Main logo

Dos años para que Mireya pudiera ser madre de una niña

Debió enfrentar al sistema burocrático del DIF para lograr adoptar a una niña de 5 años

Escrito en ESTADOS el

Sonora (La Silla Rota).- Casi dos años duró el proceso para que Mireya fuera la legítima madre de una menor de cinco años de la Casa Hogar Unacari en Hermosillo Sonora.

Soltera y profesionista en el área de derecho a sus 39 años decidió someterse a los trámites de adopción del Sistema Dif, ya que un problema de fertilidad le impedida de tener hijos.

"El proceso en sí es muy tedioso, muy engorroso pero justificable de acuerdo a mi punto de vista si de verdad lo que se quiere es buscarle la mejor familia al menor".

Algunos de los documentos que le solicitaron a Mireya hace cinco años en el DIF, son cartas de trabajo, recomendación, análisis clínicos, psicológicos, examen socioeconómico, además de cursos de capacitación a los candidatos sobre lo que implica ser papás adoptivos.

En su experiencia compartió que tanto las parejas como las personas solteras que solicitan adopción llevan exactamente el mismo proceso, ya que de acuerdo a las pláticas recibidas por personal de la casa hogar, el tiempo de adopción depende que las características de la familia encaje con el perfil del menor.

“Ellos no le buscan un hijo a las parejas sino que consideran con base a la necesidad de los niños que los padres ofrezcan una vida sana al menor, por eso hay parejas o personas solteras como yo que tardamos años para que nos den al niño”.

Llega el proceso de convivencia y adaptación

Después de un año de iniciado el trámite, a Mireya la llaman de DIF para notificarle que había una niña a la cuál podría proteger y hacer feliz en su infancia dándole un hogar y que comparando los perfiles ella se ajustaba para se su madre adoptiva.

“Me hablaron y yo muy contenta por la noticia fui a conocer a la que hoy es mi hija, me dejaron platicar con ella, presentarme y conocerla un poco, yo iba una vez a la semana una hora a convivencia ahí en la casa hogar Unacari, después me la prestaban los fines de semana, y luego de seis meses la niña ya se vino a vivir conmigo pero siempre con visitas constantes del personal de DIF para evaluar la condición de la niña”.

Ahora viven como madre e hija

Hoy la niña tiene 10 años y asiste a quinto grado de primaria, aunque son pocas las personas en su colegio que saben de su proceso de adopción, tema que Mireya prefiere mantener al margen por la seguridad y estabilidad emocional de la menor.

Recién la dirección de DIF estatal en Sonora informó que se aplicarán modificaciones al código de la familia, las cuales tienen que ver la creación de familias de acogimiento, es decir que puedan albergar a niños de casas hogares hasta que estos cumplan su mayoría de edad, pero sin tratarse de una adopción.