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En Veracruz, desagüe de gimnasio de lujo inunda colonias populares

Desde que hicieron el complejo “Haya Sport Center” sobre un río comenzaron inundaciones en colonia de Coatepec, acusan vecinos

Escrito en VERACRUZ el

XALAPA, VER.- María Rufina Gómez de 61 años y Daniel Cortés Peña de 39 no son familia ni viven en la misma casa, pero a los dos les invadió el mismo miedo: morir ahogados entre la noche y madrugada del 13 y 14 de junio en Coatepec.

Ambos quedaron atrapados en sus respectivos domicilios en las colonias San Jerónimo y Salvador Díaz Mirón, por lo que debieron ser rescatados por autoridades de Protección Civil y por sus propios vecinos.

La causa: las fuertes lluvias que se dejaron sentir en las últimas horas y la presunta complicidad de las autoridades para permitir la construcción del centro deportivo “Haya Sport Center” que redujo el cauce natural del río Pintores, caudal que ha causado al menos tres inundaciones severas en los últimos años en las que han estado a punto de ocurrir pérdidas humanas. 

El complejo deportivo se define como un centro de fitness que ofrece una amplia variedad de disciplinas “e instalaciones que acompañan a nuestros socios en este camino”.

Para ser parte, es necesaria una membresía, con la que se puede acceder al área de musculación y fitness donde imparten clases de spinning, ritmos latinos, remo y pilates, entre otros. También ofertan clases de natación, gimnasia artística, futbol, tae kwon do.

El Haya Sport es tan exclusivo que, entre sus servicios, además de valet parking, tiene habilitada una cafetería propia, baños sauna y un spa que ofrece terapia física y rehabilitación.

Este medio intentó ponerse en contacto con los socios para tener una postura al respecto, pero los trabajadores afirmaron que ninguno de los dueños se encuentra en las instalaciones y tampoco hay un número telefónico donde se puedan localizar, afirmando que no pueden dar más información.

Las inundaciones no sólo se atribuyen al Haya Sport Center”. Río arriba, alguna autoridad que por el momento vecinos desconocen cuál es, dio permisos para construir un fraccionamiento, cuyo material y desecho también arrastró el cuerpo de agua y terminó por taponear las salidas, inundando finalmente decenas de domicilios, con “pérdida total” de las pertenencias de los damnificados.

Tan solo en Coatepec, se cuentan más de 100 casas afectadas en cinco colonias, entre estas la de María Rufina y Daniel, que hoy gracias a otras personas, pueden contar sus historias.

RESCATADOS

María Rufina volvió a su casa para el recuento de los daños. Recuerda cómo el agua “llegó con harta fuerza” y los caudales de todas las anegaciones se emparejaron para hacerse uno solo e inundar su vivienda.

“Ya estaba yo chillando. Me espanté porque ya se había hundido allá y ya se había hundido acá. Me sacó un señor cargando porque el río ya era la calle”, cuenta.

Agrega que estando en la calle ambos sintieron la fuerza del agua, pero a Rufina no le preocupaba tanto su vida como la de su hija que vive en el mismo terreno que ella y que también estaba en ese momento cuando el agua irrumpió los hogares.

“Estábamos ella y yo le digo ‘entonces ahora pa ´dónde hija’ y le dije que, aunque sea ‘a la estufa me voy a subir y tú te subes en otro fierro”.

Así, con el corazón en vilo, la mujer se mantuvo en su casa hasta que llegaron algunos de sus sobrinos y con apoyo de los vecinos las sacaron del lugar, a punta primero de brincos entre los anegamientos y luego en los brazos de quienes, poniendo en riesgo también sus vidas, lograron el rescate.

“Un señor altote me cargó. Me dijo ´la saco cargando doña´ y hasta dejé el huarache. Pero sí me llevé el sustazo”.

No es la primera vez que Rufina se inunda. En los 21 años que lleva viviendo en la zona ha pasado en tres ocasiones por episodios similares, pero nunca como ahora.

La mujer que vive de recolectar plásticos para luego venderlos perdió decenas de objetos de primera necesidad, que ha adquirido en los últimos años. Su hija también lloraba por las cosas que perdieron, sobre todo porque ella no tiene trabajo.

“A lo que Dios me socorra, con eso me la llevo. Nos fuimos a quedar con mi hermano, pero del susto ni dormimos. Cuando vimos el agua dije ‘ya se acabaron de echar mis cosas, ya ni contaba con venir a encontrar unas’”, lamenta.

Daniel Cortés es discapacitado y quedó atrapado en su casa. La fuerza del agua trancó su puerta y no podía salir.

Hace años, Daniel se accidentó en una motocicleta y quedó con una pierna prácticamente inservible. Pero no fue su única tragedia, la última la vivió hace apenas unas horas; luego de 20 años de habitar su hogar y tras tres inundaciones en la zona aledaña al Haya Sport.

“Me quedé aquí atrapado porque se trabaron las puertas por la fuerza del agua”; inmediatamente su mano derecha señala el área entre la pierna y el hueso de la cadera. “Hasta aquí me llegó el agua”.

Luego, el rescate. “Me ayudaron unos muchachos de Protección Civil que vinieron y aquí los de la colonia”.

Daniel vive con su esposa y por motivo de su misma afectación motriz no puede trabajar de manera formal. Ahora sus cosas se las llevó el agua.

“Casi todo. Colchones, zapatos ropa, las cobijas todas se mojaron, casi todo”, lamenta.

Y pone nombre al responsable de lo que estuvo a punto de terminar en tragedia en detrimento de su persona.

“De lo del Haya Sport siempre así se llena de agua. A mí me ha tocado como dos veces que se inunda, pero esta vez sí nos perjudicó. Las sábanas, las cobijas, la tele. Todo se mojó, no hay nada seco”.

Con Daniel coincide el jefe de manzana de la colonia San Jerónimo, Máximo Gómez Sánchez.

“Esta vez sí afectó porque más para allá están haciendo una colonia donde están metiendo máquinas y están talando árboles y toda esa tierra y basura por el descuido de las máquinas, las están echando al río.

“Últimamente el río se está haciendo chiquito por lo mismo de la tierra que se está acumulando, de las obras de arriba y eso es lo que afecta que se salga, no encuentra salida”, critica.

A falta de apoyo gubernamental, Máximo organizó a sus vecinos y se metieron al caudal a hacer limpieza del mismo porque la basura impedía que el nivel bajara, luego de toda la noche en vela viendo cómo se iban inundando sus casas.

“Es lo mismo -los problemas con el nuevo fraccionamiento y el Haya Sport- y otro problema es que el puente tiene una trabe que carga el puente y está muy grande y el tubo del agua que pasa, hace que si viene un tronco se quede atorado.

“Hace falta que CMAS nos venga a echar la mano para levantar el tubo a la altura del puente”, clama.

A Carmen Ortiz Ronzón la ayudó una vecina a salir de su casa. Su vivienda está a un costado del río y fue de las primeras en inundarse y más afectada por los hechos. A sus 75 años, lleva varios esperando un muro de contención que pidió hace mucho tiempo.

Al no llegar la ayuda, casi llorando vio cómo su cama, sus cobijas, sus muebles económicos, todo lo que ha comprado a base de esfuerzos vendiendo envases de pet y cartón, poco a poco quedaba inservible.

“Son todos mis años de trabajo, no cuento con nadie, mi esposo murió”, cuenta al mostrar cómo también sus cartones se mojaron y con ello la posibilidad de asegurar sus ingresos de este mes, como máximo 2 mil 500 pesos, también se la llevo el agua.

“Tengo mucho miedo porque estoy sola, tengo que andar viendo dónde me voy a quedar, yo lo que estoy pidiendo es un muro que nos proteja”.

NO DAN LA CARA

Los vecinos culpan al proyecto deportivo en el que acusan que Fidel Herrera Beltrán, el exgobernador veracruzano tiene metidas las manos y algunas inversiones, pues la obra se construyó en su administración.

“Redujeron lo que es el espacio del río, por lo mismo ya no tiene salida. Queremos que derrumben lo que hicieron para que el río tenga su cauce normal porque si no cada vez que llueva vamos a tener el mismo problema”, critica María Dionisia Gutiérrez Muñoz.

“Parece que van a gestionar ahí un trámite para que los del Sport Center se presenten con nosotros. Dicen que son como una asociación, son varios dueños. Lo hicieron cuando estaba de gobernador Fidel Herrera Beltrán”, agrega.

Por su parte, María Elena Carmona Lobato criticó que tiene años que llevan pidiendo un muro de contención para evitar las inundaciones de año con año, pero ni eso, ni la respuesta del Haya Sport ante las afectaciones, ha llegado.

“El Haya Sport hace tapón con la basura que lleva el agua y ahí es a donde empieza a tapar y ya no fluye el agua. El muro, llevan años prometiéndolo”.

La mujer perdió varios muebles y rescató lo que pudo, situación que ha repetido en tres ocasiones a raíz de la construcción de la obra en cuestión, y lo sabe porque lleva varias décadas viviendo ahí y antes del Haya Sport, las cosas no llegaban a esos niveles.

“Perdí el refrigerador y mi hija la estufa. Trastes, ropa, zapatos, de todo. Se ha pedido apoyo, pero no nos resuelven”, lamenta.

Joseline Soto se une a las voces que cuestionan los permisos de construcción del Haya Sport en la Salvador Díaz Mirón.

“El problema es que redujeron el cauce del río y eso hace que se tape el paso y el agua se nos venga; en dos inundaciones pasadas solamente fueron seis familias afectadas, pero ahorita ya fue toda la colonia porque se desbordó y hay pérdidas totales.

“Antes de que construyeran no, apenas ahorita de que construyeron hacia acá, yo tengo 18 años viviendo aquí y no había pasado hasta que construyeron”, dice, al rescatar que desde hace tiempo han solicitado que se ponga atención a este problema.

“Imaginamos que hubo dinero de por medio porque se supone que un río debe tener cierta distancia para construir y ahí está en medio.

En todos los casos, dicen, se ha prometido como paliativo la construcción de un muro de contención, pero que no ayudaría tanto como obligar a la empresa a respetar el cauce del río.

“No decimos que quiten el deportivo pero que sí amplíen el paso del río para que no haya afectaciones porque de las tres inundaciones no nos han venido a apoyar en nada. Hay pérdidas de personas que tuvieron que dormir en tabiques”, dijo la afectada.


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