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Denuncian maltrato de persona con discapacidad en Hotel de Mérida

Vicente de Jesús León padece retraso mental, se quedó sin empleo justo el día de su cumpleaños, quería comprarse un pastel pero su finiquito fue de 62 pesos

Escrito en ESTADOS el

MÉRIDA.- Al llegar a un Hotel City Express todo pinta de maravilla: el olor del bufete, las sonrisas en la recepción, la elegancia de los acabados. Cada espacio pareciera que está hecho para el confort del viajero de negocios, incluso en el conmutador, donde se escucha el siguiente mensaje antes de realizar una reservación telefónica: 

“En Hoteles City Express obtuvimos el certificado de empresa socialmente responsable”.

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Lo que no dice esta cadena hotelera es que hace unos días finiquitaron con 62 pesos a un empleado con discapacidad intelectual, a quien hicieron ir tres veces por su cheque en plena pandemia; esta persona acusa que sufrió maltrato durante los cinco meses que estuvo contratado.

El nombre de este trabajador es Vicente de Jesús León Mora, tiene 43 años y padece retraso mental desde que nació debido a una paliza que le dio su padre a su mamá cuando estaba embarazada. Se quedó sin empleo justo el día de su cumpleaños. Quería comprarse un pastel con su finiquito. Pero no hay pasteles de 62 pesos.

Vicente es ahora uno de los 21 millones de mexicanos sin empleo que ha contabilizado el Inegi en los últimos meses. Su vulnerabilidad es más grave que la de un desempleado común. De acuerdo con cifras de Ottobock y Fundación Paralife, más del 70% de las personas con discapacidad trabaja en la economía informal o depende de terceros para su manutención básica.

Quien ha denunciado públicamente el caso ha sido Concepción León, hermana de Vicente y reconocida directora de teatro que ha luchado por los derechos de las mujeres y las personas con capacidades diferentes.  

No queremos demandar a la empresa porque tememos que mi hermano no pueda encontrar otro trabajo o que haya una represalia contra mí. Y aunque no me dijeron que habrá represalias como tal, sí me dijeron que mejor ya no conteste entrevistas porque ellos también van a reaccionar, pues al parecer, según me dijeron, les están bajando sus reservaciones. Y creo que no se vale: es la palabra de un gran consorcio hotelero contra la de un discapacitado”, dice en entrevista la también activista
 

Hoteles City Express atraviesa por momentos complejos. En julio pasado, la compañía dirigida por Luis Barrios reportó una caída de 81.7% en ingresos totales debido al cierre de sus complejos a causa de la pandemia de covid-19, de acuerdo con información enviada a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). Y aunque por ahora ya tienen luz verde para abrir sus hoteles, sólo pueden hacerlo al 30% de su capacidad. El negocio, en general, no va bien: la utilidad neta registró pérdidas por 522.7 millones de dólares.

“No puedo creer que un consorcio millonario no pueda dar ni 100 pesos. Yo por eso no voy a dejar de contestar a los medios de comunicación. Si he luchado por los derechos de muchas personas, ¿por qué no voy a luchar por los de mi hermano? Lo que quiero es visibilizar que hay empresas que sólo se colocan el diploma de “socialmente responsable” como un eslogan y no como una práctica real”, comenta León.

NO LES IMPORTÓ LA PANDEMIA

Justo cuando México reportaba 400 mil casos confirmados de covid-19 y más de 50 mil muertes, la gerencia del Hotel City Express de Mérida hizo ir tres veces a Vicente por su finiquito. Poco les importó que Vicente padeciera asma desde muy pequeño y, por ello, sea considerado población vulnerable frente a la pandemia.

Ellos aseguran que mi hermano renunció, pero lo que no dicen es que él sufrió maltrato en su centro de trabajo. Ahora que hemos platicado con él, nos cuenta que había una mujer que lo maltrataba y lo molestaba. Lo acosaba diciéndole que hacía las cosas muy mal, que no limpiaba bien, que no sabía hacer nada. Cuando le preguntamos sobre el tema, se pone a temblar y a llorar
 

La dramaturga ha cruzado varias conversaciones telefónicas y correos electrónicos con el personal administrativo del hotel. “Ellos niegan la versión de mi hermano y dicen que no lo hicieron dar tres vueltas, sino dos. Al ver todo el escándalo mediático que se armó, primero me contactó la subdirectora de relaciones públicas y luego la gerente regional. Me dijeron que el escándalo ya ha ocasionado que bajen sus reservaciones”.

En su página web, Hoteles City Express asegura que es una Empresa Socialmente Responsable (ESR), un distintivo que otorga cada año el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi) a las compañías que fomentan el desarrollo humano y el ejercicio de la responsabilidad empresarial. Sostienen que cuentan con este título desde 2014 y que tienen un programa de inclusión para contratar colaboradores con discapacidad. 

“En México no existe una cultura de respeto hacia las personas con discapacidad en la sociedad en general. Hacen falta programas en las escuelas para que, desde niños, desarrollemos valores incluyentes hacia las minorías. Lamentablemente, más del 70% de la población mexicana con discapacidad no tiene trabajo o labora en la economía informal sin seguridad social ni prestaciones", explica Mónica Guadalajara, directora de marketing de Ottobock, empresa alemana del mercado ortoprotésico que cada año organiza eventos de inclusión social y deportiva para este sector de la sociedad. 

HOTELES CITY EXPRESS RECHAZA ACUSACIONES

Se pidió una entrevista con algún directivo de la empresa para conocer su versión de los hechos, pero hasta la publicación de esta nota no fue concedida. En cambio, enviaron un comunicado en el que aseguran que nunca tuvieron conocimiento de que Vicente tuviera retraso mental.

Es importante señalar que desde que Vicente llegó a laborar al hotel City Express Mérida nunca señaló tener algún tipo de discapacidad y, en el tiempo que laboró en la empresa, ningún familiar se acercó a nosotros como tutor para indicarnos que Vicente padecía discapacidad”, señala el documento

“En febrero del 2020, pese al pago de la quincena correspondiente, Vicente no se presentó a laborar en un periodo de ocho días. No dio aviso ni justificó sus faltas. Ocho días más tarde, se presentó en el hotel City Express Mérida argumentando que había encontrado un mejor trabajo, por lo cual presentó la renuncia formal y fue citado para recoger su finiquito”.

Además, la compañía con más de 16 años de experiencia en el segmento hotelero sostiene que el finiquito fue valuado en 62 pesos porque le fueron descontados a Vicente los días laborales que se ausentó.  

Eso es lo que han estado diciendo ellos. De nuestra parte, la controversia ya está concluida. Sólo creo que sí es importante visibilizar cómo se comportan este tipo de empresas. Porque no es la primera vez que mi hermano sufre maltrato en el trabajo. Hace tiempo, limpiaba oficinas en un edificio de tres pisos y sólo podía usar la toma de agua del primer piso pese a que sabían que tenía discapacidad. Eso provocó que un día se cayera y se lastimara la espalda. Es lamentable que compañías con tanto dinero cometan estas prácticas