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Casas GEO: el grito de ayuda que nadie atiende en Veracruz

Vecinos del fraccionamiento Hacienda Sotavento podrían quedarse sin agua definitivamente por una deuda millonaria que la constructora les heredó ante CFE

Escrito en VERACRUZ el

“Nos timaron, nos vieron la cara”, es el lamento de Glenda Ramírez, una de las miles de víctimas del fraude millonario cometido por la empresa Casas GEO, responsable de la construcción de fraccionamientos ubicados en la zona poniente del puerto de Veracruz.

Cerca de ocho mil familias de Hacienda Sotavento, Bonaterra y Pueblo Nuevo heredaron una deuda millonaria que la constructora contrajo con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que amenaza con desmantelar la red eléctrica de los tres fraccionamientos si el adeudo no se cubre.

Las instalaciones eléctricas alimentan los equipos de bombeo de cinco pozos que surten agua potable a las miles de familias de los fraccionamientos, ubicados a un costado del Aeropuerto Internacional “General Heriberto Jara Corona”.

Para los colonos, la incertidumbre de quedarse definitivamente sin agua potable es constante; la única manera de mantener el servicio es a través de los pozos que son alimentados por la red eléctrica CFE. 

Pero, la empresa requiere el pago inmediato de cuatro millones 346 mil 246 pesos – una deuda contraída por Casas GEO – o de lo contrario cortará de forma permanente la electricidad que da energía a los pozos.

Aunado al adeudo con CFE, los fraccionamientos carecen de servicios municipales debido a una deuda más que Casas GEO contrajo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) por 55 millones de pesos.

La deuda con Conagua impide que los habitantes de Sotavento, Bonaterra y Pueblo Nuevo logren conseguir que el ayuntamiento de Veracruz regularice o municipalice los fraccionamientos y que Grupo MAS – concesionaria del servicio de agua en el puerto – los asista.

“Ahorita el que nos preocupa es el (adeudo) de CFE, pues al no recibir pago van a cortar los servicios; ellos hablan de desmantelar la red eléctrica”, dijo Glenda Ramírez.

Inicialmente, la deuda heredada por Casas GEO era de aproximadamente ocho millones de pesos, pero en 2019 los vecinos se unieron para pagar diversas facturas que sumaron poco más de un millón de pesos.

A causa de la deuda, que ya reestructurada por CFE supera los cuatro millones de pesos, los cortes de la electricidad y, por consiguiente, del suministro de agua, son constantes en toda la zona. Según Glenda, “los pozos han estado más tiempo sin funcionar que lo funcionan”.

Para solucionar momentáneamente los cortes, los vecinos pagan hasta 500 pesos por una pipa de agua que les surte cinco mil litros por una sola vivienda.

Nadie da la cara a los habitantes de Sotavento, Bonaterra y Pueblo Nuevo, pues no hay responsables por parte de Casas Geo, declarada en quiebra a nivel nacional por un juez el lunes 11 de marzo de 2019.

SOTAVENTO, UNA PROMESA CONVERTIDA EN DECEPCIÓN

Glenda Ramírez llegó a habitar Hacienda Sotavento en 2016; su domicilio es un departamento ubicado en el tercer piso de un edificio que se construyó en la cuarta etapa del fraccionamiento.

Lo vio en Internet e inmediatamente contactó a una vendedora que realizó el trámite de compraventa en cuestión de semanas, sin embargo, fue su esposo quien dio el primer vistazo a la zona, a la que encontró sin aparentes irregularidades.

“Cuando nos entregan nos dicen ‘en dos semanas te damos tu carta para que hagas tu recibo de agua y en una semana tu recibo de luz eléctrica’ y nada de eso era cierto.

A los seis meses nosotros empezamos a quedarnos sin luz en nuestras calles porque no estaba regularizado y llegaba CFE a cortar”, comentó.

Glenda adquirió el departamento en 310 mil pesos por medio de un crédito Infonavit del que lleva pagado menos de la mitad; al mes cubre una cuota de dos mil 800 pesos, una cantidad por la que podría rentar un espacio en cualquier colonia de Veracruz.

“Estoy pagando una renta por una casa que no tiene servicios básicos”, manifestó.

A más de 12 años de su construcción, el fraccionamiento sigue sin ser regularizado por el ayuntamiento de Veracruz, pero eso Glenda nunca lo supo; la palabra “municipalización” no la conocía, hasta ahora.

Debido a la falta de servicios municipales (agua potable, drenaje y alumbrado público), el Infonavit eliminó de su catálogo las casas en venta en Hacienda Sotavento, aunque en 2016 los trabajadores aseguraron a Glenda que el fraccionamiento estaba municipalizado.

“Yo recuerdo que cuando la vendedora fue a que mi marido firmara papeles le dijo ‘el dinero no se va a liberar hasta que vaya el valuador y verifique que están funcionando todos los servicios básicos’; aquí Infonavit nos dijo que sí había servicios básicos y no era cierto”, señaló.

De acuerdo con Jazmín Hernández, quien llegó al fraccionamiento hace 12 años, Hacienda Sotavento contaba aparentemente con servicios funcionales, sin embargo, la propuesta prometedora de Casas GEO pronto se convirtió en una decepción.

“Se veía bastante prometedor en su momento, con áreas verdes con las que no contaba otro parque, una ubicación muy buena hasta la fecha.

Pero no esperas que al momento en que tú decides invertir en un lugar que va a ser el patrimonio de tu vida, de tus hijos, traiga tantos problemas”, expresó.

La decepción no termina ahí, pues las casas que tanto Glenda como Jazmín compraron fueron hechas con materiales de baja calidad, por lo que a apenas una década de la construcción de la primera etapa del fraccionamiento las viviendas ya presentan múltiples defectos.

Irene Blanco, Carolina Morales y Mirna Morales también viven en carne propia el fraude de GEO, pues sus viviendas cuentan con instalaciones eléctricas defectuosas y techos y paredes agrietadas debido a la filtración del agua en temporadas de lluvias.

“No hay ni para donde hacerse, somos víctimas de fraude”, lamentó Carolina.

IMPOSIBLE RECIBIR FRACCIONAMIENTOS CON ADEUDOS: ALCALDE DE VERACRUZ

“Por reglamento, nosotros no podemos recibir fraccionamientos que tengan algún tipo de adeudo, porque lo tendríamos que asumir, cosa que legalmente no podemos”, señaló en entrevista con La Silla Rota Veracruz el alcalde porteño, Fernando Yunes Márquez.

De acuerdo con Fernando Yunes, su administración mantuvo pláticas con los vecinos de Hacienda Sotavento, Bonaterra y Pueblo Nuevo para buscar una solución a la deuda con CFE, como se hizo en Colinas de Santa Fe, donde Homex heredó una deuda de 20 millones de pesos a los colonos.

A pesar de la falta de servicios municipales en los fraccionamientos de la zona poniente en el puerto de Veracruz, los vecinos deben pagar cada año el impuesto predial, con el cual tienen derecho a la recolección de basura. 

El alcalde de Veracruz afirmó que el cobro del impuesto predial en cada uno de los 212 ayuntamientos del estado está fundamentado en el Código Hacendario para el Municipio de Veracruz, aprobado por el congreso del estado.

Según Yunes Márquez, el ayuntamiento de Veracruz no pudo condonar el pago del impuesto a los vecinos de estos fraccionamientos, pese a la carencia de servicios municipales en ellos.

“No se le puede condenar el impuesto predial ni ningún otro impuesto a ningún ciudadano; esto antes se hacía, pero se prestaba a corrupción por parte de autoridades y los diputados federales y posteriormente a nivel local decidieron que no exista la condonación de impuestos”, declaró.

¿QUÉ PASÓ CON CASAS GEO?

En 2013, la Corporación GEO se declaró en moratoria al verse imposibilitada para realizar un pago de dos millones 349 mil 888 pesos con 89 centavos por el concepto de intereses bursátiles a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

Un año más tarde, la empresa presentó una solicitud de concurso mercantil preconvenido para reestructurar su deuda de 17 mil millones de pesos, con la protección de la justicia. Entonces diversos bancos – Banorte, el principal acreedor – aportaron recursos a la constructora.

El aporte fue de tres mil millones de pesos, con el objetivo de reducir la participación de Luis Orvañanos, dueño de Casas GEO, en el saldo de las deudas. Para el 2015, la empresa logró salir del concurso mercantil.

Geo, entonces, se comprometió a concluir 77 proyectos que tenía en puerta y a sumar a su portafolio 37 más para liquidar sus deudas. Sin embargo, incumplió sus obligaciones, por lo que Sólida, filial inmobiliaria de Grupo Banorte la demandó.

Banorte y Geo habían formado una sociedad con anterioridad a través de un fideicomiso valuado en dos mil 88 millones. En 2019, la constructora disolvió y liquidó la sociedad para no perjudicar a los bancos que la rescataron en 2014 y evitar la demanda.

El 11 de marzo de 2019, la Corporación Geo fue declarada en quiebra, aun con proyectos de vivienda pendientes, como los fraccionamientos Hacienda Sotavento, Bonaterra y Pueblo Nuevo en el puerto de Veracruz.

Para los colonos, vender sus casas no es una opción, pues sin servicios municipales los compradores son nulos. El fraude millonario de GEO sigue haciendo eco a más de dos años de la quiebra, pues sin municipalización, los fraccionamientos son tierra de nadie.


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