TUXTLA GUTIÉRRZ.- Un médico y su colaborador, originarios de esta ciudad del sureste mexicano, viajaron el pasado 19 de enero a Ecatepec, Estado de México, para establecer un consultorio y apoyar a las personas por la contingencia sanitaria de covid-19. Sin embargo, nunca imaginaron que lo que comenzó como una acción altruista, terminaría en una pesadilla.
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Cuando Edilberto Méndez Vargas adquirió tanques y concentradores de oxígeno, para quienes estuvieran enfermos del virus, recibieron una visita inesperada: sujetos lo quisieron extorsionar, pero como no lograron su cometido, lo amenazaron “de que la pagaría caro”.
A los pocos días, elementos policiacos, con uso de la fuerza, arrestaron al doctor y a su ayudante, Carlos Abarca Guillén, acusados del delito de robo de tanques de oxígeno.
Como Edilberto comprobó, con facturas en mano, que los cilindros eran de su propiedad, le inventaron otro ilícito: robo a mano armada de un vehículo cargado con tanques de oxígeno en un supuesto hecho ocurrido el 14 de enero.
Con esa acusación, él y Carlos fueron llevados al Penal de Barrientos en Tlalnepantla, en el mismo Estado de México, en espera de que un juez de Control dicte una sentencia, la cual se efectuaría el próximo miércoles.
Ante este panorama de incertidumbre, este lunes en la capital tuxtleca marcharon familiares, amigos y hasta pacientes de Edilberto, quienes se plantaron frente al Palacio de Gobierno para solicitar el respaldo del gobernador Rutilio Escandón.
Ahí, Dagoberto Escobar, tío del médico imputado, mostró no solo las facturas de los tanques presuntamente robados, sino una prueba más: su sobrino Edilberto y Carlos no estaban en el Edomex el día en que supuestamente robaron el vehículo, pues este ilícito fue el 14 de enero, y prueba de ello es que enseñó el boleto de avión.
“Mi nieto es inocente, solo hacía una labor altruista, lo inculpan de algo que no hizo”, advirtió su abuela María Luisa Escobar Coello.
SABEN DE SU INOCENCIA
Quienes lo conocen, dijeron, están convencidos de que ambos acusados tienen las manos limpias, y que incluso Edilberto se movió a entidades como Oaxaca donde también efectuó su labor altruista por la pandemia.
“El doctor debería estar ahorita ayudando a gente contagiada de covid-19, así como lo hizo en otras partes”, resaltó el tío del médico detenido, quien insistió en que el Ejecutivo estatal los debería recibir. “No haga oídos sordos, ¡ayúdenos por favor!”, dijo.
Durante la protesta, varios pacientes del galeno, quienes en algunas ocasiones recibían las consultas y medicamentos de forma gratuita en el caso de que no contaran con dinero, estuvieron presentes para mostrar evidencias, como recetas médicas que avalaban que Edilberto, quien también fue golpeado el día del arresto, estaba en Chiapas cuando ocurrió el robo.
“Senadores chiapanecos, usted Eduardo Ramírez Aguilar (presidente de la Cámara alta), ayúdenos, lo conocemos, sabemos que intervendrá en este caso; señor gobernador, escúchenos, no somos delincuentes, no somos ladrones, somos pobres pero honrados”, externó de nueva cuenta María Escobar.
De acuerdo con la mujer, el sitio que rentó para vivir y ofrecer las consultas fue prácticamente saqueado, mientras permanece, junto a Carlos, en prisión de forma injusta. “Le están armando un expediente ‘bonito’ a mi hijito, no se vale, pues el juez se niega a aceptar las pruebas”, advirtió.
“¡Justicia, justicia, justicia!”, externaban al unísono los familiares y allegados a ambos encarcelados.