Instituciones de Seguridad Pública.

En el balance de resultados que realiza el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, se muestra que 34 por ciento del personal de la Dirección General de Prevención y Reinserción Social no aprobó los filtros a los que son sometidos elementos que se desempeñan en las áreas de seguridad y procuración de justicia.

Tabasco, con 40 por ciento de los elementos reprobados, y Sinaloa, con 35 por ciento, fueron los dos estados que se ubicaron por encima de la entidad veracruzana, que superó a Hidalgo (29 por ciento), Nayarit (27) y Sonora (27).

En el reporte de la dependencia se muestra que dicha área, que depende de la Secretaría de Seguridad Pública, es la peor calificada en el ámbito estatal, ya que el porcentaje de reprobación de sus elementos es tres veces mayor que el de la Policía Estatal.

Arturo Matiello Canales, presidente de la Asociación de Consejos de Participación Ciudadana, aseveró que el modelo penitenciario en Veracruz, como en otros puntos del país, es el área de mayor rezago dentro de las instituciones de seguridad.

Consultado por La Silla Rota Veracruz, el especialista señaló que en la práctica los centros penitenciarios son controlados por grupos delincuenciales que establecen autogobiernos, relegando el papel de la autoridad solo como administradores de los recintos.

“Desafortunadamente el área penitenciaria desde hace mucho tiempo ha venido estando muy descuidada y eso ha dado como resultado que la policía penitenciaria sea rehén de los grupos delincuenciales, ósea, hay casos conocidos públicamente de reclusorios que tienen casi un autogobierno, en donde el director y los custodios lo que hacen es dirigir administrativamente, pero quienes se hacen cargo de lo que sucede dentro de los penales son los grupos criminales que están ahí recluidos”, detalló.

Otro aspecto que se debe considerar es el perfil del personal que presta servicios como policía penitenciario, ya que este se encuentra expuesto directamente a sostener una relación cercana con criminales.

Lo anterior permite que estos sean condicionados con dinero o amenazados para incurrir en una actuación irregular o ilícita, señaló el especialista.

“Es más compleja la circunstancia en la cual trabajan, no es lo mismo el policía de calle, de cuadra, de patrulla que eventualmente tienen contacto con la delincuencia, al policía custodio que tiene cien por ciento de contacto con la delincuencia todos los días y que casi viven ahí, evidentemente están todos aterrorizados, deben estar todos amenazados y en función de eso es que los grupos criminales están dominando el asunto”, añadió.

La consecuencia del abandono en el sector penitenciario no solo se ve reflejado en el bajo índice de aprobación de los custodios en las evaluaciones de control y confianza, sino que en otros aspectos relacionados con las políticas de reinserción social.

Por ejemplo, el especialista afirmó que las personas que salen de las cárceles al cumplir su sentencia, no siempre logran integrarse a las actividades productivas y es común que incurran en actividades ilícitas, debido al nulo modelo de reintegración.

“No hay reinserción a la sociedad porque de muchos años atrás se abandonaron actividades productivas que permitían que los reos se fueran reintegrando a la sociedad”

Otro problema que se presenta por la falta de personal capacitado y certificado dentro de los centros penitenciarios, es que se convierten en sitios que sirven para cometer actividades delictivas como el tráfico de drogas o armas hacía el interior de las cárceles.

Pero al mismo tiempo, son sitios en donde se cometen delitos hacía el exterior, principalmente la extorsión telefónica por la facilidad que se le da a los reclusos para acceder a equipos móviles, agregó el especialista.

“En general las situaciones penitenciarias en México están muy mal, solamente se salvan los centros penitenciarios de muy alta seguridad, a lo mejor algún otro por ahí en el país, como sería las Islas Marías”

La recomendación del presidente de la Asociación de Consejos de Participación Ciudadana es que el tema penitenciario sea atendido de manera seria e integral por las autoridades estatales y federales, que hasta ahora se han mantenido ajenos al problema.

“Se requiere que afronten el problema, que reconozcan lo que ocurra, que tomen las riendas de los penales y hagan una limpia profunda, que diseñen planes de reinserción y que combatan a los grupos delincuenciales que están al interior para que asuman el control”, agregó.

ygr