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“Pasamos robos, humillaciones y ahora el frío pero aquí seguiremos”; migrantes

Los migrantes que desde Tamaulipas esperan cruzar a EU comenzaron a enfermar con la llegada del frío pero, aseguran que no darán marcha atrás

Escrito en ESTADOS el

CD. VICTORIA.- Se echan la capucha sobre la cabeza, meten las manos en las bolsas de la chamarra, se frotan las manos o se acurran para darse calor entre ellos. Son migrantes, originarios de tierras cálidas, quienes al bajar las temperaturas comienzan a enfermar.

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Arnaldo Walter es de Guatemala y llegó durante el verano a Reynosa, en esperar de poder cruzar a Estados Unidos, en busca de empleo.

“Llegue con camisetas, ropa de manga corta, tenis, chanclas es lo que usamos. Allá no estamos acostumbrados al frío y estas temperaturas afectan la garganta, hay resfríos, gripe, tos y otras enfermedades”, comenta.

En noviembre las temperaturas en las ciudades fronterizas han comenzado a descender hasta los 12 grados, durante la madrugada y los migrantes duermen a la intemperie en casas de campaña, en el campamento de Plaza de la República, en las inmediaciones del puente internacional.


Amanece llegan los grupos de ayuda humanitaria que les ofrecen café  y pan, en ocasiones chocolate. Corren en busca de un café que les caliente el estómago y las manos.

Algunos han ido a los mercados o “pulgas” en busca de ropa usada chamarras, para cubrirse del frío, pues no venían preparados para estas temperaturas.

Hacia finales de diciembre, enero y febrero las temperaturas serán aún más bajas, se estiman descensos a bajo de los 10 grados.

Walter, pelo chino  y un casquillo dorado en la dentadura, insiste: “venimos a trabajar, no a enfermarnos. No podemos permitirnos eso”.

Añadió que les preocupan los menores de edad. “Hay niños pequeños mal alimentados y ellos si fácilmente se pueden enfermar.

Marisol, tiene cuatro años,  llevaba encima un par suéteres y se acurra en el pecho de su madre para protegerse del frío. Su madre, comenta: “Dicen que los fríos apenas comienzan que para diciembre y enero serán aún más duros  con la lluvia. En el Salvador no estamos acostumbrados a estas temperaturas, allá vivimos todo el tiempo en el calor”.

“Si continuamos aquí para los meses de diciembre y enero no sabemos qué vamos hacer para protegernos del frío. Esperemos que ya para entonces podamos cruzar a Estados Unidos. La esperanza que tenemos es que ya nos anotaron en Migración y ahora tenemos que esperar. Un mes, dos meses no sabemos”.

Además, de las casas de campaña se han  colocado toldos con plásticos y lonas o bien ponen más plásticos y colchonetas sobre las casas de campaña para evitar entre el viento frío por las ranuras.

El piso ahora se siente frío y húmedo, cuando llegaron estaba caliente ardía por las temperaturas de 40 grados y más.

Pero ante esto los migrantes, se suben el cierre de la chamarra, se calan la gorra, levantan el cuello de la chaqueta. “Otras cosas peores hemos tenido que sufrir para llevar hasta acá robos, ser maltratados,  humillados. Así que ahora esto del frío puede ser lo menos”.

El salvadoreño Oscar Márquez apuntó: “caminamos bajo el sol y con temperaturas de hasta 38, 40 grados pero muchas cosas peores hemos padecido así que lo del frío  es ya lo menos”.

“Además, es algo que debemos irnos acostumbrando. Yo quiero llegar a New York allá tengo familia y amigos que me ayudaran a conseguir trabajo”.

Arnaldo tiene como destino Detroit y José Francisco el esposo de Marisol quiere llegar a Minnesota pues al igual allá tiene familiares y amigos que le ayudaran a conseguir trabajo pues asegura ser un buen albañil

“Podemos aguantar el frío o el calor pero lo que no se puede aguantar son las condiciones de miseria y violencia en que vivimos. La pobreza, la falta de trabajo es la cual nos obliga a salir de El Salvador, Guatemala, Honduras. No somos flojos, trabajamos mucho, mucho pero lo que ganamos es una miseria no es justo vivir en esas condiciones cuando se trabaja mucho en verdad”.

Así que el frío si bien cala no cala tanto como el hambre, la pobreza, insistió Arnaldo Walter.

Grupos de  ayuda humanitaria hacen gestiones para conseguir una nave industrial la cual se pueda encontrar desocupada para dar albergue ahí los migrantes que se encuentran en la plaza de La República durante las bajas temperaturas.

esc