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La "Cárcel de la Muerte" en Tabasco suma ocho reos fallecidos en 2021

Es considerado un desordenado, deficiente y sobrepoblado penal, donde se impone la “autoridad” de los reos, pues cuenta con escasa seguridad oficial

Escrito en ESTADOS el

VILLAHERMOSA.- Durante un motín registrado la tarde de este martes, el Centro de Reinserción Social de Tabasco (CRESET), conocido como la “Cárcel de la Muerte”, cobró la vida de seis reos y dejó nueve lesionados, por lo que se eleva a ocho internos fallecidos en este año, a causa de riñas suscitadas por su control de ese penal.

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El CRESET, ubicado en el norte de esta capital, en la zona conocida como Ciudad Industrial, es considerado un desordenado, deficiente y sobrepoblado penal, donde se impone la “autoridad” de los reos, pues cuenta con escasa seguridad oficial.

En los resultados del Diagno´stico Nacional de Supervisio´n Penitenciaria de 2018 y 2019, efectuado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), mostraron que en el CRESET “predominaban deficiencias”, que a la fecha continúan.

Entre ellas las que destacaban “el autogobierno, actividades ili´citas, asi´ como la presencia de cobros (extorsio´n y sobornos), situaciones que relacionadas con el insuficiente personal te´cnico, asi´ como de seguridad y custodia, la deficiente o nula clasificacio´n de las mujeres privadas de la libertad, constitui´an factores que propiciaban ambientes de violencia que afectaban las condiciones que permitieran garantizar la vida e integridad fi´sica de los internos”.

GRUPOS ANTAGÓNICOS

El motín que cobró la vida de seis internos, suscitado alrededor de las 17:00 horas de este martes 22 de junio, el gobierno de Tabasco lo atribuyó a “grupos antagónicos” que iniciaron una pelea donde utilizaron armas hechizas punzocortantes en el patio central del CRESET.

Hasta la noche del martes, las autoridades no tenían la identidad de los muertos, mientras que desesperados familiares de la población penitenciaria esperaban en las afueras de la cárcel para saber quiénes resultaron fallecidos y lesionados.

Los nueve reos que resultaron heridos fueron trasladados al Hospital General de Alta Especialidad “Dr. Gustavo A. Rovirosa” de Villahermosa para su atención médica.

Luego del enfrentamiento mortal, el CRESET, para imponer el “orden”, fue copado por elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPCT), institución de la que dependen los penales del estado.

El pasado 7 de febrero, una riña nocturna en este presidio estatal cobró la vida de dos reos, aún bajo proceso penal, a causa de heridas con armas punzocortantes. Antes en enero se suscitó una riña también entre “grupos antagónicos”, que dejó solo lesionados.

MÍNIMA SEGURIDAD

Con un 50 por ciento de sobrepoblación, el a´rea de seguridad y custodia del CRESET esta´ conformada por 287 elementos, de los cuales 40 son mujeres, divididos en 3 turnos, de 93, 101 y 93 personas, que laboran en turnos de 24 por 48 horas.

En el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2019 de la CNDH, por diversas irregularidades que detectó, otorgó al CRESET una calificación de 6.12 en al ser reprobado en cuatro de los cinco rubros evaluados, y en un quinto renglón estaba como foco de riesgo.

Entre las irregularidades, que siguen sin ser resueltas, están la sobrepoblación y hacinamiento, deficiencia en los servicios de salud, la insuficiencia de programas para la prevención y atención de incidentes violentos; la insuficiencia de instalaciones necesarias para el funcionamiento del centro.

“Las deficiencias normativas, de personal y de infraestructura, son premisas para la aparicio´n de grupos de poder, conformados generalmente por las y los internos, quienes imponen reglas a la vida carcelaria, originando el autogobierno, contexto en el que la convivencia se torna intolerable, genera el goce de privilegios, la existencia de actos de extorsio´n y corrupcio´n que dan lugar a disturbios en los centros penitenciarios, siendo uno de los puntos de partida el mantener el poder y el control”, destacó en esa ocasión la institución promotora y defensora de los derechos humanos.

“La violencia y la subcultura carcelaria que implica el autogobierno por parte de grupos de internos organizados y violentos, el rechazo de estos grupos de internos a las normas oficiales de la prisio´n y la indiferencia hacia los programas de reinsercio´n social, deriva en graves problemas de orden y seguridad”, destacaba la CNDH en su diagnóstico.

Recomendaba “una constante supervisio´n de las autoridades de esos centros penitenciarios mixtos para contribuir a un funcionamiento razonablemente paci´fico de esos lugares, lo que no acontece en los Centros Penitenciarios Mixtos del Estado de Tabasco”.

La noche de este martes 22, se comprobó que las deficiencias, irregularidades y pésimas condiciones en el interior del Centro de Reinserción Social de Tabasco continúan igual, lo cual deriva en motines, riñas y muertes de reos.