Chilpancingo, Guerrero (La Silla Rota). - En los dos años de gobierno de Héctor Astudillo Flores han matado en Guerrero a 4 mil 221 personas, según las cifras contabilizadas por Seguridad Pública, que indican un incremento en el porcentaje de asesinatos en su mandato, en comparación al cierre de la pasada administración.
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La estadística de homicidios dolosos que reúne cada mes el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública arrojó que la inseguridad y los crímenes no han disminuido en Guerrero: durante 2014 y los primeros 10 meses de 2015 asesinaron en el estado a 3 mil 165 personas. Un periodo de tiempo casi similar al que lleva Astudillo Flores de gobernador, pero la cifra que ya suma, es mayor: entre noviembre y diciembre de 2015, los dos primeros meses de su gobierno, ocurrieron 365 homicidios dolosos, en 2016 sumaron otros 2 mil 213, de enero a agosto de 2017 suman mil 643 víctimas. Astudillo Flores tomó protesta como gobernador el 27 de octubre de 2015 con la consigna de “orden y paz”.
Si se compara sólo el número de asesinatos dolosos de 2014, el cual cerró con mil 514 víctimas, y el número de enero a agosto de 2017, van 129 crímenes más, y el año aún no termina.
El jueves pasado Astudillo rindió su segundo informe de gobierno en el Congreso del Estado, donde planteó cierto reconocimiento de la inseguridad: “El problema de Guerrero no es político, el problema de Guerrero es la violencia”.
Ninguno de estos comparativos estadísticos figuró en su informe que leyó a los diputados e invitados especiales, como el secretario federal de Salud, José Narro Robles.
Citó como parte del origen de la condición de inseguridad que 11 “bandas” se disputan territorio del estado. Guerrero ocupa una posición de privilegio en el récord de inseguridad nacional: cinco de las ciudades más grandes del estado figuran en la lista de las más inseguras del país: Acapulco, Chilpancingo, Iguala, Chilapa y Coyuca de Benítez. Se mantiene en la estadística de más muertos.
Astudillo dedicó más tiempo en mencionar sus acciones para fortalecer la estructura policial, como la creación de un grupo especial llamado Centauro, con 180 policías que se mueven en 90 motocicletas por las calles de Acapulco y Chilpancingo. "En la Seguridad Pública va el futuro del estado", comentó. Descargó en las policías de los municipios la debilidad del esquema policial en contra de la inseguridad.
Su compromiso de hace dos años fue una “radical” transformación del esquema policial. Todavía está pendiente.
En lista de las personas asesinadas durante los dos primeros años de gestión de Astudillo figuran ocho servidores públicos perredistas, los últimos dos son el ex dirigente del partido, Ranferi Hernández Acevedo y el ex alcalde de Zitlala, Francisco Tecuchillo Neri, en un perímetro que rodea al municipio de Chilapa, en la Montaña baja de Guerrero, ubicado como de marcada violencia.
Los otros perredistas asesinados son el ex alcalde de Pungarabato, Ambrosio Soto Duarte; el ex alcalde de Tecpan, Crisóforo Otero Heredia; el secretario general del partido, Demetrio Saldívar Gómez; el ex alcalde de Acapetlahuaya y ex diputado local, Roger Arellano Sotelo y su tío, el regidor Octavio Arellano Eloisa, y el ex diputado Eli Camacho Guicochea.
En la estadística de muertos de este gobierno está la de los periodistas Francisco Pacheco Beltrán y Cecilio Pineda Birto.
La diputada de Morena, María de Jesús Cisneros, en la ronda de posiciones de bancadas del pasado jueves, reprochó, lo que a su juicio son las fallas de este gobierno: la no preservación de la vida y del patrimonio de los guerrerenses.