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Denuncian a policías de Tehuacán por abuso de autoridad

Tres mujeres de Tehuacán presentaron denuncia en la Fiscalía del Estado contra de elementos de la policía estatal, quienes las querían bajar de su vehículo

Escrito en ESTADOS el

PUEBLA.- Tres mujeres fueron víctimas de abuso de autoridad en el municipio de Tehuacán cuando al menos ocho supuestos policías estatales y ministeriales las encañonaron, las golpearon y sin identificarse intentaron revisar el automóvil en el que ellas viajaban.

Harue ''''N'''', una de las tres afectadas, narró que alrededor de las 13:40 horas de este martes salieron en un automóvil de su casa rumbo al ISSSTE donde ella se quedaría para ir a consulta médica y su hermana y su prima se dirigirían a comprar un pastel para celebrar el cumpleaños de una sobrina.

A dos cuadras y media de la vivienda desde una patrulla los supuestos elementos de la policía estatal les indicaron algo, pero no escucharon bien porque llevaban las ventanillas cerradas.

Mi hermana dijo “creo que quieren que manejemos con precaución o algo así”. Dimos vuelta en una cuadra y nos vuelven hablar ahora para pedirnos que nos detuviéramos y cuando “nos paramos la patrulla 1115 se estaciona atrás de nosotras y adelante nos cerró el paso una camioneta RAM de color blanco, con placas del estado de Puebla”.

De la camioneta se bajaron cuatro personas, entre ellas una mujer, con ropas de civil y armadas; los de la patrulla sí iban uniformados. Primero les dijeron que el automóvil en el que circulaban, un Versa 2018, no traía una placa, luego que desde el domingo tenía reporte de robo y al final, que iban a revisar la unidad porque eran sospechosas de transportar droga.

Harue, de profesión docente, afirma que cuando ella y sus dos acompañantes se negaron a bajarse del auto, los policías les ordenaron que les “enseñaran sus identificaciones y la tarjeta de circulación” y cuando se las entregaron les sacaron fotografía.

Aun así les insistieron en que se bajaran del auto y que abrieran la cajuela para registrarlo, pero como se negaron “el policía que estaba hablando con mi hermana metió la mano por la ventanilla, empujó la puerta, y le botó los seguros”.

Ahí es cuando se dieron cuenta de que algo no andaba bien, que no se trataba de una revisión de rutina y piensan que hasta las habían estado cazando toda la mañana para sorprenderlas en cuanto salieran de la vivienda.

Del lado del copiloto un sujeto moreno y vestido con una playera del Barcelona abrió la puerta, golpeó a Harue en las costillas y gritando “el carro tiene reporte de robo y se las va a cargar la verga” la jaló de los cabellos para sacarla, pero “me agarré el freno de mano para que no me pudiera bajar; me quitó la credencial de elector y le tomó fotografía”.

Al ver que los policías hacían uso de la violencia ellas comenzaron a grabar con sus teléfonos, y fue entonces cuando la mujer vestida de civil se acercó por la ventanilla para quitarle sus cosas a mi prima que iba en la parte de atrás al tiempo que insistía en que sólo querían revisar el automóvil.

Tuvimos que gritar muchísimo que nos querían secuestrar, cuenta Harue, para que la gente comenzara a arremolinarse, a grabar con sus celulares y a detener el tráfico en la calle que es poco transitada.

Los civiles que se bajaron de la RAM “decían a la gente que se retirara, que estábamos detenidas por portación de drogas, pero la gente empezó a grabar y nosotras a gritar que nos ayudaran. Cuando empezamos a marcar al 911 nos dijeron ‘¿a quién le hablan?’ Yo le dije ‘pues a la policía’ y me gritaron ‘nosotros somos la policía y se las va a cargar la verga’. Nosotras decidimos gritar muchísimo hasta que llegó un carro blanco del que se bajaron unos tipos que les hicieron señas y fue cuando le bajaron a las agresiones y las dejaron ir.”

Cuando las tres mujeres comenzaron a alejarse en el automóvil siguieron grabando y gritando que las querían secuestrar, porque la patrulla las siguió durante varias calles hasta que la perdieron de vista.

Al filo de la media noche Harue dice a La Silla Rota que fueron a poner la denuncia al C5 donde dieron el número de la patrulla y les respondieron que tienen registro de las unidades que circulan en el municipio y la 1115 no corresponde a Tehuacán, “pero no quiso decir de dónde es” y les pidió que fueran la Casa de Justicia de Tehuacán donde les señalaron que no pueden hacer nada, que fueran hasta la ciudad de Puebla.

“La verdad es que sí tenemos miedo y hacemos responsables de lo que nos pase o de represalias a las autoridades, porque se llevaron fotos de nuestro INE o sea que saben dónde vivimos.”

Si no hubiéramos hecho un desmadre, si no hubiéramos gritado para que la gente se diera cuenta de que nos estaban agrediendo, no sé qué nos hubiera pasado ni donde estuviéramos ahora, agrega Harue.


kach