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Inés no cree en la covid, sus hijos la obligaron a acudir a vacunarse

A Inés del Carmen Beltrán Andrade le preocupa más regresar a trabajar en su local de comida en el mercado Hidalgo, que recibir la vacuna covid

Escrito en VERACRUZ el

Inés camina rápido entre una multitud de adultos mayores que respondió a la convocatoria de vacunación covid en uno de los módulos de la ciudad de Veracruz, mientras muestra un papel que trae en la mano para preguntar en dónde debe formarse.

No cree en la existencia del covid-19 desde que empezó la pandemia, acude a vacunarse obligada por su hijo, quien también la obliga a usar un cubrebocas y gel antibacterial todos los días.

A Inés del Carmen Beltrán Andrade le preocupa más regresar a trabajar en su local de comida en el mercado Hidalgo, que recibir la vacuna covid.

En caso de que la aplicación no sea rápida y siga lloviendo amenaza con irse sin recibir la dosis en el módulo instalado en el DIF Matamoros, uno de los 16 que se colocaron en la ciudad de Veracruz y que atenderá a adultos mayores en los siguientes 10 días.

La mujer de 67 años vive en la colonia Playa Linda, antes de seguir su camino cubierta con un paraguas, se queja porque no existe quien la oriente sobre el procedimiento que debe de seguir para la aplicación de la vacuna.

Delante de ella se encuentra una fila que rodea la manzana, de personas que acudieron desde la madrugada para apartar un lugar en las afueras del DIF Matamoros, algunos dicen que ya recibieron instrucciones sobre el protocolo, la mayoría se muestra desorientado y solo saben que deben esperar turno.

No es el único sitio que se encuentra lleno de adultos mayores que acudieron el primer día de la aplicación de la vacuna covid en la ciudad de Veracruz.

En el Club de Leones, módulo que atiende a personas provenientes de colonias ubicadas en la periferia, al menos 200 personas pasaron la noche aguardando un lugar.

Caso similar fue el del Auditorio Benito Juárez, en donde una larga fila pudo verse desde la madrugada, como ocurre cuando en este recinto se llevan a cabo conciertos de artistas famosos.

La convocatoria para la vacuna covid en Veracruz es por orden alfabético, tomando en cuenta la primera letra de los apellidos de las personas que recibirán la vacuna.

De acuerdo con la Secretaría del Bienestar se destinaron 60 mil dosis para aplicar en el municipio unas 6 mil diarias, lo que se plantea por las autoridades como suficiente para lograr una cobertura total entre la población mayor de 60 años en la ciudad que lo requiera.

Sin embargo, en algunos módulos surgieron quejas de los asistentes en el transcurso de la tarde debido a que no todos los que se presentaron recibieron la vacuna, en su lugar les explicaron que solo se habían destinado entre 500 y 700 dosis por módulo.

Autoridades detallaron que aquellas personas que se formaron y no alcanzaron a recibirla serán programados para otro día, debido a que la logística no permite extender los horarios de aplicación.

En el caso de Inés, un comerciante del mercado Hidalgo que es conocido de la familia, la ayudó a registrarse en el sitio oficial de la Secretaría de Salud federal para ser una de las beneficiadas con la aplicación de la vacuna covid.

A diferencia de otros adultos mayores acude sola y decide retirarse debido a la cantidad de personas y lo tardado que considera el procedimiento para recibir su vacuna.

No teme al covid, pero le pegó la crisis

La señora Inés del Carmen Beltrán Andrade es comerciante desde los 9 años, actualmente su hijo tiene un negocio de comida en el Mercado Hidalgo, en la zona centro de la ciudad de Veracruz.

En el negocio familiar ayuda todos los días a preparar y vender comida junto con otros cuatro empleados.

La pandemia hasta ahora no ha enfermado o matado a alguien cercano a ella, es por eso que forma parte de las personas que aún no cree en el virus, aunque su hijo la obliga a usar cubrebocas, limpiarse constantemente con gel antibacterial y no acudir a lugares concurridos.

Inés residente la pandemia en lo económico, debido a que ha provocado una reducción fuerte en sus ingresos por las bajas ventas.

Las ganancias en su negocio bajaron hasta en 70 por ciento en comparación con lo que se percibía hasta antes de la emergencia sanitaria.

Entre los meses de abril y mayo tuvo que cerrar su negocio en algunos días, debido a la instrucción de cierre en las empresas no esenciales.

En ese tiempo ni los empleados del negocio ni sus familiares tuvieron ingresos.

En su casa tuvieron que pedir dinero prestado o recurrir a empeñar algunas de sus cosas, para librar el gasto diario.

Actualmente las deudas no terminan de pagarse debido a que las ganancias que recibe apenas le sirven para ir cubriendo los gastos de servicios, sueldos y la comida del día.

La insistencia de sus hijos para que reciba la vacuna es tener la tranquilidad de que pueda convivir con sus nietos, sin que alguno de ellos la pueda contagiar, es la única razón por la que Inés accede a regresar otro día.

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