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Entre carencias y miseria, así viven obreros portuarios a 29 años de la requisa

Al esposo de María Guadalupe no le alcanzó el tiempo para seguir luchando por una liquidación justa, por eso ella acompaña las protestas de sus compañeros

Escrito en VERACRUZ el

María Guadalupe Bautista Altamirano es viuda de uno de los 798 extrabajadores portuarios despedidos hace 29 años en la requisa del puerto de Veracruz; desde entonces su vida la describe en medio de carencias y miserias.

A su esposo no le alcanzó el tiempo para seguir luchando para ser reinstalado en su puesto de trabajo, tampoco por una liquidación justa, por eso ella acompaña las protestas de sus compañeros.

La requisa del puerto ocurrió el 30 de mayo de 1991, por instrucciones del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, quien argumentó que el puerto de Veracruz presentaba un gran rezago en el traslado de mercancías, causado por actos de corrupción y tráfico propiciados por los sindicatos portuarios.

Bajo amenazas de muerte, atropellos a sus derechos y señalados como delincuentes, los exobreros afirman que los corrieron injustificadamente, actualmente solo quedan 500 empleados quienes viven en precarias condiciones, sin las prestaciones de ley.

María Guadalupe expresó que fueron tiempos difíciles ya que a su esposo en ningún lugar le daban trabajo por las falsas acusaciones que en su momento les atribuyeron a los trabajadores portuarios, ella se vio obligada a conseguir empleo para mantener a sus tres hijos, trabajó de cocinera en un restaurante con turnos de más de 12 horas. 

“Nos afectó bastante porque se quedaron sin trabajo y los enlodaron diciendo que eran unos sinvergüenzas y rateros, en ningún lado les dieron trabajo y por eso muchos se ahorcaron porque se quedaron sin trabajo"

MUCHOS DE MIS COMPAÑEROS SE SUICIDARON

Durante varios años los trabajadores vivieron con miedo y fue ese el motivo por el que no se manifestaban, comentó Joaquín Orta Campos, quien recuerda que estaba trabajando en el muelle cuando irrumpieron elementos de la Marina por órdenes del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.

Esto provocó que muchos de sus compañeros fueran privados de la libertad y otros más asesinados. 

Eduardo Aguirre Fernández, extrabajador y representante de la Unión de Checadores, relató que como el esposo de Guadalupe muchos trabajadores fallecieron, algunos por enfermedades, otros por la edad, mientras que otros se suicidaron por la desesperación de no tener trabajo.

Él fue uno de los líderes que estuvieron en las reuniones para impedir la requisa del muelle, donde se les dijo que no saldrían afectados pero la realidad fue distinta a lo que les prometieron, con mentiras y violencia lograron despedirlos sin ningún tipo de prestaciones que por ley les correspondían. 

La mitad de sus compañeros ya murieron, todos con situaciones lamentables de pobreza, sin pensiones, padeciendo carencias y los más afortunados solo cuentan con la ayuda que les brinda el Gobierno, con los programas de pensiones que ascienden a los dos mil 500 pesos cada dos meses, dinero que es insuficiente para resolver sus necesidades.

A UN AÑO DE LA 4T

Pasaron administraciones y ningún gobierno atendió sus quejas, durante diez años estuvieron realizando plantones en el Zócalo y jamás atendieron sus suplicas.

Con la entrada del gobierno de Andrés Manuel López Obrador tenían la esperanza de recuperar todo lo que les fue quitado, pero a poco más de un año del Gobierno de la Cuarta Transformación el panorama para este sector es el mismo.

Carlos Vázquez García abogado del Sindicato de Maniobristas, Carretilleros, Cargadores, Abridores y Conexos de la zona Marítima y del Comercio de la Ciudad y Puerto de Veracruz, comentó que hasta el momento no han tenido ningún diálogo con el gobierno de Cuitláhuac García y tampoco con funcionarios de primer nivel del Gobierno Federal.

“Hemos tocado en varias ocasiones puertas en la Ciudad de México y aquí, nos hemos entrevistado con algunos funcionarios de nivel menor pero no nos han dado ninguna respuesta, por eso es que desafortunadamente tuvimos que tomar esta medida que es definitiva”, señaló durante el bloqueo que encabezó en la avenida Ignacio López Rayón, frente a las oficinas del Servicio de Administración Tributaria que hasta antes de la requisa era propiedad del sindicato.

Los afectados reiteraron que si no les resuelven este conflicto tienen planeado ir a la Ciudad de México a protestar para que se les indemnice todos los años de atropellos y les regresen los cinco edificios que les fueron quitados a la fuerza.

ygr