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Nulas ventas y pandemia complican futuro de comercios en Plan del Río

Los vendedores apuestan especialmente por los cocos fríos para sobrevivir a la crisis económica provocada por la pandemia de covid

Escrito en VERACRUZ el

Los cobertizos de madera ubicados en Plan del Río siempre están repletos de cocos. Muy pocos han llegado a transitar sobre la carretera libre Xalapa-Veracruz sin disfrutar de esta fruta tropical. 

Sin embargo, hasta este paraje con ambiente caluroso también ha resentido las afectaciones causadas por la pandemia de covid-19, por lo que incluso algunos comercios están en riesgo de cerrar. 

Comerciantes como Susana Landa Villa llevan varios años preparando cocos cuya agua refresca la garganta. Sin dejar a un lado la carne de la fruta que termina en una bolsa con sal, limón y chile. 

A pesar de haber tenido un repunte durante las vacaciones de Semana Santa, la mujer se dispone a una nueva temporada del año “sin las mismas ventas de antes”.

“De la pandemia para acá ha estado baja (la venta), no ha estado muy fuerte... como 80 por ciento cayó”, explica la vendedora que, además de cocos, ofrece toda una gama de alimentos típicos de la región.

Por años este tramo de la carretera libre, perteneciente al municipio de Emiliano Zapata, se ha caracterizado por la diversidad de puestos con bolsas de tamarindo, cocadas, hielitos de sabores, tamales, toritos y botellas de miel, entre otros productos. 

Pese al oasis de sabores que ofrecen los comercios de Plan del Río, la mujer reconoce que todas sus ventas se vieron afectadas desde hace años, tras la construcción de la autopista Xalapa-Veracruz.

“La autopista fue la que nos dio más en la torre”, expresa por la obra que, desde su inauguración en junio de 2004, acortó las distancias entre el puerto y la capital del estado. Pero que se terminó convirtiendo en su principal fuga de ingresos.

No obstante, reconoce que la pandemia de coronavirus se convirtió en la segunda razón por la que varios comerciantes se han planteado sus negocios de forma definitiva.

“Ya no nos da igual, algunos han cerrado, pero no hay de otra; antes se vendía más”.

Pese a la difícil situación que atraviesa como ama de casa y principal sustento de su familia, Susana sigue apostando por la venta de cocos fríos consumidos en su mayoría por turistas.

“Los traen de por aquí abajo, de Tamarindo, de Palma Sola” detalla la mujer, quien al igual que otros comerciantes del tramo carretero vende los cocos en 25 pesos.

La ganancia, reconoce, no es tan grande, aunque le permite seguir subsistiendo junto con su madre e hijos, quienes desde el inicio de la contingencia sanitaria le apoyan con las medidas sanitarias para no abandonar la venta de cocos.

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