“Mi bebé y yo estamos en las manos de Dios”, publicó Magda en su cuenta de Facebook seis horas antes de ser asesinada frente a su casa por dos hombres que se bajaron de un vehículo y dispararon a quemarropa.
Vecinos escucharon los disparos en el silencio de la madrugada que iniciaba el 8 de marzo en las calles angostas de la tercera sección de la colonia popular Venustiano Carranza, en la ciudad de Boca del Río.
Los que se atrevieron a salir en medio de la oscuridad a ver qué ocurría alcanzaron a mirar el cuerpo de la joven tendida en el suelo mientras sus familiares se apresuraban a ayudarla, luego vieron llegar y retirarse una ambulancia de la Cruz Roja porque ya no pudieron hacer nada por ella.
Enseguida patrullas de policía comenzaron a llegar, una tras otra, permanecieron bastante rato custodiando el lugar, en tanto peritos de la Fiscalía Regional levantaba evidencia, en medio del llanto de familiares que la acompañaban y que alcanzaba a escuchar en las casas cercanas.
En el reporte policial se detalla que los agresores no fueron identificados, después del ataque huyeron inmediatamente.
Los vecinos platican que tenía dos meses de haberse mudado a una casa que rentaba en la avenida 41, que desde que su cuerpo fue recogido por agentes de Servicios Periciales se mantiene cerrada.
Algunos la reconocen porque se había criado con sus padres una cuadra más adelante, la veían pasar a diferentes horas del día de su casa a la de ellos, pero no tenían más referencias de quien era; la casa de sus familiares también se había mantenido cerrada desde su asesinato.
Al mediodía del 8 de marzo, Día Internacional de la mujer, el asesinato de Magda parece un recuerdo lejano entre los testimonios de los vecinos de la avenida 41, la mayoría de las puertas están cerradas, en el lugar no existen veladoras o algún indicio de su asesinato, solo el olor penetrante de las aguas negras que corren por la orilla de la banqueta y se evaporan con el calor sofocante que se siente a esa hora.
Amigos suyos cuentan que no terminan de asimilar la noticia, se enteraron del asesinato de una joven de 16 años que estaba embarazada en la zona de la Colonia Venustiano Carranza y Manantial, pero no sabían que era Magda.
Uno de ellos relató que supo que era ella porque la publicación que había hecho en su cuenta de Facebook comenzó a llenarse de comentarios donde daban la noticia, en medio del repudio y de tristeza.
El 1 de marzo la joven de 16 años había compartido un collage con el rostro de mujeres asesinadas, entre ellas la fotografía de la pequeña Fátima, que se acompañaba de un mensaje en el que narraba la historia de un feminicidio con las etiquetas #YoLasNombro #NiUnaMenos #NiUnaMas #VivasNosQueremos.
Magda era la hija más pequeña de una familia con dos hermanas y dos hermanos, según cuenta una persona cercana a ellos, siempre unidos a pesar de las carencias en las que vivían.
A la joven la recuerda como alguien que reía todo el tiempo, le apasionaba bailar y participar en una de las comparsas que participa en el Carnaval de Veracruz, este año fue no pudo hacerlo por su embarazo, pero no dejó de asistir.
Recuerda que Magda era trabajadora desde muy joven, sería madre soltera y planeaba su vida con su bebé, del que se lee en un comentario que escribió seis horas antes de su asesinato, nacería en una semana.