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En su triciclo adornado con muñecas, Don Gerónimo colecta chatarra

A sus 80 años, don Gerónimo recorre las calles de Coatzacoalcos recolectando chatarras para venderlas en su triciclo adornado de la película Max Mad: Fury Road

Escrito en VERACRUZ el

COATZACOALCOS, VER. – Tiene 80 años, pero la fuerza de un joven que le permite recorrer varios kilómetros de caminos en Coatzacoalcos recolectando chatarra para vender y así tener para comer junto a su esposa.

Gerónimo Matus Trinidad es un habitante de la Villa de Allende, quien todos los días recorre diferentes colonias en busca de fierro viejo, aluminio y envases de pet.

Su oficio es común en todo el país y en Coatzacoalcos es una de las personas que trata de ganarse la vida como chatarrero.

Pero Gerónimo, tiene un triciclo que lo hace diferente a los demás; el señor decidió adornarlo con muñecas viejas, calaveras y calabazas con pelucas, muy parecido al protagonista de la película “Max Mad: Fury Road” (Furia en el camino).

La película Furia en el camino está ambientada en un futuro donde la Tierra es desierta, la gasolina y el agua son productos escasos, donde el protagonista Tom Hardy usa vehículos peculiares para lograr su cometido.

El diseño del triciclo de don Gerónimo incluye 8 muñecas sucias y una brujita, que se combinan perfectamente con el óxido de su triciclo, que ya alcanzó el 90 por ciento de la unidad de tres llantas que por ocasiones maneja y cuando se cansa empuja.

“Yo decidí ponerle estas muñecas que recogí en la basura, porque un día yo iba por la calle General Anaya y Bravo y me quedé sin frenos y me fui a estampar con un carro, y pues por si me vuelve a pasar las muñecas amortiguan el golpe”, explicó el adulto mayor.

La calavera y la calabaza le fueron regaladas a don Gerónimo, quien no desaprovecho la oportunidad para hacer más tétrico su herramienta de trabajo, pues cuelgan de una escoba y rastrillo viejo respectivamente.

Su triciclo decorado le ayuda a que la gente le regale fierros

Tras ser despedido del ayuntamiento de Coatzacoalcos, durante la administración del alcalde Joaquín Caballero Rosiñol, don Gerónimo decidió dedicarse a la recolección y venta de chatarras, por lo que todos los días cruza el río Coatza para llegar a diferentes colonias de la ciudad, donde tiene como reto llenar su triciclo.

Vive en una vivienda de la colonia El Faro en compañía de su esposa, quien dice tiene problemas de vista, por ello sin descanso trata de caminar lo más que pueda para conseguir varios kilos y venderlos.

Su carisma es una de sus características, pero asegura que es más buscado por las personas gracias a su viejo triciclo, pues es difícil no voltear cuando cruza las calles del centro de la ciudad.

“Ya lleva varios años que decore mi carrito así, y pues así soy identificado de todos los chatarreros, para que la gente vea que andamos trabajando honestamente, porque mis muñecos generan alegría en mí y las personas, aunque a veces no hay dinero o hay problemas pues este triciclo les roba una sonrisa a las personas”, expresó.

Aunque llueva o el sol esté a todo su esplendor, don Gerónimo todos los días logra completar más de 10 kilos de fierro y varias botellas de plástico, lo que cambia en grandes chatarrerías y logra sacar para la comida del día.

Gana menos de 100 pesos por día, pero no se queja

Aunque sus gafas negras ocultan el cansancio en sus ojos, él no se da por vencido y todos los días sale a trabajar, “con la bendición de Dios y siempre agradeciéndole por lo que me da”.

El cubrebocas lo trae debajo de la nariz, pues dice que en ocasiones se cansa, además dice que no teme al coronavirus.

Hay días que gana cien pesos o menos, lo cual asegura que le es suficiente para comer, aunque no para cubrir todas sus necesidades y las de su esposa en su vivienda.

“Pues a mi edad lo que gane es bueno, con que saque para comer es suficiente, para que quejarnos amigo, si así nos toca vivir, solo hay que trabajar”, afirmó.

Admite que lo único que le preocupa es la salud de su esposa, pues dice que él está fuerte como un roble.

Por ello, dice que no se negaría a recibir apoyo de las autoridades o de las personas altruistas, y más en estos días donde la crisis económica se ha agudizado a causa de la pandemia del covid-19.

“Si alguien me quiere ayudar a mi o a mi esposa, pueden ir a mi casa en Allende, vivo en la calle 16 de septiembre número 204 entre Juárez y Zaragoza, en la colonia El Faro y que pregunten por mí”.

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