La mañana del 19 de junio de 1888, la entonces pequeña cabecera de estado, despertó en medio de una destrucción masiva. Un torrente aguacero casi terminó con la ciudad de León. La tormenta llegó desde la tarde de un día antes, para las 02:00 horas del 19 de junio los ríos estaban sobrecrecidos. Arrastraban todo a su paso. Así fue el día que León, tuvo que reconstruirse.
Inundación de León en 1888 (Foto: Archivo Histórico de la ciudad).
Un día como hoy de hace 132 años, la temporada de lluvias se presentaba en la ciudad. Los 100 mil leoneses que entonces habitaban en la entidad, veían los aguaceros como una oportunidad para mejorar las cosechas de ese año. Sin embargo, ese lunes el agua los haría vivir la peor experiencia de su vida. Para las 6 pm del 18 de junio, una fuerte precipitación se hizo presente. Ocho horas después de haber empezado, la lluvia continuaba. Los caudales y ríos se desbordaban y se arrastraban todo a su paso con la fuerza de la corriente.
Inundación de León en 1888 (Foto: Archivo Histórico de la ciudad).
Las construcciones de aquel entonces, en su mayoría eran de adobe. Tras la fuerte y prolongada lluvia, los hogares se emblandecieron y se vinieron abajo. En las calles más altas el agua alcanzó hasta 1 metro de altura. En las más bajas, las casas desaparecieron en el agua. Esas familias ya lo habían perdido todo. A ellos no les quedó nada más que salir a refugiarse arriba de los árboles. Pero muchos de ellos, también fueron arrancados desde su raíz, por la fuerza del agua.
Inundación de León en 1888 (Foto: Archivo Histórico de la ciudad).
Después de una noche de angustia, los rayos del sol del día siguiente –de un día como hoy, pero de hace 132 años- dejaron a la luz la enorme destrucción que la tormenta había ocasionado.
Había más de 2 mil casas completamente destruidas. Los desaparecidos aumentaban conforme pasaban las horas. Cerca de mil 400 leoneses nunca fueron encontrados. Sus cuerpos se los tragó el agua. Más de 5 mil familias lo perdieron todo. De los animales de campo, poco se supo. Esa mañana los corrales ya no tenía cercas. A ellos, el agua también se los llevó.
Inundación de León en 1888 (Foto: Archivo Histórico de la ciudad).
De la lluvia se sabe que empezó en las montañas de Ibarrilla, ahí nacieron los caudales que arrastraron todo a su paso. El Barrio del Coecillo fue uno de los más afectados.
Inundación de León en 1888 (Foto: Archivo Histórico de la ciudad).
Y aunque las imágenes no tienen la mejor claridad, si nos dejan ver que, para la fuerza del agua no hay imposibles.
*Información del archivo histórico de León.