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Esto no es un show: historias de violencia que marchan por la paz hacia Palacio Nacional

Familiares de víctimas de la violencia marchan hacia la Ciudad de México; quieren hablar con el Presidente, pero éste ya dijo que no los recibirá

Escrito en ESTADOS el

Karla Emilia Pérez Ortega, Teresa Gómez y Albino Quiroz Sandoval están desaparecidos. Nepomuceno Moreno Núñez murió de siete tiros. Mario Montiel y Jesús Romero Mújica fueron decapitados. Melchor El Vaquero Galáctico fue arrestado por policías de Monterrey y desaparecido.

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Estas historias acompañan el dolor de familiares que integran la Caminata por la Verdad, la Justicia y la Paz, de Cuernavaca, Morelos, a Palacio Nacional, en la Ciudad de México. Al frente del contingente marchan el poeta Javier Sicilia, el activista Julián LeBarón y el senador Emilia Álvarez Icaza.

Desde la semana pasada, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que no recibirá a la caravana, para “no dar show”, declaración que indignó a los familiares de las víctimas de la violencia.

La Silla Rota te presenta algunas historias de víctimas de la inseguridad en el país, que obligó a sus familias a marchar casi 100 kilómetros para ser escuchados por el gobierno federal.

A Arturo Malvido, un ambientalista de la Ciudad de México, le mataron a su hermano hace 22 años. Su asesino fue capturado apenas hace algunos meses, pero actualmente está prófugo.

“Mi hermano era mecánico y estaba afuera de la casa, yo traje hasta unos recortes de periódicos del homicida, que se le detuvo hace poco, pero que creo que ya se fugó; entonces, yo sí quiero visitar al licenciado (Alejandro) Encinas (subsecretario de Derechos Humanos) y a ver qué se hace, porque yo siento que todas las familias agraviadas por la violencia ya no somos las mismas; quedamos agraviados perpetuamente”.

Bonifacio Ramírez, un joven originario de Atlixtac, Guerrero, fue desaparecido hace cinco años en el municipio de Chilapa, donde vendía tomates verdes.

Su madre, integrante del Colectivo Siempre Vivos, dice que le gustaría entrevistarse con el Presidente para contarle su caso en persona.

“Andamos buscando justicia. Yo creo que sí lo han de haber asesinado, o no sé, o está desaparecido. Yo quisiera que me apoyen con dinero, porque mi hijo trabajaba, me mantenía, él me mantenía, ahora sí que yo quisiera que me fuera apoyando el Presidente”.

Elías Segura Moctezuma, un expolicía capitalino, es víctima de la fabricación de un delito y de tortura.

Él le ha mandado cinco cartas al Presidente donde le cuenta cómo Miguel Ángel Mancera y Héctor Serrano le inventaron delitos y lo metieron a la cárcel. También ha ido con Claudia Sheinbaum. Nadie le soluciona nada.

“El gran problema de nosotros es la impunidad. Y hacen y deshacen y el peor enemigo de nosotros es el mismo Estado, porque no trabajan, no trabajan y uno les da los elementos, pero ellos sencillamente no trabajan”.

José Díaz Navarro fundó el colectivo Siempre Vivos, en Chilapa, Guerrero, porque el 26 de noviembre de 2014, sus hermanos Hugo y Alejandrino, su primo Vicente y dos compañeros de trabajo fueron secuestrados, torturados y decapitados por Los Ardillos.

Narra que hasta el momento no hay investigaciones y las cabezas de los cuatro asesinados siguen sin aparecer.

De ese año a la fecha, el profesor ha documentado más de 1,500 homicidios y más de 500 desaparecidos en Chilapa, donde apenas el martes fueron presentados 15 niños huérfanos de la violencia, que se sumaron al grupo de autodefensas de la región que combate a Los Ardillos.

Rogelio Zapoteco Catalán salió a comprar herramientas y no volvió. Dicen que se lo llevaron dos hombres, pero nadie quiere ir a declarar. Su esposa, Concepción su sumó a la Caravana, acompañada de su hijo, un chico al que se le trepó la diabetes luego de que su papá desapareciera. 

A Alejandra Hermenegildo, también de Chilapa, le desaparecieron a su hijo Bonifacio Ramírez. Fue a vender tomate el 25 de diciembre de 2014 y no regresó. “Quisiera que estuviera vivo, pero no se puede, porque nadie me ha dicho que está vivo".

"Tengo miedo", dijo Francisco por última vez a su mamá Todos recuerdan a Francisco Ocampo como un joven trabajador, amable y amante del deporte. Es por eso que su desaparición en Iguala, Guerrero, conmovió a más de uno.

Antonia Ortiz, mamá de Francisco, relata cómo un día del 2014 su hijo sufrió una lesión en Teloloapan, Guerrero, de donde son originarios, y tuvo que ser trasladado al Hospital General de Iguala para ser atendido.

Sin embargo, el rastro de Francisco se perdió en el trayecto y su familia tiene la hipótesis de que elementos del Ejército, en colusión con la policía municipal de Iguala, pudo haber participado en la desaparición de su hijo.

Vivir con la violencia

Kevin Alemán tiene 23 años, es de Uruapan, Michoacán, y en su corta vida ha perdido cuatro amigos asesinados brutalmente, y este viernes se dio cuenta que ha normalizado la violencia en su vida.

“He estado hablando con los participantes en la caminata y al hablar con ellos me he dado que qué culero, no sentí nada cuando mataron a mis amigos”, dijo en tono de sorpresa.

Añadió que el acercamiento a este movimiento le ha enseñado que tiene que comenzar una tarea en su lugar de origen junto con los 40 compañeros que caminan junto a Javier Sicilia y los LeBarón.

El recorrido reúne conforme avanzan los metros, a más personas que aprovechan para conocerse y compartir.

Los caminantes se muestran entusiasmados, no hay cansancio, ni incidentes, es el segundo día del recorrido y los participantes, juntos, comparten los alimentos a pie de carretera.

En esto no hay distingos, los miembros de la Guardia Nacional y la Policía Federal que resguardan la seguridad se acercan y comen junto a los manifestantes cuando los integrantes de la Caminata por la Verdad, la Justicia y la Paz hicieron un alto en el camino a un lado del poblado llamado Parres.

Hasta este sitio llegaron los tacos de canasta, el agua, las frutas que les dan energía para seguir el trayecto que cubren a pie, y en los camiones que se alinean a un lado de la autopista.

El clima ha permitido seguir el ritmo de la caminata sin mayores problemas, también hay un despliegue de seguridad que mantiene a los automovilistas a prudente distancia del sitio donde el contingente se alista para seguir hacia la Ciudad de México.

En algunos momentos, cantantes improvisados toman las guitarras y entonan canciones populares; tras el descanso se recogen los desperdicios para no ensuciar los lugares por donde pasan. 

Cuentan con apoyo de ambulancias y paramédicos que están vigilantes por si alguien requiere atención.

Los organizadores mantienen el control sobre el espacio, no permiten que se invada la cinta asfáltica más allá de lo permitido, para evitar accidentes.

“La violencia la normalicé. Veo que hay personas de todo el país y nunca lo había visto de esa manera, me dieron ganas de llorar”, subraya de nuevo Kevin Alemán.

Claman justicia

Este jueves, el calor se empezaba a sentir a las 9:37 de la mañana, cuando un helicóptero sobrevoló la caminata que se realizó tras el llamado de Javier Sicilia y los LeBaón, y la cual contó, al inicio, con la presencia de alrededor de 200 personas.

Entre los presentes se pudieron observar menores de edad, quienes acudieron a mostrar su repudio por los hechos violentos que se registraron el pasado 4 de noviembre en La Mora, Bavispe, Sonora, y que dejaron a nueve personas sin vida.

Asimismo, jóvenes estudiantes acudieron para pedir justicia por la desaparición de los 43 normalistas, tal fue el caso de Jorge García y David Elías, que estudian el primer año en la Escuela Normal de Ayotzinapa.

“Queremos que el gobierno esclarezca todos los casos de violencia que han ocurrido”, dijeron.

Por otra parte, el senador independiente Álvarez de Icaza, consideró que todas las autoridades deberían estar participando en la caminata sin distingos partidistas.

Arriban a la CDMX

La tarde de este viernes se presentan problemas viales en diversos puntos de la Ciudad de México, por lo que las autoridades pidieron a las personas tomar previsiones.

Como lo habían advertido, la “Marcha por la Verdad, la Justicia y la Paz” llegó a la Ciudad de México este viernes por la tarde. Avanzan por la autopista México-Cuernavaca, pasando el Heroico Colegio Militar, hacia Viaducto Tlalpan.

Por otro lado, incrementó la circulación en Av. Insurgentes de Eje 2 Norte hacia Paseo de la Reforma. Alternativa vial: Calle de Cedro y su continuación Manuel María Contreras o Eje 1 Poniente.

Viaducto Miguel Alemán registra carga vehicular en ambos sentidos de Av. Insurgentes hacia Calz. de Tlalpan. Alternativa vial: Eje 3 Sur, Obrero Mundial, La Morena y Eje 4 Sur.