Main logo

“Es una vida radical”; Adriana vive con diabetes desde hace 44 años

Adriana Basulto fue detectada con diabetes tipo uno a los 10 años, cuando en México se sabía poco de la enfermedad y la tecnología para tratarla era escasa

Escrito en VERACRUZ el

Tienes diabetes y no vas a volver a comer nunca más azúcar – dijo un residente de Medicina a Adriana.

El nivel de glucosa de Adriana Basulto marcó mil 425 miligramos, más de 10 veces de los niveles estándares de azúcar en la sangre de una persona. 

A sus 10 años, Adriana perdió la visión temporalmente y cayó en coma a causa de cetoacidosis diabética, que ocurre cuando el cuerpo produce un exceso de ácidos en la sangre.

Semanas antes comenzó a perder peso, a consumir cantidades de agua en exceso y a sentirse mal, por lo que su madre la llevó al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Lerdo de Tejada.

“Ahí me diagnosticaron de inicio tifoidea y me medicaron para eso, sin embargo, yo seguía perdiendo peso, tomando mucha agua, sintiéndome muy mal”, recordó Adriana.

Los síntomas de Adriana continuaron; perdió hasta ocho kilos y un nuevo diagnóstico indicó la aparición de la diabetes en su cuerpo.

“En este momento no se sabía ni había tantos niños con diabetes tipo uno y cuando se da el segundo diagnóstico ya no hubo tiempo de esperar otro”, dijo.

Desde hace 44 años, Adriana, quien es médico de profesión, fue detectada con diabetes tipo uno –anteriormente juvenil o insulinodependiente – por un médico privado del puerto de Veracruz.

La diabetes tipo uno es una enfermedad crónica por la que el páncreas no produce insulina, hormona que regula el azúcar en la sangre y que permite.

Aunque su diagnóstico se da generalmente durante la infancia, en los últimos años la diabetes tipo uno empezó a registrarse en personas adultas.

“Es un estilo de vida radical”, señaló Adriana.

Para la paciente, hoy de 54 años, la aceptación de la diabetes en cualquiera de sus dos tipos es un factor indispensable para que las personas adopten rápidamente un estilo de vida saludable.

“Se evitarían muchas complicaciones a futuro; nos acostumbramos, por decirlo de alguna manera, a las rutinas diarias para poder vivir con diabetes”, aseguró.

Los primeros años con diabetes

A partir de que Adriana despertó del coma, comenzó un tratamiento médico para la regulación de la diabetes tipo uno.

Para conocer sus niveles de glucosa diariamente, su madre colocaba algunas gotas de orina en un tubo de ensayo.

Con papel paspartú que venía en rollos con estuches de colores, calculaba los niveles de glucosa a través de colorimetría.

Según el color que arrojaba la prueba eran las veces que Adriana era inyectada con insulina por su madre: cuatro en un día normal o hasta ocho si se detectaba un descontrol de la glucosa.

“En ese momento era dramático, yo tengo cicatrices en mi cuerpo de esos días, las agujas que hay hoy para ponernos la insulina no tienen nada que ver con las que yo usé hace cuarenta y tantos años”, expresó.

De acuerdo con Adriana, las primeras jeringas con que su madre le inyectó insulina eran de cristal y tenían gruesas agujas que se hervían tantas veces se reutilizaban en el día.

La forma de medición de la glucosa cambió se empezaron a utilizaron tabletas efervescentes que se depositaban junto con la orina en el tubo de ensayo.

“Ahí el grado de tensión era máximo, tú como niña sabías que del grado del color que saliera ahí te iban a dar un piquete extra.

Si el color era amarillito te librabas, pero si el color seguía cambiando y subía a un verde achocolatado, ahí ya te tenías que inyectar, claro que lo pensábamos porque dolía”, narró.

En los primeros años de diabetes, su madre trató a toda costa de evitar que consumiera alimentos y bebidas ricas en azúcar.

“Le decía a mis amigos, a la del tendero y a la del tendero que está frente a la escuela, para que no me dieran un chocomilk, para que no me vendieran un gansito ni me dieran nada, pero como buena adolescente, yo encontré mañanas”, rememoró.

 - Cómprame un gansito – les decía a sus amigos, pero con miedo. Le decían que si comía este tipo de productos se iba a morir.

En casa no hubo distinciones. Tenía prohibidos los alimentos con azúcar, pero sus hermanos también.

Cuando llegó la universidad comenzaron a llegar al país los primeros glucómetros – aparatos que sirven para medir la glucosa –, pero fue hasta que la terminó, en los 90’s, que tuvo uno.

“Eran muy caro y venían de Estados Unidos, obviamente la mayoría no podíamos acceder a los glucómetros”, mencionó.

Adriana cree que, aun con diabetes, se puede vivir sin limitaciones a través de una vida saludable y un tratamiento efectivo contra la enfermedad.

En la actualidad, es coordinadora en Veracruz del programa “Día a día” de la asociación civil “Con diabetes sí se puede”, que tiene su base en el Estado de México.

Además, es administradora de varios grupos en Facebook, como “Hablemos de diabetes Veracruz”, “Diabesaurios tipo 1” y “Veracruz diabetes tipo 1”.

A través da la red que formó con pacientes de diabetes tipo uno, también creó un banco de insulina para aquellos pacientes que no tienen acceso a la hormona.

14 de noviembre, Día Mundial de la Diabetes

El Día Mundial de la Diabetes se celebra anualmente cada 14 de noviembre como una campaña de concienciación.

Fue instaurado en 1991 por la Federación Internacional de la Diabetes (FID) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sin embargo, la primera vez que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebró el Día Mundial de la Diabetes fue en 2007 como respuesta al aumento de casos en el planeta.

Veracruz es la entidad federativa con más casos de diabetes en el país, sobre todo de tipo dos, aunque es menos agresiva, pues los pacientes aún produces cantidades mínimas de insulina.

De acuerdo con el boletín epidemiológico de la Secretaría de Salud federal, Veracruz acumula 105 nuevos pacientes con diabetes en 2021 – hasta el 8 de noviembre. 

Respecto a pacientes con diabetes tipo dos, se detectó por primera vez a 34 mil 466 personas con este padecimiento en el mismo tiempo.

En el 2018, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) alertaba sobre los índices de diabetes en México a través de la última Encuesta Nacional de Salud (Ensanut).

Sin embargo, el instituto carece de un censo específico que revele la cantidad de diabetes por tipo y generación.

Según la Ensanut 2018, el 11.9 por ciento de los veracruzanos de 20 años y más tienen diabetes. La cifra continúa sin actualización.

Datos del Inegi revelan que la diabetes en cualquiera de sus dos tipos fue la tercera causa de muerte en México en 2020.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) indica que con el tiempo la diabetes conduce a daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los riñones y los nervios.

Con su activismo en la prevención de la diabetes, busca que los pacientes con diabetes eliminen las barreras que les impiden el acceso a un tratamiento, cuyo costo asciende hasta seis mil pesos mensuales por persona.