XALAPA, VER.- Ni la pandemia, ni los recortes al programa federal de Pueblos Mágicos han desanimado a decenas de empresarios que decidieron unirse para impulsar los seis pueblos mágicos en el estado de Veracruz.
Por el contrario, las mujeres y hombres de negocios se han aliado con investigadores, profesores y alumnos que les han permitido tener una mirada más amplia sobre cómo mejorar la cadena de valor que significa el turismo en los municipios con dicha denominación: Coatepec, Coscomatepec, Orizaba, Xico, Papantla y Zozocolco.
María Elizabeth Gómez Fernández es una de las empresarias que se están organizando por su cuenta para lograr que la denominación de “Pueblos Mágicos” no se pierda y, en cambio, atraiga más turistas y desarrollo económico.
María Elizabeth Gómez Fernández
Señala que la idea de organizarse es seguir atrayendo al turismo pese a las dificultades y retos que implica la pandemia de covid-19, además de fomentar el turismo ecológico y sustentable.
El otro objetivo principal es atender los grandes pendientes que se tienen en cada demarcación, como el manejo de la basura de la mano con los gobiernos locales que comienzan sus periodos este 2022.
“Lo que queremos es que la nueva administración sepa qué ha dado resultados, qué necesitamos, pero también proponerles qué podemos hacer y realizar juntos porque aquí el camino es hacerlo de la mano. Cuando hay derrama económica no solo es para el hotel, el restaurante, es para las tienditas que nos vende el azúcar, la harina, las galletas, el arroz, lo que queremos es consumir lo que tenemos, con nuestra gente”, afirma la empresaria.
Aunque el programa de Pueblos Mágicos ha sufrido recortes, empresarios veracruzanos aseguran que sigue siendo un detonante para la llegada de visitantes. Ante el impacto de la pandemia, el Congreso federal acaba de aprobar que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador destine un presupuesto de 500 millones de pesos para los Pueblos Mágicos en 2022.
Sabedores de la importancia de la distinción los empresarios veracruzanos se han reunido durante meses y buscarán presentar sus propuestas a las nuevas administraciones municipales, recibiendo el apoyo de académicos e investigadores.
Por eso para María Elizabeth es importante trabajar codo a codo con empresarios de otros municipios y con autoridades pues, aunque admite que con la pandemia cerraron muchos negocios es un hecho que se requiere dinamizar la economía.
“Nos capacitamos para recibir a la gente y trabajamos en conjunto para ofertar el producto que en este caso es Xico, no solo la cabecera sino las comunidades en donde se han mejorado los accesos. Ha habido lugares que han abierto cabañas, merenderos para comenzar a funcionar luego de la pandemia”.
Es así como se unieron para crear estrategias que trasciendan los gobiernos municipales y lograr impulsar desde fiestas religiosas hasta el festival del mole, tours de café, talleres de pan, de queso, pero también un tipo de turismo sustentable como el senderismo, cañonismo, ciclismo, cabalgata, entre otros.
“Como empresarios siempre hemos querido capacitar, siempre estamos sobre las instituciones para saber qué capacitaciones hay y poder ofertarlas a nuestra gente”, señala.
CONSIGUEN ALIADOS
En la búsqueda de su objetivo, los aliados se han enfrentado con retos para seguir cumpliendo con los requisitos que les permiten ser denominados Pueblos Mágicos y que son tan variados como la falta de señalética e incluso el deficiente manejo de los residuos sólidos en cada municipio y tomar el ejemplo de lo que desde el gobierno municipal se ha hecho en Orizaba con su biodigestor.
La profesora investigadora en el Colegio de Veracruz, María de los Ángeles Piñar Álvarez, destaca que trabajan en conjunto con los empresarios para elaborar un diseño de cadenas de valor en los seis pueblos mágicos, como parte de los requisitos que se piden para mantener ese estatus.
María de los Ángeles Piñar Álvarez
“Los prestadores de servicios turísticos son los creadores de este tejido social entre el territorio y las necesidades que hay en materia de turismo, queremos crear una estrategia en el ámbito de productos turísticos, infraestructura, equipamiento, capacitación y vinculación con el resto de las administraciones”.
Esto ya que los nuevos gobiernos municipales que inician funciones en enero de 2022, deberán hacer un programa sectorial de turismo, por lo cual buscan tener incidencia para dar continuidad a lo que se hizo bien y hacer nuevas propuestas.
La profesora señala que hay áreas de oportunidad que se deben tomar en cuenta porque hasta ahora todos los pueblos mágicos en Veracruz “se rascan con sus propias uñas”, y en la mayoría de los casos hay una desvinculación entre el sector privado y el público.
“Cada uno hace un esfuerzo en el sector privado, pero en el sector público hay un problema de residuos sólidos, el único municipio que ha superado esa problemática es Orizaba, pero en los otros cinco se requieren trabajo. Hay que trabajar en la contaminación de los ríos, contar con plantas de tratamiento, trabajar con los aceites de restaurantes por ser residuos especiales; la contaminación del agua; la señalética, rescatar los proyectos que surgen, tienen un boom, pero muchos eventos que se hicieron una vez y no se volvieron a hacer”.
Para Piñar Álvarez la clave es crear el tejido social que hará posible que todo el motor se ponga en movimiento, para conservar la naturaleza, la cultura, la historia y por ende mejorar el desarrollo económico.
“Si no trabajamos juntos los atractivos van a desaparecer, por eso queremos que se establezca una estrategia de turismo en el plan municipal de desarrollo”.
GOBIERNOS SE VAN, EMPRESARIOS SE QUEDAN
En este programa también trabaja la estudiante de la Maestría en Desarrollo Regional Sustentable del Colver, Angélica Renée Euán Canché, que advierte la necesidad de trabajar en conjunto para crear estrategias de largo plazo y tomando en cuenta a quien conoce mejor sus territorios: los empresarios de todos los niveles.
Angélica Renée Euán Canché
“Los servidores públicos van y vienen, pero los empresarios se quedan en sus comunidades y ellos son quienes conocen a sus clientes, proveedores y quién mejor que ellos para diseñar estrategias que beneficien a todos”.
Señala que se trata de democratizar la política pública; es decir, la participación de los ciudadanos en la elaboración de un plan municipal de desarrollo que no únicamente sea “de escritorio”.
“Al final se retoman los intereses de todos y no solo de unos cuantos; es un privilegio ver cómo se va desarrollando empatía entre todos ellos para mejorar sus comunidades en todos los aspectos para preservar su patrimonio cultural”, destaca.
La estudiante pugnó porque este proceso no sea politizado por las autoridades entrantes y se establezcan alianzas para el bien de los ciudadanos no solo a nivel cultural sino también de desarrollo social e infraestructura.
“Venir y trabajar con la gente, con los empresarios, con los agricultores, con los cafetaleros; de ellos rescatar todas sus experiencias y construir la política pública desde abajo, a partir de sus experiencias, que la gente se sienta incluida para que haya una apropiación, solo así se podrán mantener los proyectos exitosos administración tras administración sin importar el partido político”, finalizó.