Los lentes oscuros no tapan las lágrimas que ruedan por encima del cubrebocas de Karina Montor Hernández, hace un año y tres meses que su hijo Ricardo López Montor fue interceptado por personas desconocidas quienes lo desaparecieron en la ciudad de Boca del Río, cuando se encontraba en casa de su novia.
Con la voz entrecortada, Karina menciona que este será el segundo 10 de Mayo que pasará sin saber nada del paradero de su hijo, fue el 6 de febrero del 2020 cuando Ricardo fue sustraído de la casa de su novia.
En un vídeo que está en poder de la Fiscalía General del Estado (FGE) y que le mostraron a Karina, se puede ver como siete carros se estacionaron afuera de la casa, las personas entran a la cochera donde Ricardo, su novia y su mamá estaban y lo subieron a uno de estos vehículos.
Unos minutos antes de aquel suceso, él se había comunicado con su madre, Ricardo llevaba tres meses de haberse ido a vivir con la familia de su pareja y esa tarde iban a cambiar de domicilio.
Karina se enteró de la desaparición de su hijo dos días después, ya que la familia de la novia no le había comentado nada, el 8 de febrero interpuso una denuncia por desaparición forzada, pero desde entonces no ha tenido ningún resultado, aseguró.
“He ido a las búsquedas de las fosas (...) jamás me imaginé, a pesar de que tiempo atrás compartía fotos que subían en Facebook y todo, jamás pensé en pasar por todo esto”, dijo.
Hace un año se unió al colectivo Solecito de Veracruz, el cual la sigue ayudando a rastrear el paradero de su hijo, ahora al igual que miles de madres se reunió en la Macro Plaza del Malecón para pedir justicia y que las autoridades puedan localizar pronto a su hijo.
PANDEMIA HIZO MÁS COMPLICADO EL PROCESO DE BÚSQUEDA
Pese a que ya hay una recompensa por 250 mil pesos a quienes proporcionen información que pueda ayudar a localizar a Ricardo, todavía no existe ningún indicio.
“Ha sido un tiempo muy largo de búsqueda en hospitales, inspecciones, de pegar propaganda para ver si alguien sabe de él, publicarlo en las redes sociales a ver si alguien de los que se lo llevaron se conmueve y cuando menos anónimamente me dicen dónde está mi hijo”.
La pandemia de la covid fue una de las cosas que hizo que los trámites se hicieron más lentos, así como se suspendieron por algunos meses las búsquedas en las distintas fosas clandestinas.
Datos de la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración señalan que en el estado de Veracruz se encuentra en el noveno lugar, con 565 denuncias por desaparición, que corresponde al 3.43 por ciento del total nacional, entre el 1 de diciembre del 2018 hasta el 31 de diciembre de 2020.
SE REACTIVA BÚSQUEDA DE FOSAS CLANDESTINAS
En agosto las madres del colectivo Solecito reanudaron la búsqueda de fosas clandestinas, la presidenta Lucía Díaz Genao declaró que en Arbolillo se encontraron restos de 45 personas.
Solo en lo que va del 2021, llevan 38 restos y más de 3 mil huesos diversos, pese a eso la identificación de cuerpos todavía no se concreta, pero Díaz Genao aseguró que en los lugares encontraron diversos indicios que pueden ayudar a que el proceso se agilice.
“De Colinas hay unos 30 identificados, en puerta tenemos unas 100 identificaciones que están bastante identificadas de Colinas y Arbolillo. Se está haciendo bastante avance ahorita con las identificaciones con la Policía Científica”, aseguró.
En un documento emitido por el Registro Nacional de Fosas Clandestinas y Cuerpos Exhumados, señala que de 2006 al 30 de junio de 2020 en Veracruz se hallaron 173 fosas clandestinas, lo que lo posicionó en el primer estado con más fosas.
En total en el país existen 3 mil 978 fosas, mientras que los cuerpos exhumados hay 6 mil 625.
De estos los restos que fueron identificados son 712 y solo 431 ya fueron entregados a sus familiares.
Karina al igual que más de 300 madres que pertenecen al colectivo Solecito seguirán buscando a sus hijos pese a la pandemia y negligencia de las autoridades, con la esperanza de encontrarlos vivos.
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