La construcción de la cervecera Constellation Brands en Veracruz no afecta a la población, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador, durante la conferencia mañanera de este martes 14 de junio.
Tras ser cuestionado sobre la escasez de agua en Nuevo León, López Obrador dijo que el periodo neoliberal permitió que se instalaran empresas en cualquier parte del país, caso contrario a lo que ocurre en Veracruz con la cervecera Constellation Brands.
{"quote":"“En Veracruz hay suficiente agua, no afecta a la población”, apuntó. "}
La versión del presidente López Obrador contrasta con la de ecologistas, que desde que se anunció la construcción de Constellation Brands en un terreno de 300 hectáreas en la localidad Vargas, a 30 kilómetros de la ciudad de Veracruz, criticaron la decisión.
A pesar de esto, el presidente expuso que Constellation Brands tendrá la oportunidad de importar agua del puerto, por lo que no sufrirán escasez de agua.
Además, dijo que la empresa realizó los estudios correspondientes para su construcción en el lugar, versión que vecinos de Vargas niegan, pues no se hizo una consulta popular y en la localidad estuvieron sin agua más de 20 días a inicios de año.
Habitantes temen que Constellation Brands los deje sin agua como ocurrió con la Comercializadora e Industrializadora Agropecuaria (CIASA), conocida como el rastro de Vargas, una fábrica del lugar que dejó casi seco el río Paso Derecho.
¿Veracruz sin problemas de agua?
El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, anunció el pasado 9 de mayo que las lagunas El Farallón, San Julián y Laguna Verde del estado se encuentran en riesgo de secarse.
Por esta razón, informaron que se encuentran analizando las posibles soluciones a la escasez junto con la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
El ecologista José Ángel Martínez alertó en entrevista con La Silla Rota Veracruz que la llegada de la cervecera Constellation Brands agudizaría la crisis del agua.
¿Qué pasa con Constellation Brands?
La cervecera que surte vinos y licores a Estados Unidos, Nueva Zelanda, Italia y Canadá construiría su planta en la ciudad de Mexicali, en Baja California. Tras el rechazo de los habitantes, debido a una escasez de agua en la región, movió su sede al estado de Veracruz, donde se anunció una inversión de mil 300 millones de dólares.
Alfonso Cortez Lara, profesor investigador titular en el departamento de Estudios Urbanos y Medio Ambiente del Colegio de la Frontera Norte (Colef) sede Mexicali, señaló la empresa incurrió en diversas omisiones ilegales para que se le otorgara el permiso de construcción en aquella ciudad.
{"quote":"“Ellos llegaron por abajo del agua y empezaron a negociar con el sector empresarial y con el gobierno, casi se les regaló la tierra, se las vendieron a precios bajos”, comentó. "}
Situación parecida ocurre en Veracruz, donde los habitantes se enteraron cuando vieron la construcción de la entrada a la fábrica.
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