En Veracruz los crímenes de odio contra miembros de la comunidad LGBTTI ocupan las primeras planas; de diciembre de 2018 a la fecha ya suman 29; es decir, 3 por mes, según han informado activistas.
Pese a ello, la Fiscalía General del Estado (FGE), a cargo de Jorge Winckler Ortiz, no informa el avance de las investigaciones y hasta ahora no hay estadísticas sobre cuántos de estos crímenes han sido resueltos.
El presidente de la Coalición Estatal LGBTTTI, Benjamín Callejas Hernández, señaló que ni siquiera se tiene la certeza de que la autoridad ministerial haya investigado los casos como crímenes de odio, ya que la tipificación no existe en el estado.
“(Queremos) Corroborar si los datos que nosotros presentamos de los 29 casos que tenemos en registro coinciden con lo que ellos tienen en registro para no dar una información equivocada”
El asesinato de Abiram Hernández Fernández, activista y acompañante de colectivos de familiares de personas desaparecidas, puso “el dedo en la llaga” en cuanto a la vulnerabilidad de grupos como defensores de los derechos humanos y de la comunidad LGBTTI.
El activista detalló que, según su registro, los crimines de odio más frecuentes en Veracruz son contra personas transexuales con 8 casos; así como 10 varones heteronormados y mujeres lesbianas. Los municipios con más casos son Xalapa, Veracruz, Acayucan, Carlos A. Carrillo, Cosamaloapan, Orizaba, Poza Rica, Coatzacoalcos y Minatitlán.
Ante la falta de información que se entregó en la reunión con el fiscal Jorge Winckler, dijo que los activistas volverán a acudir a la Fiscalía para que se les brinde información sobre los crímenes de odio que se han registrado en el Estado, ya que hasta ahora no hay datos.
“La reunión de hoy fue para señalar muchas debilidades que a veces se pueden tener en los procesos administrativos y que no tenemos acceso a la información y tendremos una reunión para que nos den los avances sobre investigaciones, probablemente sea la semana entrante”, señaló.
A cinco meses del homicidio doloso de Abiram Hernández, es apenas ahora que se reveló que la Fiscalía General del Estado (FGE) lo investigaría como un crimen de odio, dijo el activista Callejeas Hernández.
Justifican opacidad
No obstante, esta es la primera vez que se habla sobre un posible crimen de odio, pues en un inicio se dijo que su asesinato pudo estar relacionado con las actividades de acompañamiento que hizo a colectivos que buscaban a sus seres queridos en fosas clandestinas.
Incluso, el homicidio provocó la exigencia para que el Gobierno del estado emita una alerta de riesgo para personas defensoras de derechos humanos y periodistas y se emitan las medidas de protección necesarias para garantizar su seguridad.
Durante una manifestación en la plaza Lerdo, en la que exigieron justicia por este crimen, la docente de la Universidad Veracruzana (UV), Estela Hernández Palacios, aseguró que el asesinato de Abiram fue un mensaje de que los poderes fácticos ahí siguen.
“Las autoridades no han podido dar el resultado que exigimos, pero hay que sobreponerse al miedo para que no nos tengan en su poder"
Por su parte, Carlos Saldaña Grajales, padre de padre de Karla Nayelly Saldaña y de Jesús Alberto Estrada, desaparecidos en 2009, recordó que Hernández Fernández siempre luchó al lado de las víctimas.
"Él exigió siempre, por siempre estuvo luchando contra este monstruo contra el que nosotros siempre hemos luchado también, contra la corrupción, haciendo señalamientos, y ahora este horrendo y cruel y cobarde asesinato hacia su persona, es muy lamentable, doloroso, y así como hemos exigido y exigimos alguna vez juntos él y nosotros, justicia, lucha, exigencia ante las autoridades, ahora también se sumará a una de las exigencias de nosotros que es esclarecer este asesinato".
El crimen ocurrió el 30 de marzo de este año, cuando el cuerpo del joven integrante del Centro de Servicios Municipales Heriberto Jara (Cesem) fue hallado al interior de su vivienda en la colonia Arboleda del Sumidero.
Poco se ha conocido de la investigación pues la familia pidió no dar a conocer los detalles de este caso; sin embargo, se sabe que el cuerpo fue hallado con golpes en el rostro y que posiblemente su muerte se debió al golpe dado con un objeto contundente.
Ahora, según dijo Benjamín Callejas, el crimen está enfocado en la línea de ser un crimen de odio, debido a la saña con que fue asesinado.
La información se dio a conocer tras una reunión que activistas por los derechos de la diversidad sexenal sostuvieron con el fiscal general Jorge Winckler Ortiz.
“Siguen los casos como por ejemplo el del compañero Abiram aquí en Xalapa, activista, que todavía no sabemos qué está pasando, por supuesto (que puede ser un crimen de odio), hubo exposición encefálica, le destrozaron la cabeza”, dijo Benjamín Callejas.
Las víctimas de crímenes de odio se enfrentan a agresiones con saña como apuñalamientos, ahorcamientos y que terminan en su asesinato, derivado de su preferencia sexual.
Durante el fin semana se dio a conocer el hallazgo del cuerpo del joven Miguel Ángel Medina Lara, de 21 años de edad, que fue golpeado, torturado y abandonado en el panteón “Gregorio Murillo Alor “de Acayucan.
En este caso, además de que fue golpeado hasta que le provocaron exposición de masa encefálica, lo sometieron a la exposición pública pues lo encontraron con la ropa interior abajo de sus rodillas, y aunque no se conoce con certeza si fue violentado sexualmente, la saña y la forma en que fue encontrado hablan de un crimen de odio.
Esto fue confirmado por el fiscal general Jorge Winckler Ortiz, que este martes dio a conocer la detención de Luis Humberto “N”, presunto asesino del promotor de programas federales.
Dijo que el detenido es miembro del grupo delictivo denominado “Mara Salva trucha” de Guatemala, y que su detención ocurrió en Acayucan.
En junio de 2018, uno de los casos que generó mayor conmoción entra la comunidad gay fue el asesinato de Alaska Contreras Ponce, una mujer trans que fue coronada “Reina Gay 2018”
Con apenas 25 años, la estudiante de estilismo fue torturada, asesinada y su cuerpo hallado en Martínez de la Torre; su cadáver estaba semidesnudo y con un alambre de púas enredado sobre el cuello.