El 19 de agosto de 2021 a Juan y su esposa Lupe les cortaron la luz, trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) habían llegado hasta su domicilio para hacer una revisión de rutina y, supuestamente, habían encontrado un “diablito”.
Además, señalaron que la tarifa que pagaban no coincidía con todos los electrodomésticos que tenían en casa.
“Nos dijeron que nos habían encontrado un diablo de 220, que por todos los climas que teníamos aquí en la casa, pero no tenemos ningún clima”, dijo Guadalupe López Martínez.
Desde entonces llevan tres meses sin luz, para hacer sus quehaceres domésticos deben de pedir energía eléctrica a sus vecinos, mientras que sus dos nietos tienen que conseguir ayuda en alguna casa para que puedan tomar sus clases en línea.
Por las noches se iluminan con dos pequeñas lámparas de luz solares que tenían guardadas.
Ellos viven en la colonia Playa Linda, en una casa a medio construir que nunca han tenido climas y los únicos aparatos electrodomésticos con los que cuentan son una lavadora y un refrigerador viejo, que apenas y les funciona para conservar sus alimentos.
Luego de que los trabajadores procedieron a cortarle la luz sin siquiera ellos estar presentes, al siguiente día fueron a las oficinas de CFE, donde les informaron que para reinstalar el servicio, tenían que pagar una multa de 217 mil 306 pesos.
Una cifra imposible de pagar para la familia que sobrevive como comerciantes y que apenas gana el salario mínimo.
“No hay ventas ahorita. Las ventas a veces son de 20 pesos, 60 pesos o 50 no pasan de esa cantidad. Desde que entró lo del coronavirus bajó demasiado”, dijo Guadalupe.
Pese a que no cuentan con luz, los recibos para el cobro de la re conexión siguen llegan a su casa.
Juan sufrió un infarto por multa de CFE
El 9 de agosto Juan fue intervenido quirúrgicamente para colocarle dos marcapaso, 15 días después volvió a ingresar al hospital por un preinfarto que tuvo derivado de la preocupación que le causó no poder pagar la multa que requería.
“Tengo papeles que demuestran todo lo que he pasado por la misma presión en lo personal por lo de la luz”, dice Juan.
Además, es hipertensión, diaforético y se le dificulta caminar debido a otra operación que tuvo en las piernas, lo que causa que no resista mucho tiempo de pie.
Después de haberles cortado la luz, llegó de nueva cuenta otros trabajadores de CFE, esta vez les dijeron que ellos arreglarían su problema por 50 mil pesos, algo que tampoco podían pagar.
También tuvieron que enfrentarse con el trato déspota de Atención a Clientes en las oficinas de CFE, donde solo les ofrecieron llegar a un convenio para ir abonando por pagos el costo de la multa, algo que no aceptaron, pues aseguran que ellos no cometieron ninguna falta.
Por el caso interpusieron una denuncia en la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
“Hemos ido a ver a otros licenciados para que nos puedan ayudar, que también son gratuitos. Parece ser que ellos están acercándonos con los de comisión para abrirnos las puertas del problema que tenemos “, aseguró Guadalupe.
Se acumulan denuncias contra CFE por multas injustificadas
El 23 de noviembre de este año, integrantes del Movimiento Renovador Democrático, liderados por Marco Antonio Moncayo Parra, denunciaron ante medios de comunicación los abusos que personas de CFE había cometido con varios usuarios.
Las quejas eran por los cobros elevados en multas de más de 100 mil pesos, esto porque supuestamente en las casas que fueron sancionadas se habían encontrado anomalías como diablitos.
Señalaban que este operativo que se había llevado a cabo en el mes de octubre por personal de la CFE que provenía de la Ciudad de México, era para detectar irregularidades en empresas y negocios.
“Resulta que ellos cometieron las irregularidades con unos ajustes injustos, irracionales (…) en unos (locales y casas) sí había diablitos, pero en otros hay gente inocente”, dijo Antonio Moncayo Parra.
En ese mismo mes, cinco ex trabajadores de CFE se manifestaron por despido injustificado y acusaron a los administradores de la empresa de luz de pretender sembrar cargos extras a los usuarios y reportar anomalías donde no las había.
Además de la queja de Juan y Guadalupe, existen otros usuarios que también denunciaron estos cargos injustificados, aseguró Moncayo Parra.
Por el momento Guadalupe y Juan tendrán que esperar hasta que la Profeco o alguna de las otras instancias a las que fueron a presentar su queja los puedan ayudar. Mientras tanto seguirán viviendo sin luz.