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Dengue silencia a la 4T en Veracruz

El gobierno de Cuitláhuac García optó por guardar un inusual silencio ante la proliferación de esta enfermedad

Escrito en VERACRUZ el

Con el arranque del undécimo mes de Cuitlahuac García Jiménez como gobernador de Veracruz, la administración estatal aparenta perder la batalla en contra de un rival minimizado y palpable por toda la población: el dengue.

A la semana del 15 al 21 de septiembre, el estado de Veracruz reportaba 4 mil 626 casos de dengue, correspondiente a 1998 hombres y 2 mil 628 mujeres, con lo cual la entidad ocupa el primer lugar nacional con más casos acumulados.

No obstante, ante el incremento semanal del número de pacientes, el discurso oficial del Ejecutivo es que la epidemia no se le salió “de control”, como lo recalcó el propio Gobernador el pasado 19 de septiembre en un evento público en la ciudad de Xalapa.

“No se nos salió de control: está una situación que es cíclica y la participación de los ciudadanos y él énfasis que debimos haber hecho nosotros debió ser mayor”, expresó García Jiménez., cuya labor de promoción de la salud poco impacta en la población, aun cuando el propio gobernador protagoniza videos en su domicilio en donde elimina criaderos.

Ahora la estrategia es que sólo el mandatario y el secretario de Salud puedan hablar sobre este tema.

MUTIS, LA INSTRUCCIÓN

Con fecha de 1 de octubre, el Gobierno de Veracruz giró una circular dirigida a los titulares de las once jurisdicciones sanitarias: Pánuco, Tuxpan, Poza Rica, Martínez de la Torre, Xalapa, Córdoba, Orizaba, Veracruz, Cosamaloapan, San Andrés Tuxtla y Coatzacoalcos, en donde se les instruye a no dar datos de la epidemia a los medios de comunicación.

“Por medio del presente se les informa que a partir del día de hoy los únicos voceros oficiales para otorgar entrevistas a medios de comunicación relacionadas con la situación del dengue en el estado son el Ing. Cuitláhuac García Jiménez y el Dr. Roberto Ramos Alor”, versa la misiva firmada por el director de Salud Pública, Salvador Beristain Hernández.

Se les pide a los directores de centros de salud y jefes de jurisdicciones apoyar dicha instrucción.

Posteriormente, el propio firmante del documento, Salvador Beristain, negó que el propósito de dicho comunicado no es una intención de “mordaza” a alguna área, sino solo se aplican las normativas por la Secretaría de Prevención y Promoción de la Salud en cuanto a las estrategias de comunicación social.

“Estas acciones están establecidas con la finalidad de garantizar que la información fluya en forma adecuada y evitar que se presenten situaciones de crear confusión y por eso mismo se da esta instrucción: la idea es que se dé la información oficial, es garantizar que la información sea efectiva y oficial” dijo a través de una entrevista, igual con carácter oficial.

En esta además conversación negó que la SS intente ocultar alguna situación contra el dengue.

MALA INTEGRACIÓN DE DATOS

La situación del dengue además evidenció un deficiente procedimiento para la elaboración de estadísticas en la propia Jurisdicción Sanitaria con sede en Xalapa.

En su boletín epidemiológico 38, la Dirección General de Epidemiología (DGE) de la secretaría de Salud informó de la implementación de “cubos de información” para conformar estadísticas.

Sin embargo, en el citado reporte, la Director de Epidemiología admitió que antes de actualizar la metodología de integración de datos, el personal de la Jurisdicción incurría en “incongruencias”.

En el caso de la dependencia, Epidemiología aplicó un sistema de “cubo”, es decir, una base de datos multidimensional en línea, la cual es accesible a través de Microsoft Excel y se maneja de manera similar a las tablas dinámicas.

La base de datos contiene la información a nivel nacional de los padecimientos sujetos a vigilancia, los cuales son ingresados al Sistema Único Automatizado para la vigilancia Epidemiológica (SUAVE) y alimentados por todas las unidades médicas pertenecientes al Comité Estatal para la Vigilancia Epidemiológica (CEVE).

Este cubo dinámico se actualiza dos veces al día; a las 06:00 y a las 14:00 horas, y dicha dinámica sirve para revisar el avance en la captura, con la oportunidad para el operador de detectar errores y corregirlos antes de que cierre la plataforma.

Además se realiza un reporte posterior, con cortes los miércoles a las 11:00 horas, y dicha información no cambia a lo largo de la semana.

En el caso de Xalapa, en el primer día se sensibilizó al personal con respecto a las ventajas.

Sin embargo, una semana después, los líderes de programa mencionaron que la forma en qué visualizaban el reporte de información no era “el adecuado para ellos”.

Por lo anterior, se modificó los reportes, para adaptarlos a cada una de las distintas peticiones, a modo de facilitar su uso y comprensión.

De hecho, los aplicadores del “cubo” revelaron que el sistema evitaba menos “incongruencias” en la captura de la información de la jurisdicción.

La falta de incongruencias contribuyó a reflejar un escenario más claro de la epidemia. Por ejemplo, en la conferencia “mañanera” del 5 de septiembre del presidente Andrés Manuel López Obrador, el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud federal, Hugo López-Gatell aceptó que ya Veracruz encabeza los casos de pacientes infectados.

Además refirió que hasta esa fecha se registraban a nivel nacional 120 muertes por dengue.

Sin embargo desmintió que la situación rebasara ante la falta de compra de pesticidas; y aclaró que al principio de año, las entidades compran las dos terceras partes de los insecticidas usados durante el ejercicio anual.

“Se transfiere el dinero a las Secretarías de Salud estatales y secretarías compran y se aprovisionan, porque es la primera línea de trabajo de insecticidas: dos terceras partes, 66 por ciento” indicó.

Refirió que si tradicionalmente la compra federal de insecticidas ocurría en mayo o junio, ahora ocurrió en agosto.

“Pero nótese que no cambia la operación, porque está previsto y contemplado que la operación empieza con los estados; de modo que llegar a comprar en agosto la tercera parte de la compra federal no afecta los calendarios de uso de esos recursos federales” alegó.

No obstante, datos de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad revelaron que el gobierno federal contaba con un presupuesto de 192 millones de pesos para la compra de insecticidas contra el mosco transmisor del dengue. Sin embargo, a mediados de año el bloque seguía sin ejercerse.

La propia Secretaría de Salud de Veracruz, al mes de junio reportó que “el avance de este indicador no ha sido el esperado, una de las causas es el desabasto de este insumo, que se ha venido presentando en el periodo”.

Oficialmente la Secretaría de Salud Federal detuvo la compra de insecticidas por detectar supuestos actos “de corrupción”; no obstante, en 2017, la Secretaría de Salud compró el Bendicarb – insecticida- a la farmacéutica Bayer a un precio por unidad de 34 mil 217 pesos. En 2018, Bayer vendió este producto a un precio menor: 32 mil 506 pesos. Y este año el gobierno de López Obrador nuevamente compró el insecticida a Bayer, pero a un costo ligeramente más elevado, 33 mil 481 pesos por unidad.

“Yo no tenía toda la información, sólo por instinto dije que seguramente estaba de por medio el negocio, los billullos” presumió el presidente Andrés Manuel López Obrador en la conferencia de la fecha ya citada.

MINIMIZAR, REPETIR, EVADIR

El 28 de septiembre, por medio de un video en sus redes sociales, la Secretaria de Protección Civil, Guadalupe Osorno Maldonado, admitió haber padecido dengue “no grave” en las últimas semanas de septiembre.

En el multimedia Osorno además exhorta a la población a eliminar criaderos del mosco transmisor y de hecho, es la primera, del círculo cercano del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez, en aceptar que padeció dicho mal.

No obstante, su mensaje de prevención refleja el discurso reiterativo del Gobierno de Veracruz en cargar la responsabilidad de la epidemia a una población incapaz de asumir medidas precautorias.

Además, el Gobernador en reiteradas entrevistas o bien minimiza la dimensión del problema, o bien, no da respuesta a los constantes reclamos de falta de fumigación en los barrios y colonias.

Incluso, acorralado por los medios, recurre el mandatario a excusas casi fantásticas.

El 19 de septiembre, tras encabezar un acto con la Secretaria de Protección Civil, Guadalupe Osorno, que días después contraería el mal, Cuitláhuac García acusó al Gobierno de Javier Duarte de Ochoa de incrementar el riesgo de transmisión del dengue entre la población.

“Lamentablemente en época de Duarte no se atendió al personal de vectores, recordarán que hubo manifestaciones en esas fechas y redujeron la cantidad de personal en vectores y ese fue el que recibimos, no fue ni del gobierno anterior, ni el antepasado” justificó.

Negó, nuevamente, que la situación se saliera de control, y en todo caso, defendió que el Gobierno estatal no aplica el rocío de insecticidas para no “matar a las abejas” dijo en la referida entrevista.

“No se fumiga a toda la población, ¿porqué? Porque mata todo tipo de insectos. Y entre ellos, abejas, si nosotros hiciéramos esa tarea de 'vamos a fumigar', vamos a causar otro problema y es una medida de emergencia por hacer, la fumigación no cura las personas, las acciones de salud pública que nos corresponden en este momento es lo que les he comentado” achacó

Sin embargo, un día después de su discurso a favor de las melíferas,  García Jiménez anunció la compra de insecticida por un monto de 60 millones de pesos, para la contratación de personal extra e iniciar la fumigación urgente en la lucha contra el dengue.

No obstante, ese mismo 19 de septiembre, el Secretario de Salud, Roberto Ramos Alor reveló que se contaban con dos fallecimientos por dengue. Horas más tarde, el encargado de Salud Pública, Salvador Beristain Hernández, admitió que se contaban con 27 muertes en análisis a modo de determinar la causa de fallecimiento. No obstante, redes sociales acusaron a la autoridad de ocultar tales decesos.

ygr