Hidalgo (La Silla Rota).- Cuando tenían 11 y 17 años, María y Rosa fueron obligadas a tener relaciones sexuales con hombres mayores en Orizabita, comunidad del municipio de Ixmiquilpan, Hidalgo, donde 88 por ciento de la población es indígena y cinco de cada diez habla una lengua autóctona.
Quien las forzaba a intimar con sujetos contra su voluntad, presuntamente, era su madre, de iniciales R. G. C., quien fue vinculada a proceso por los elementos probatorios que recabó el Ministerio Público y agentes de la Policía Investigadora, entre los que se encuentran los testimonios de las víctimas, y son parte de una carpeta de investigación por el delito de trata de personas, en la modalidad de explotación de la prostitución ajena.
El de las menores es uno de los ocho casos de probable explotación sexual y trabajos forzados que documentó la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJEH) entre enero de 2016 y julio de 2017.
Dos de ellos, cuyo inicio de indagatorias data del año anterior, ocurrieron en Ixmiquilpan, municipio situado en la región del Valle del Mezquital a 74 kilómetros de Pachuca, la capital de Hidalgo.
Cinco de las ocho carpetas continúan en integración, una fue archivada por no haber elementos para acreditar el delito y otra remitida al Centro de Justicia para Mujeres (CJM), porque, aunque aseguró que no comprobó la explotación, sí hubo indicios de violencia doméstica, informó la fiscalía a La Silla Rota.
De todos, sólo uno cuenta con vinculación a proceso, el de María y Rosa, a cuya madre la juez de control dictó la medida cautelar de prisión preventiva por un máximo de dos años, y un plazo de tres meses para el cierre de la investigación complementaria.
Previo a estos ocho procesos judiciales, el Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad (ONC) documentó, con base en información remitida por la procuraduría, 44 posibles casos de trata entre 2011 y 2014: 42 mujeres y dos hombres. De las víctimas, 18 eran menores de edad, 22 mayores y siete cuentan con el estatus “no determinado”.
De quienes sufrían esclavitud reproductiva, explotación sexual o trabajos forzados, 41 eran mexicanas y tres extranjeras.
Esta Organización de la Sociedad Civil identificó que Hidalgo era una ruta del corredor de la trata, que inicia en Tlaxcala, de donde son trasladadas quienes son parte de redes de explotación sexual y comercio infantil para ser prostituidas en la Ciudad de México, Guadalajara y ciudades estadunidenses como Nueva York y Chicago.