ORIZABA, VER.- Con 26 años de trabajo en jardín de niños, la maestra Rocío Leonor Corona Alarcón reconoció que al igual que a sus compañeros, no le había tocado afrontar una situación como la que hoy se vive por la pandemia del COVID-19, pero la vacuna que este 20 de abril recibió la ve como “una oportunidad de apoyar a la comunidad a superar esta contingencia, de estar bien y tener salud”.
Para aplicarse la vacuna de CanSino en su única dosis, que es la que recibirán los docentes en el estado, salió de su municipio, Chocamán, a las siete de la mañana, y aunque la fila parecía enorme, estuvieron avanzando rápido; para las 13 horas ya había regresado a su casa.
“Al principio se me hizo muy precipitado, pero ya en el proceso todo estuvo muy bien: la organización, el lugar, la atención, logística; todo de 10”, dijo.
Reconoció que el tema del COVID-19 sí le preocupaba, pues aproximadamente unos 15 conocidos de ella fallecieron debido a esa enfermedad, pero “doy gracias a Dios que en mi familia no hemos padecido COVID hasta el momento”.
Sobre el regreso a clases presenciales, consideró que ese es otro tema importante, ya que la vacuna no garantiza la salud de todos, “apenas es una pequeña protección. Hará falta cambiar muchos hábitos de salud, alimenticios, sociales, etcétera, antes de pensar el regresar a clases normales”.
A pesar de que Chocamán es un municipio que no está cercano a Orizaba llegó en media hora a la sede de vacunación, pues este municipio lo conoce muy bien y para ella es muy familiar el trasladarse, por lo que no tuvo mayor problema.
La maestra Rocío Leonor es una de las miles que acudió este 20 de abril a Orizaba para recibir la vacuna anticovid, ya que se tiene previsto que en los días que se aplicará el biológico llegarán aproximadamente 19 mil maestros a esta sede.
Aunque hubo docentes que pernoctaron desde la noche anterior para ser de los primeros en pasar, la fila, que a las 10 horas alcanzaba los dos kilómetros, avanzó rápidamente; intervino el personal de la Secretaría de Marina.
ac