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Con Taxi Pink Pet, Lorena evitó contagiarse y sobrevivió a la pandemia

Lorena cambió a los pasajeros tradicionales por mascotas para sobrevivir a la pandemia y evitar contagiarse de covid a bordo de su “taxi rosa”

Escrito en VERACRUZ el

Lorena Ortiz Rendón es una de las más de 20 mujeres que conducen un “taxi rosa” en la conurbación Veracruz-Boca del Río y la única de todo el gremio en prestar un servicio de transporte para mascotas en la zona metropolitana.


El taxi marcado con el número económico VB-8191, completamente rotulado de color rosa, luce limpio, aromatizado y en buen estado, sin señales de que en él transporte a sus amigos de cuatro patas.

A bordo del taxi, la mujer transporta a las mascotas de sus clientes, quienes la contratan para que sus animales acudan a citas a veterinarias y estéticas. Incluso, acude a centros comerciales para comprarles alimento.

En diciembre de 2019, abrió su página de Facebook “Taxi Pink Pet”, una idea de transporte pensada para usuarios que requieren un costo accesible y una forma segura para trasladar a sus mascotas dentro de la conurbación.

Aunque antes de la pandemia de la covid-19 seguía subiendo también personas a su unidad, Lorena nunca imaginó que a partir del inicio de la emergencia sanitaria su actividad como taxista daría un giro.

El aislamiento social que la pandemia de la covid generó a partir de marzo del 2020 nunca fue un obstáculo para Lorena, quien, a diferencia de sus compañeros, notó que los servicios para el traslado de animales aumentaron.

“A raíz de la pandemia del año pasado se me incrementó el servicio, tanto para veterinarias como para estéticas y baños, aparte de eso el servicio de compras, de todo lo que tiene que ver con mascotas”, dijo.

De acuerdo con Lorena, durante los meses más críticos de la contingencia sanitaria llegó a realizar de cinco a 10 servicios diarios y, aunque algunas jornadas sus ingresos estuvieron por debajo de lo esperado, hubo otros en los que se repuso. 

“Cuando el día está flojo, pue salgo tablas; los días que están buenos es cuando desde que Dios amanece hasta que Dios anochece no paro”, afirmó Lorena.

La decisión de emprender con “Taxi Pink Pet” también le dio la oportunidad de protegerse de la covid, ya que dejó de subir personas de manera recurrente a la unidad para cambiar de rubro su oficio.

“Me cuido mucho, trato de no estar donde hay demasiadas personas, mi distancia, igual las personas que se suben, si son clientes nuevos les digo cómo deben de subir a la unidad”, comentó.

Amante de los animales

“Yo nunca me imaginé que me fuera a dedicar al cien por ciento a trasladar mascotas, lo veía yo como un extra al trabajo que yo tenía, que era taxista”, aseguró.

Para Lorena, sus clientes le pagan por hacer simplemente lo que le gusta, pues afirmó que además de que le encanta conducir es amante de los animales, por lo que su trabajo es una “combinación perfecta”.

“Tengo mucha química con los perritos y los gatitos, luego cuando me toca ir sola con ellos y los veo estresados pues les pongo música para que se relajen, les canto, voy hablando con ellos”, expresó.

Lorena también es parte de asociaciones animalistas como “ProMejora Vida Animal” y “Animal a Salvo” y vive con seis perros y cuatro gatas. También tiene dos tlacuaches, a los que mantiene en resguardo mientras se rehabilitan.

Se volvió taxista hace 10 años, por un favor

“Fíjate que mi mamá no tiene quien le maneje su coche… queremos que seas tú”, así, una amiga la convenció de iniciar como taxista. Lorena aceptó, según ella, mientras encontraba algo más, sin saber que pasaría 10 años como conductora del transporte público en Veracruz.

Conducir su taxi le permitió conocer casi toda la zona conurbada, así como personajes que atesora en su memoria. Además, fue una de las conductoras del primer “taxi rosa” de Veracruz, un carro modelo Tsuru de la marca Nissan.

La mujer, de 40 años, es consciente que ser taxista es ir al día, ya que se trata de un trabajo sin seguro médico ni prestaciones. Esa fue una de las razones por las que la pandemia llegó a causarle a temor.

“La vida del taxi es ir al día al cien por ciento, tú puedes tener un dinero guardado, pero te va a salir una emergencia o algo, un gusto que te quieras dar con tu familia y ese dinero se va”, relató.

Ahora, Lorena planea dar de baja su unidad como taxi y volverla un servicio meramente particular, para evitar problemas con las autoridades de tránsito o transporte público. Su intención es seguir creciendo.

“El plan a futuro es liquidar esta unidad y hacerme de una nueva, que sean dos unidades las que estén trabajando para Taxi Pink Pet”, puntualizó.

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