El brote de aguas negras en las calles y los baches de gran magnitud que los conductores tienen que esquivar son el primer indicio de que se llegó al fraccionamiento Oasis en la zona norte del puerto de Veracruz.
La imagen lúgubre que el lugar brinda a los visitantes dista mucho de lo que hace más de 10 años era, pues las áreas verdes se convirtieron en maleza que brota desde las banquetas y que es alimentada por las fugas de aguas negras. La formación de lama le ganó terreno a lo que antes era concreto y los baches son interminables en todo el fraccionamiento.
Ahí, en la calle Atacama y Colorado vive desde hace seis años Alma; su esposo fue quien obtuvo aquella casa por medio del crédito Infonavit, justo frente a ella una fuga cubre la mitad del camino.
“Tenemos muchas fugas de agua, lo que MAS no puede venir a componer, el alumbrado público es la misma situación, de repente se pone uno de acuerdo con los vecinos y se compra luminarias”, dijo.
La falta de luminarias es otro de los problemas que aquejan a los vecinos y que aumentan la inseguridad en el lugar. Contó que hace un par de años una joven fue agredida sexualmente justo a la vuelta de su hogar, además hay invasiones en las casas que fueron abandonadas.
Los carros de carga pesada que pasan por los mismos caminos hacen que el concreto se desgaste cada vez más, un problema que ocasionó que en el año 2017 un autobús urbano cayera en un socavón provocado por las intensas lluvias que unas horas antes se habían registrado.
Temen más a las enfermedades por aguas negras que por covid
Las condiciones en las que viven aumentan el riesgo de contraer enfermedades gastrointestinales y la sobrepoblación de perros y gatos hace que los lugares sean más insalubres, argumentó.
“Hay muchos perros, muchos gatos, nadie se hace responsable e inclusive hace 15 días o un mes un perro callejero casi, casi le arrebata, le rebanó su orejita a un niño de aproximadamente tres años, no tenía dueño y si tenía se hizo el desaparecido”, contó.
Aunado a eso la propagación del mosco del dengue también aumenta durante la época de calor, por los encharcamientos de agua que se originan alrededor de las casas.
Hace un par de meses la familia de Alma contrajo covid, pero no hubo mayores complicaciones de salud, por lo que aseguró que le teme más a los mosquitos, pues su hijo se ha enfermado de dengue.
Prometieron municipalización, pero aún no hay respuestas
La constructora Intra fue la responsable de realizar este fraccionamiento, que años más tarde fue abandonado debido a que la empresa se dio a la quiebra. Los únicos afectados fueron los habitantes que adquirieron casas en la zona.
Aun sin trabajo a causa de la pandemia de la covid, el esposa de Alma sigue pagando al Infonavit dos mil 200 pesos mensuales por la casa y cubre el recibo del predial como cada año.
Él es técnico en electrónica, pero hace un año los servicios que realizaba disminuyeron, por lo que tuvo que buscar otros ingresos.
“Los ingresos están totalmente por los suelos, vendemos agua de garrafón, porque no tenemos otra cosa y lo que nos cae, en lo que le cae algún trabajito, yo voy a trabajar en las noches en un servicio de monitoreo y aun así tenemos que buscarle”.
A pesar de que hace tres años el ayuntamiento les prometió municipalizar el lugar, siguen sin tener respuesta, dijo Alma.
El equipo de la Silla Rota Veracruz se comunicó con personal del ayuntamiento de Veracruz para que brindara postura sobre el tema, pero debido a la veda electoral no hubo respuesta.
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